martes, 23 de julio de 2019

AL AGUA GAMBAS Humor con estereotipos

Título original: Les crevettes pailletées
Francia 2019 100 min.
Guion y dirección Maxime Govare y Cédric Le Gallo Fotografía Jérôme Alméras Música Thomas Couzinier y Frédéric Kooshmanian Intérpretes Nicolas Gob, Alban Lenoir, Michaël Abiteboul, David Baïot, Romain Lancry, Roland Menou, Geoffrey Couët, Romain Brau, Félix Martínez, Maïa Quesemand, Pierre Samuel Estreno en Francia 8 mayo 2019; en España 19 julio 2019

Concebida como un batiburrillo de películas ya vistas, desde Priscilla Reina del desierto a El gran baño, también francesa estrenada hace apenas unos meses, pasando por nuestra Campeones, de la que toma descaradamente el punto de partida, Al agua gambas, libre traducción al castellano de un original que significa Gambas con lentejuelas, es una moderadamente divertida comedia homosexual que pretende erigirse en la película más fresca de este verano, quizás por tanto chapuzón en piscina.
 
Trata sobre un equipo de waterpolo gay y su improvisado entrenador, que tiene que redimirse así de unos comentarios homófobos vertidos en la televisión. Previsible desde el minuto cero, y con guiños indisimulados a las cintas mencionadas, especialmente a la primera, donde viaje en autobús, transexual estrella con ropajes espectaculares y paradas en tabernas alemanas donde poner en escena numeritos musicales de bajo coste para mayor indetificación con el gusto del público homsexual, se convierten en peajes obligados, la cinta apenas remonta un dudoso gusto en el que el disparate y el lenguaje políticamente incorrecto se dan la mano. Pero es justo ahí donde el film acierta como producto digno de cierto análisis, por cuanto sirve como reflejo de esa forma de hablar del homosexual con pluma, que no tiene reparos en utilizar términos que durante tanto sirvieron para infligir dolor y castigo a un colectivo tan vulnerable en otra época, y hoy afortunadamente fuerte gracias al trabajo serio y responsable de quienes apenas encontrarán eco en este nuevo vehículo de frivolidad y gracia obsoleta y rancia.
 
En este sentido resulta no obstante ingenioso ver cómo el mismo lenguaje utilizado por un heterosexual, aunque con intenciones decididamente dañinas, tiene consecuencias políticas y sociales muy distintas a cuando lo utiliza un gay convencido. Sus realizadores, el debutante Cédric Le Gallo y Maxime Govare, especialista en comedias ligeras y reconfortantes como la prescindible Daddy Cool, echan mano de todos los tópicos y estereotipos posibles para satisfacción de los públicos más heterogéneos, mientras algunos no le encontramos la gracia a tanto petardeo hortera y barato.

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