Dirección Alberto Aranda Guión Alberto Aranda y Belén Carmona Fotografía Bet Rourich Música Zacarías M. de la Riva Intérpretes Ingrid Rubio, Carmen Machi, Marc Clotet, Fele Martínez, Carlos Blanco, Rubén Sánchez, Pep Tosar, Alfonsa Rosso, Fanny de Castro, Pepe Rodríguez, Wong Sau-ching Estreno 24 mayo 2013
Debut en la dirección de largometrajes de Alberto Aranda, hasta ahora asistente de dirección y productor de cintas como Savage Grace, protagonizada por Julianne Moore. Su trabajo como director se completa con el cortometraje documental Mezquita No!, sobre los problemas que suscita la instalación de una mezquita en pleno barrio de Santa Coloma en Barcelona. Trama que ha introducido como argumento colateral en esta fallida tragicomedia que rescata lo peor de nuestro cine más casposo y rumboso. Ingrid Rubio, a quien habíamos perdido la pista desde hace mucho tiempo y que demuestra que no pierde ni un ápice de su belleza y juventud, da vida a una cenicienta moderna, limpiadora en un cementerio y entregada siempre a ayudar a quien tiene a su alrededor, que son fundamentalmente una mujer maltratada y un novio que es prototipo de príncipe azul. Pero ella no necesita que la rescaten, y he ahí lo único que merece destacarse de la película, un personaje de mujer fuerte y segura que no necesita que ningún hombre, por maravilloso que parezca, le regale una vida de princesa que ni quiere ni necesita. Sólo busca su reafirmación como mujer de pueblo primero, con una familia reaccionaria y andaluza en el más tópico y rancio de los sentidos, y de barrio después, que relaja sus problemas bailando por supuesto flamenco. Como el peor cine de barrio del franquismo, aunque con intenciones más contemporáneas, la película se va desarrollando con una gramática previsible y tópica, sencilla y presuntamente amable. A ritmo de rumbitas y con la complicidad de la frescura de la protagonista, su discurso no alcanza a conmover ni siquiera a interesar. La acumulación de clichés, con ingredientes como la xenofobia, el machismo, el maltrato, la liberación de la mujer y todo un cocktail indigesto de buenas intenciones rodadas con torpeza, mucho tópico, poca gracia y una fuerte carga rancia.
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