Reino Unido-USA 2019 112 min.
Dirección Gavin Hood Guion Gregory & Sara Bernstein y Gavin Hood, según el libro de Marcia y Thomas Mitchell “The Spy Who Tried to Stop a War” Fotografía Florian Hoffmeister Música Mark Kilian y Paul Hepker Intérpretes Keira Knightley, Matt Smith, Ralph Fiennes, Adam Bakri, Matthew Goode, Rhys Ifans, Jeremy Northam, Indira Varma, Katherine Kelly, Tamsin Greig, Conleth Hill, Monica Dolan Estreno en el Festival de Sundance 28 enero 2019; en Estados Unidos 30 agosto 2019; en Reino Unido 18 octubre 2019; en España 25 octubre 2019

Asumiendo su condición de puro entretenimiento, el director de Espías desde el cielo dirige sus denuncias a varios frentes, empezando por la devaluación del periodismo de investigación y su progresivo acoplamiento al poder establecido, y terminando por la falta de legitimidad democrática de gobiernos que acaban haciendo literalmente lo que les da la gana, a la vez que ensalza la figura de la ciudadanía valiente y comprometida. Parte del problema reside en ese Estado de derecho llevado hasta las últimas consecuencias, que se ampara en leyes como las que en su momento dictó la administración Thatcher, o esa Constitución española intocable según qué interés, que obliga a encerrar en prisión a estadistas que no sin cierta razón acaban autoconsiderándose presos políticos.
Son los precios a pagar por esa supuesta libertad de la que todos y todas disfrutamos y que con nuestro voto ayudamos a pervertir hasta desembocar en estas conspiraciones y traiciones que deslegitiman nuestra voluntad. Hood dirige con oficio y capacidad resolutiva, según un guión escrito por un matrimonio y adaptado de un libro a su vez escrito por otro matrimonio, y es que el parentesco marital también tiene una considerable importancia en este relato basado en hechos reales del que no recuerdo tuviésemos apenas eco en nuestra prensa, mientras Aznar cultivaba de paso sus aires de grandeza. Un reparto ejemplar y una competente puesta en escena en la que fotografía, dirección artística y música contribuyen a captar la atención del espectador, logran un producto si no apasionante, al menos hábil para lograr que reflexionemos sobre muchas de las cuestiones que atormentan nuestra sociedad, y aquí ahora estamos obligados y obligadas a reflexionar mucho. La pena es que al final nos quede la sensación de que estas denuncias parten del mismo poder denunciado, son un lavado de cara y apenas un obstáculo para seguir haciendo lo que les da la gana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario