domingo, 2 de marzo de 2025

MI ÚNICA FAMILIA Una cuestión de catarsis emocional

Título original: Hard Truths
Reino Unido-España 2024 97 min.
Guion y dirección
Mike Leigh Fotografía Dick Pope Música Gary Yershon Intérpretes Marianne Jean-Baptiste, Michele Austin, David Webber, Ani Nelson, Sophia Brown, Tuwaine Barrett, Jonathan Livingstone Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2024; en Reino Unido 31 enero 2025; en España 28 febrero 2025

Hay directores, como Guédiguian, Allen o Loach, que reconcilian a una parte de la población cinéfila, que acude puntualmente a cada uno de sus estrenos buscándose a sí mismos a través de historias sencillas con las que sea fácil identificarse. Mike Leigh pertenece a ese selecto grupo. A sus ochenta años, y con la ayuda en la producción de la española Mediapro, tan atenta a este tipo de cine que no debe desaparecer de nuestra salas y de la experiencia sensorial pública, Leigh vuelve al universo que le hiciera popular en los años noventa del pasado siglo con Secretos y mentiras, y lo hace de la mano de su entonces joven protagonista, una Marianne Jean-Baptiste que borda aquí su cometido de mujer madura, ajada y en permanente disgusto con la vida, que le convierte en persona intratable y antisocial siempre al límite.

La película se debate necesariamente entre la comedia y el drama, pues la acumulación de improperios y exabruptos que lanza la protagonista durante gran parte de su metraje, invitan a la hilaridad, con el beneplácito de un guion lúcido al respecto. Puede parecer sin embargo que la cinta invierte demasiado tiempo en mostrarnos a esa persona cansada y amargada, aunque nada es poco cuando la intención es mostrar una catarsis emocional que cuenta con una antagonista muy concreta y especial, una hermana cuyo ambiente familiar se centra en el respeto, la complicidad y una envidiable tendencia a evitar problemas a quienes les rodea.

La cinta deambula así entre el tono simpático y desenvuelto, más relajado y luminoso que tenso y opresor, a pesar de sus premisas, que permite que el viaje sea placentero, y su reverso áspero y desesperanzado, del que la agria protagonista deberá saber salir casi sin ayuda de quienes observamos cómo es posible sentirse desgraciado a pesar de vivir rodeados de comodidades y cariño. A ese tono distentido contribuye la relajada banda sonora de Gary Yershon, habitual colaborador del director británico, en la mejor tradición del Alex North más intimista y dramáticamente comprometido.

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