jueves, 13 de marzo de 2025

BIONDI RUBRICA UN BACH INTENSO Y EXUBERANTE

Música antigua en Turina. Fabio Biondi, violín. Programa: Sonatas y partitas para violín solo BWV 1001-1006. Espacio Turina, miércoles 12 de marzo 2025


Lo de ayer fue un lujo. Contar con Fabio Biondi en Sevilla tocando la integral de sonatas y partitas de Bach no tiene precio. Un casi lleno no es suficiente para rendirse al talento y el arte de tan prestigiosa figura de la interpretación de música barroca con criterios historicistas, cultivada tanto en solitario como al frente de la formación que fundó hace treinta y cinco años, Europa Galante, o con orquestas de todos los estilos en conciertos y óperas en las que también se ha lucido como reconocido médium.

En el Turina afrontó el reto de tocar la integral de sonatas y partitas de Bach, toda una biblia de la música compuesta para violín, que encierra en sí tantos vericuetos como prodigios, ideales para exprimir toda la técnica y la expresividad de la que es capaz el instrumento, sin limitarse a su cometido melódico e indagando sobre todo en sus posibilidades armónicas. Pero Biondi la despachó con tanta premura que lo que habitualmente requiere una media de dos horas y media, él apenas necesitó dos, intermedio incluido. Pero lo cierto es que eso no se hizo tanto notar en el resultado global, quizás algunas repeticiones de menos, algún allegro más vertiginoso de lo habitual, pero Bach seguía ahí, con toda su intensidad espiritual y ese carácter tan particular y tan fácil de reconocer que convenció y mereció nuestra admiración.

Si magistrales son sus interpretaciones de Corelli, Scarlatti o Vivaldi, también así pueden considerarse sus recreaciones del universo del maestro, en este caso a partir del cuerpo imperecedero que acuñó en Cothen, aunque hay quien cree que las compuso en Weimar en prisión, a donde lo envió el Duque Wilhelm Ernst por sospechar que había aceptado un puesto en otra corte rival. Desde el arranque, el adagio de la Sonata nº 1 en sol menor, Biondi evidenció claridad prístina en las articulaciones y en los progresos armónicos. Pero lo que más nos llamó la atención fue la falta absoluta de estridencias y asperezas. Él mantiene un sonido suave y amable al oído, homogéneo y majestuoso. Se mostró especialmente lírico en los andantes que preceden a los movimientos finales de las sonatas, y preciso e intenso en las fugas que preceden a su vez a estos movimientos lentos.


También intensa y exuberante fue su visión de la famosa Chacona de la Partita nº 2 en re menor, primero con ataques bruscos y contundentes, después suavizando las texturas y acariciando el carácter melódico de la partitura, y en todo momento haciendo acopio de una contundente fantasía. Antes, logró insuflar sentimiento en el andante de la Sonata nº 2 en la menor, una pieza especialmente querida para la gente cinéfila, al servir de base para el tema principal compuesto por Philippe Sarde para la película de 1998 Alice y Martin, dirigida por André Techiné y protagonizada por Juliette Binoche. Igualmente rubricó con sentido de la melodía y del tempo giusto la famosa gavota de la Partita nº 3 en Mi mayor, así como su intrincado y característico preludio. Ni que decir tiene la agilidad desplegada en los movimientos más vertiginosos, como el alegre movimiento final de la Sonata nº 3 en Do mayor, el muy ritmado y sincopado Tempo di Borea de la Partita nº 1, o el diabólico doble o variación del corrente de la misma partita.

Lástima que de entre todas las virtudes, también destacasen puntuales pérdidas de tono, que no llegaron a enturbiar tan satisfactoria oportunidad de comulgar con la espiritualidad de Bach en tan buenas manos como las del palermitano Fabio Biondi, que por cierto destacó el respeto, el recogimiento y la atención del público, así como la excelente acústica para este tipo de repertorio que encontró en el Espacio Turina. Todo un halago viniendo de quien tantos auditorios y salas del mundo ha recorrido en tan dilatada y fructífera carrera.

Fotos: Luis Ollero

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