Francia-Bélgica 2019 105 min.
Guion y dirección Julien Rappeneau, según el cómic de Mario Torrecillas y Artur Laperla Fotografía Pierre Cottereau Música Martin Rappeneau Intérpretes François Damiens, Maleaume Paquin, André Dussollier, Ludivine Sagnier, Laetitia Dosch, Sébastien Chassagne, Didider Brice, Cassiopée Mayance, Pierre Gommé Estreno en Francia 4 septiembre 2019; en España 4 octubre 2019
Es lamentable que cuanto más cines se abren, más nos obliguen a ver lo mismo. Mientras toda la gente está centrada en ver unos cuantos títulos publicitados hasta la saciedad, promocionados hasta la náusea y proyectados cada vez en más salas, otras películas tienen que conformarse con estrenarse casi de tapadillo y con pocas posibilidades de prosperar en una cartelera saturada de sandeces. Más escandaloso es cuando además resulta que nuestro ingenio y talento tiene mucho que ver, como en este film basado en un cómic español, paradigma perfecto del cuento moderno, educativo y edificante frente al abuso de los cuentos tradicionales, hoy manifiestamente contrarios a una buena educación en valores, igualdad y justicia social.
Dream Team es el título original de este cuento gráfico de Manuel Torrecillas y Artur Laperla, hoy rebautizado con el título de la película en castellano, que ha servido al hijo del director de Cyrano de Bergerac para componer una preciosa fábula moderna sobre un niño que quiere y respeta muchísimo a su padre, un pelma de cuidado al que la vida no parece sonreír mucho. Un golpe de suerte que se convierte en una frustración sirve al pequeño Hormiga (título original de la película) para edificar un pequeño universo con el que lograr que su padre supere las adversidades. Como puede apreciarse se trata de un material delicado y altamente inflamable, que en las manos adecuadas se convierte en una pieza sutil de artesanía, amable y conmovedora, sin aspavientos ni excentricidades, solo buenos sentimientos sin ánimo adoctrinador pero con mensaje contundente lanzado a través de un ejercicio de entretenimiento tan sano como saludable.
En esto tiene una gran responsabilidad un elenco ajustado, responsable y certero, en el que cada personaje tiene vida propia, un antes y un después que les aleja del puro acartonamiento en el que frecuentemente se convierten los personajes secundarios en todo tipo de producciones. Su mensaje es útil para todos y todas, para lograr con nuestro esfuerzo y consideración que quienes nos rodeen sean más felices, evitar sufrimiento a quienes nos quieren y lograr que entre todos y todas éste sea un mundo más habitable, sin rencores ni desprecios. Lo sorprendente es que algunos sepan comprender el mensaje y hasta divulgarlo a los cuatro vientos, pero no sean capaces de ponerlo en práctica... ¡con lo fácil que es!
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