domingo, 14 de febrero de 2016

MAUS 2016: LAS EVOCACIONES AL VIENTO DE MINISTRILES HISPALENSIS

IX Edición Muestra de Música Antigua de la Universidad de Sevilla. Ministriles Hispalensis: Arnau Rodón y Manuel Pascual, cornetos; Ramón Peña, Francisco Blay y Carmelo Sosa, sacabuches; Bárbara Sela, bajón; Álvaro Garrido, percusión. Programa: Banchetto Musicale (Música profanas del renacimiento europeo). Vestíbulo del Rectorado, viernes 12 de febrero de 2016

De izquierda a derecha siguiendo las agujas del reloj: Francisco Blay,
Álvaro Garrido, Bárbara Sela, Ramón Peña, Arnau Rodón y Carmelo Sosa
Ministriles Hispalensis abrieron la Muestra de Música Antigua de la Universidad que alcanza con ésta su novena edición. Una vez más se encargarán también de abrir el Femás, este año inmediatamente después del MAUS, con una serie de conciertos en mercados de la capital en los que presentarán un programa de estética similar al ofrecido en el Vestíbulo del Rectorado, lugar escogido al parecer ante la negativa eclesiástica para celebrarlo como en años anteriores en la Iglesia de la Anunciación o la Capilla de la Universidad, algo inexplicable si tenemos en cuenta que pertenecen al mismo CICUS que patrocina la propuesta y que el programa, aún tratándose de música exclusivamente profana o secular, está integrado por compositores en su mayoría ligados a la Iglesia como maestros de capilla o sacerdotes. De cualquier manera ganamos en acústica.

Dirigidos por un entusiasta Arnau Rodón, el conjunto de sacabuches y cornetos ofrecieron un nutrido muestrario de música concebida en la frontera entre el Renacimiento y el Barroco para amenizar banquetes y reuniones sociales, recorriendo los focos culturales más influyentes de la época aunque manteniendo una estética más cercana a la inglesa que al resto de los países convocados. La Música para el funeral de la Reina Mary de Purcell que Kubrick inmortalizó en La naranja mecánica fue servida con la sobriedad que merece, evocando el ambiente lúgubre y ceremonial del evento. Merced a la admiración de Rodón, Antony Holborne, músico de la corte de Isabel I y contemporáneo de John Dowland, ocupó gran parte de la velada con piezas tan exquisitas como Las lágrimas de las musas, que el conjunto deslizó con encomiable fortuna. Una elegante pavana de Thoinot Arbeau y un Tourdion impecablemente entonado por Manuel Pascal representaron a Francia, mientras al nuestro lo hizo la Danza de las hachas de Martín y Coll.

Los compositores alemanes debieron ser los más difíciles de recrear a juzgar por los desajustes observados en los músicos, a veces incluso desafinados, al abordar a Samuel Scheidt, si bien la suite de danzas de Hermann Schein que dio título al concierto encontró una respuesta muy equilibrada. Lo más sorprendente llegó de la mano del italiano Adriano Banchieri y su Contrapunto bestiale alla mente, donde voces e instrumentos acabaron generando divertidos sonidos onomatopéyicos, con la siempre sutil y creativa percusión de Álvaro Garrido como acompañamiento.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario