sábado, 1 de marzo de 2025

UN FANTÁSTICO VIAJE SINFÓNICO-CORAL A LA TIERRA MEDIA

The Lord of the Rings in Concert. Proyección de la película "El señor de los anillos: La comunidad del anillo" en versión original subtitulada al español, con la interpretación en directo de la banda sonora original de Howard Shore. Shih Hung Young, dirección. Grace Davidson, soprano. Coral Ángel de Ucelay (Fermín López, director), Coro Polifónico Orippo (Juan Manuel Barahona, director), Coro del COAS (Ana Alonso, directora), Coro Novaria (Isabel Chía, directora), Escolanía de Los Palacios. Juan Manuel Barahona, director preparador. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Auditorio FIBES, viernes 28 de febrero de 2025


Fibes celebró anoche una de las propuestas más novedosas y lucrativas de la Sinfónica de Sevilla, la proyección de la primera parte de la trilogía de El señor de los anillos con la música de Howard Shore recreada en directo. Una empresa que ha sido todo un éxito artístico y comercial, con casi siete mil personas aficionadas del cine y la música llenando entre la primera función, ayer, y la de hoy el imponente auditorio de Sevilla Este.

Una iniciativa que partió de Jordi Tort, el director gerente de la orquesta, que como buen barcelonés sabe perfectamente lo que significa llenar salas con la música de películas interpretadas de forma sincronizada con la película en cuestión. Algo que se ha hecho en muchas ocasiones en otras plazas, celebrando films míticos como E.T. El extra-terreste, La guerra de las galaxias, Vértigo o Con la muerte en los talones, y que aquí pudimos disfrutarlo hace cinco años, a las puertas de la pandemia.

Fue con Un americano en París en la Cartuja, de la mano precisamente de una orquesta catalana, la Sinfónica Camera Musicae, dirigida por el especialista en la materia Anthony Gabriele, con resultados espléndidos. La ROSS ha hecho algo parecido en varias ocasiones, pero acompañando films mudos como Carmen de Cecil B. de Mille, La revoltosa de Florían Rey y algunos títulos de Chaplin o Keaton, o sin palabras, como fue el caso de la selección de episodios de las dos Fantasías de Disney que pudimos disfrutar en el Maestranza en junio de 2022.

Por todo ello, podemos considerar ésta la primera ocasión en toda regla en la que la Sinfónica de Sevilla se ha atrevido a afrontar tan mastodóntica propuesta, teniendo en cuenta además de que se trata de una película de muy larga duración, tres horas en su versión original estrenada en cines hace veinticuatro años.

Coordinación de fuerzas

Para este reto, la Sinfónica no estuvo sola. Hasta cuatro coros amateurs y los niños y niñas de la Escolanía de Los Palacios le acompañaron, logrando una simbiosis absoluta y un entendimiento que sólo el esfuerzo y un arduo trabajo pueden conseguir. La sincronización precisa con las imágenes estuvo fundamentalmente en manos del director chino de origen taiwanés, aunque nacido en Kuala Lumpur y formado en la prestigiosa Julliard School de Nueva York, Shih Hung Young.


Especializado en la interpretación simultánea de películas con espectáculos que van de El padrino de Nino Rota a Gladiator de Hans Zimmer, y por supuesto la cinta que nos ocupa, el director logró esa coordinación perfecta entre todas las fuerzas convocadas, con resultados tan espléndidos que costó disociar la música de la imagen, creando un efecto confuso sobre si lo que escuchábamos surgía del escenario o de la pista de sonido de la película.

Es cierto que, dadas las dimensiones del auditorio, el sonido tuvo que ser amplificado, lo que quizás hubiera permitido ecualizar y equilibrarlo hasta conseguir que la música no eclipsara tan a menudo como lo hizo los diálogos y efectos de sonido de la película. Claro, que tratándose de un espectáculo donde la música es la verdadera protagonista de la función, cabía darle esa merecida prioridad.

Howard Shore y la Sinfónica de Sevilla

No es la primera vez que la ROSS se enfrenta a la música de Howard Shore. Ya lo hizo anteriormente en dos ocasiones, con el propio compositor a la batuta. En los Encuentros de Música de Cine de 1996, repasaron juntos aquellas partituras que le hicieron notable antes de alcanzar la fama absoluta con las películas de Peter Jackson.


En aquel memorable concierto sonó su música para las películas de David Cronenberg que le dieron a conocer, la de El silencio de los corderos que acrecentó su fama, y otras como Big, La Sra. Doubtfire, Filadelfia y Looking for Richard, un seudocumental de Al Pacino cuya música sinfónico coral podemos considerar como clara precursora de sus bandas sonoras para el universo de Tolkien.

Ocho años después, Shore recaló de nuevo en el Maestranza para presentarnos en jornada doble su sinfonía basada en temas de las tres películas de El señor de los anillos, también con la Sinfónica y con bellísimas ilustraciones de Alan Lee proyectadas en una pantalla. Pero lo de ayer y hoy es algo completamente diferente y sumamente atractivo, con resultados espectaculares que se tradujeron en un trabajo impecable de todas las familias orquestales, con especial protagonismo de la percusión, unos metales refulgentes, maderas  cargadas de ternura y una cuerda afinada, depositaria de altas cargas de tensión y puntuales exhibiciones de lirismo.

En cuanto a los coros, tan coordinados que parecieran sólo uno, atendieron con perfección profesional los pasajes más potentes y acentuados así como los más místicos y relajados, encontrando siempre el tono y la medida justa, sin estridencias ni salidas de tono perceptibles. Magníficos también, como siempre, los y las pequeñas de la Escolanía, mención especial del niño solista, nada que envidiar a Edward Ross, el intérprete original.


Tampoco Grace Davidson nos hizo echar de menos a Enya o a Elizabeth Fraser, la cantante celta y la soprano respectivamente que participan en la banda sonora original, cuyos diferentes cometidos abordó la soprano inglesa con absoluta naturalidad y siempre en perfecto estilo. Un acontecimiento, en general, todo lo satisfactorio que se pueda imaginar y un triunfo absoluto de nuestros músicos en todos los sentidos, arropado por el entusiasmo general de un público entregado.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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