jueves, 29 de febrero de 2024

MIDORI SEILER LIDERA UN CONCIERTO DE LA BARROCA POCO ESTIMULANTE

Temporada 2023/2024 de la Orquesta Barroca de Sevilla. Rafael Ruibérriz de Torres, flauta travesera. Midori Seiler, violín y dirección. Programa: Sinfonías no. 59 en La mayor “Feuersinfonie” y no. 64 en La mayor “Tempora mutantur”, de Haydn; Conciertos para violín nº 2 en Re mayor K. 211 y para flauta nº 2 en Re mayor k. 314/285d, de Mozart. Espacio Turina, miércoles 28 de febrero de 2024


Mozart y Haydn siempre serán una buena elección para cualquier celebración que se precie, incluido el Día de Andalucía, sobre todo si viene servida por uno de nuestros buques insignia de la interpretación musical como es la Barroca de Sevilla. Con una nutrida representación se presentó en esta cita de su actual temporada, decantándose esta vez por el Clasicismo, que ya ha abordado otras veces en escena y en disco con excelentes resultados, por lo que podríamos afirmar que en sus atriles la música de Mozart o Haydn es tan susceptible de sonar bien y en estilo como lo es la de Vivaldi, Haendel o Bach. Y sin embargo, con la prestigiosa violinista germano japonesa Midori Seiler al mando, los resultados no fueron ni mucho menos lo estimulantes que esperábamos. Hubo empuje, hubo nervio, y desde luego todos y cada uno de los instrumentos sonaron de manera impecable técnicamente. Pero faltó alma, faltó espíritu y, sobre todo, fluidez y frescura. Encima, lo de Seiler al violín llegó a resultar hasta desagradable en algunos pasajes, corroborando la impresión que nos dejó en 2017 junto a Andreas Staier. Así que nos quedamos con Ruibérriz, portentoso a la flauta, y la perfección técnica de los maestros y maestras de la orquesta.

Las dos sinfonías de Haydn seleccionadas, aunque con número de catálogo avanzado, son tempranas. El sobretítulo de la nº 59, Sinfonía del fuego, no obedece tanto a su carácter enérgico y dinámico, después de todo una constante en la época, sino a su uso como música de acompañamiento a la obra de Gustav Friedrich Wilhelm Grossmann Der Feuersbrunt. El arranque impetuoso dejó ya entrever el particular estilo fogoso y saltarín de la Barroca, mientras trompas y oboes, presentes en las cuatro piezas seleccionadas, mostraron perfección técnica y un preciso diálogo con la cuerda, sobre todo en el movimiento final, donde las llamadas de las trompas sonaron majestuosas. Los característicos silencios haydenianos perdieron sin embargo elocuencia merced a una dirección algo mecánica y falta de espíritu. En la segunda parte, como colofón del concierto, la nº 64 acusó los mismos defectos y virtudes. Su sobrenombre, Tempora mutantur (Los tiempos cambian) coincide con el final de período Sturm und Drang, pero faltó colorido en la cuerda, muy disciplinada eso sí, aunque las trompas añadieron brillantez al conjunto. El movimiento lento acusó falta de esa añoranza y ese lamento que su literatura parece indicar, y los silencios volvieron a decepcionar por su falta de sentido y naturalidad.


Quienes hemos crecido escuchando los conciertos de Mozart al amparo de grandes como Perlman, Grumiaux, Kremer o Mutter, con un estilo que todavía hoy practican otros como Capuçon o Hahn, nos cuesta asimilar el sonido seco y habitualmente crispado de los concertistas históricamente informados. Pero incluso ahí hay escalas, y la de Seiler ocupa una de las más bajas para nuestro gusto. Tan estridente como lánguida, imprecisa y hasta desafinada según qué pasajes, la suya fue una interpretación del segundo concierto sin la gracia y la naturalidad que caracteriza a Mozart, a la que se sumó una orquesta dirigida con desgana, que incluso exhibió dificultad a la hora de dialogar con la violinista. Costó pillarle el estilo galante a la pieza; el movimiento lento no sonó ni regio ni elegante, y sólo en las breves cadencias fuimos capaces de advertir el virtuosismo de la solista. Podríamos apreciar que fue una interpretación luminosa, pero sin emoción ni apenas fluidez, y con Seiler acusando saltos interválicos bruscos. Tan sólo nos convenció en un rondó final algo más brillante y original que el resto del conjunto.

Mucho mejor Ruibérriz de Torres defendiendo con soltura, naturalidad y un virtuosismo extremo, el Concierto para flauta nº 2 de Mozart, en realidad una trascripción del de oboe que compuso un año antes, con intención de cumplir al menos parcialmente el encargo del flautista holandés Ferdinand de Jean. El solista supo encontrar aquí la gracia y la viveza de la partitura, superando con nota alta sus largas notas sostenidas y sus fulgurantes cadencias, llenas de fantasía e imaginación, como esa divertida cita del famoso rondó alla turca. En definitiva, impregnó al concierto de la emoción y la delicadeza que destila la música de Mozart, culminando con un allegro fresco y decidido, en perfecta comunión con una orquesta cómplice y entregada, de nuevo con las trompas dejando su impronta técnica y expresiva.

Fotos: Luis Ollero

20 DÍAS EN MARIÚPOL Radiografía del dolor y la barbarie

Título original: 20 Days in Mariupol
Ucrania 2023 95 min.
Guion, fotografía y dirección
Mstyslav Chernov Música Jordan Dykstra Documental Estreno en el Festival de Sundance 20 enero 2023; en Ucrania 31 agosto 2023; en España (Filmin’) 12 enero 2024

Desde que se estrenara en la Sección World Cinema de Sundance, donde se alzó con el premio del público, este documental sobre la barbarie de Putin en Ucrania no ha hecho más que acumular premios, el último el Bafta, y ahora está a las puertas de un Oscar casi seguro, como lo fue hace un par de años el dedicado al disidente político y ahora asesinado Alexey Navalny. Crónicas de Putin, un criminal genocida y repugnante imperalista que a estas alturas de la Historia acrecienta su sinrazón y pérfido anacronismo, como lo hacen otros agentes que nos llevan sin remedio a una regresión total que será difícil o casi imposible de superar.

El reportero de guerra de Associated Press Mstyslav Chernov, aprovecha el abundante material grabado durante los primeros días de asedio a la ciudad ucraniana lindante con la frontera rusa, Mariúpol, y por extensión primeros días de la invasión rusa al país vecino, para su emisión en diversas cadenas de televisión, especialmente norteamericanas. La cinta sigue día a día el continuo encuentro de Chernov y su equipo con el dolor, la destrucción y la desolación, en una experiencia tan aterradora como escalofriante, difícil de mantener ante el sufrimiento infinito mostrado en pantalla. Padres que lloran a sus hijos, personal sanitario impotente entre lágrimas, niños imposibles de reanimar, miembros amputados, sangre. Un espectáculo emocionalmente insoportable que aprovecha también para dar puntadas a las inexplicables excusas del mandatario ruso para perpetrar semejante barbarie, o reflejar el empeño de las autoridades rusas por desacreditar el material periodístico y tacharlo de manipulación e incluso terrorismo informativo.

Nada que no hayamos visto y sufrido en televisión, pero que en formato y lenguaje cinematográfico cobra aún más virulencia y poder de concienciación en un mundo cuyo apoyo al masacrado pueblo ucraniano aún deja mucho que desear, jugando más con los intereses políticos y económicos que con el verdadero interés humano de una situación inimaginable tiempos atrás. Sin embargo, somos conscientes en este punto de que nuestra memoria es muy selectiva, e incluso harto perezosa, y que no mucho tiempo atrás fueron otros países denominados civilizados y democráticos quienes pronunciaron la consigna de la muerte contra civiles inocentes en conflictos como la Guerra del Golfo, por ejemplo. Va con la condición humana, es imparable y algún día nos puede tocar a nosotros.

miércoles, 28 de febrero de 2024

ARRANCA UNA NUEVA EDICIÓN DEL FeMÀS

Algunas citas menos que en ocasiones anteriores conforman una edición número cuarenta y uno de un festival con nombres importantes y carteles atractivos

La Fonte Musica

Superadas las cuarenta ediciones, el
Festival de Música Antigua de Sevilla encara una nueva que arranca este viernes próximo y con la que los sevillanos y sevillanas tendremos oportunidad de disfrutar de algunos nombres imprescindibles de la interpretación históricamente informada, tanto de fuera del país como de artistas locales siempre tan vinculados al certamen que dirige desde hace un buen puñado de años el violagambista Fahmi Alqhai. Esto hace que la estructura y la estética de la propuesta sean muy parecidas a las de ediciones anteriores, si bien se ha reducido el número de espectáculos respecto a las que se celebraron tras los dos años condicionados por la pandemia. Y nos referimos al público local porque una vez más la presentación de la programación ha llegado tan ajustada, hace apenas un par de semanas, que poco margen ha dejado a posibles visitantes de fuera de la ciudad e incluso de fuera de España, para programar el viaje y la estancia oportuna. Ese es un detalle que se repite año tras año y no sólo respecto al FeMÀS sino también a otras importantes citas que tienen lugar en la ciudad, como el Festival de Cine Europeo. Los aficionados y aficionadas no tenemos ese problema cuando queremos desplazarnos por ejemplo a Granada en verano para disfrutar de su Festival Internacional de Música y Danza. Sabemos con mucha antelación cuáles son las propuestas que más nos interesan, no digamos ya si queremos viajar al extranjero, a Salzburgo, Edimburgo o a los Proms de Londres.

Se han reducido especialmente las citas matinales de los fines de semana, aun así las personas interesadas tendrán veintidós estupendas excusas para disfrutar de la buena música que abarca fundamentalmente del Renacimiento al último Barroco. Esta XLI edición del Festival de Música Antigua se inaugura el viernes 1 de marzo en la sede que habitualmente más citas celebra, el Espacio Turina de la calle Laraña, que prácticamente aparca durante tres semanas su impecable programación para centrarse en este evento que desde hace tanto antecede a una de nuestras fiestas más emblemáticas, la Semana Santa. Y lo hace con reminiscencias del carnaval que acaba justo cuarenta días antes de que comiencen las procesiones. Los encargados de esta inauguración son La Fonte Musica, celebrado conjunto italiano que comenzó prestando especial atención al Trecento italiano, lo que les llevó a ganar el Diapason d’Oro, y hoy abarcan un mayor rango histórico, dedicando un gran esfuerzo a la investigación de la retórica y la gramática musical para comprender y traducir con actitud experimental la creatividad y el refinamiento de la música antigua. Su fundador, el prestigioso laudista Michele Pasotti, habitual colaborador de conjuntos de referencia como Il Giardino Armonico, Les Musiciens de Louvre o la Akademie für Alte Musik de Berlín, lo dirigirá en un programa que recrea el Combattimento di Tancredi e Clorinda de Monteverdi precedido de varios madrigales que darán más sentido a su concepto teatral, estrenado hace justo cuatrocientos años, siguiendo la obra poética Jerusalén liberado que Torquato Tasso ambientó en la Primera Cruzada, y especialmente concebido para interpretarse en carnaval. Otros madrigales del propio Monteverdi y de autores contemporáneos como Salomone Rossi, Dario Castello y Biagio Marini, completarán esta primera entrega del festival.

Marta Mathéu

El mismo espacio acogerá al día siguiente, sábado, a un habitual no sólo del festival sino de la escena sevillana, y también especialista en cuerda pulsada como es Daniel Zapico, que con su tiorba ofrecerá un concierto intimista con transcripciones propias, siguiendo patrones estrictamente historicistas, de piezas del barroco francés, de Lully a Couperin, pasando por Robert de Visée, Forqueray y Michel Lambert. Un repaso a su último registro discográfico, Au Monde, que le ha valido igualmente el Diapason d’Or. Para el músico asturiano, fundador de Forma Antiqva, la profundidad de los bajos de la tiorba y su sonido envolvente crean una atmósfera mágica, la que podrán percibir quienes se acerquen ese día al Espacio Turina.

La primera cita matinal de esta edición tendrá lugar en la Casa de la Moneda el domingo siguiente, con Ministriles Hispalensis y su aportación anual al evento, en esta ocasión en forma de las músicas de ida y vuelta de los dos lados del Atlántico, una práctica muy habitual estos últimos años desde que se conmemorara el quinto centenario de la primera circunvalación del planeta. Juan del Encina, Gaspar Fernández o Tomás de Torrejón y Velasco sonarán bajo el título genérico de Allende los mares, en los sacabuches, bajón, chirimías, flautas y percusión de un conjunto que atesora valores locales como Jacobo Díaz o Álvaro Garrido. Un recorrido histórico de doscientos años, de finales del Renacimiento al primer Barroco, en el que la música europea se mezcla con sonidos y ritmos indígenas, enriqueciéndose mutuamente.

Habrá que esperar al miércoles 6 de marzo para reanudar nuestra cita con el FeMÀS. Será de la mano de Marta Mathéu Ensemble y cambiando de espacio, en esta ocasión otro de los habituales del certamen, la Iglesia desacralizada de San Luis de los Franceses. Una de la voces más rutilantes de la lírica española de los últimos años, curtida en ópera, lied y oratorio, nos traerá en In canto un recorrido por la música barroca entre el estilo antiguo de Jaime Casellas y la renovación de José Durán, alumno de Francesco Durante en Nápoles. Un programa que pretende ser un diálogo entre corrientes contrapuestas que prefiguraban el estilo galante, influidas por la arrolladora escuela napolitana. De este modo, motetes y cantadas acompañarán las Lamentaciones de Durante concebidas para el Sábado Santo.

L'Apotheóse

El primero de los cuatro conciertos que programa el FeMÀS en colaboración con el Centro Nacional de Difusión Musical, otra constante de este festival sevillano, llegará el jueves 7 con el Ensemble L’Apothéose interpretando en el Turina conciertos de Telemann. Una nueva ocasión para degustar el arte de la flautista alemana Dorothée Oberlinger como invitada, tras su estupendo concierto junto a la Barroca de Sevilla en octubre pasado, ahora con los también invitados Joseph Domenech al oboe, Eyal Streett al fagot y Kepa Arteche a la viola, todos habituales de nuestra Barroca, entre otros músicos que con esta formación han logrado sonados reconocimientos a uno y otro lado del Atlántico y que debe su nombre a L’Apothéose de Corelli de Couperin, su primer proyecto juntos. Del más prolífico compositor alemán del Barroco interpretarán seis conciertos. Una cita sin duda a tener muy en cuenta.

Un particular mapping y el regreso de un gran contratenor

El viernes 8 un imprescindible de la escena Sevilla, La Imperdible Artes Escénicas, pondrá en marcha el primero de los cuatro pases del mapping especial que han diseñado para este festival, y que se proyectará a las nueve de la noche en la Torre del Oro, bajo el emblema de Electrónica Antigua. Un espectáculo que combina instrumentos antiguos como el oud o la mandolina con otros electrónicos, mezclado todo con la video creación de José María Roca, y que se ilustrará con música de los siglos XI al XIV. Será como una especie de sesión de DJ en el que vientos digitales, cuerdas tratadas, percusiones, sintetizadores y secuenciadores sustituirán las flautas, cornetas, chirimías, vihuelas y otros instrumentos tradicionales. Sobre la fachada sur del emblemático monumento se proyectarán episodios y personajes históricos vinculados con él, sirviéndose de técnicas de proyección 3D y diversos elementos animados.

Tras esta cuota de representación escénica con la que habitualmente se anima el festival, el sábado 9 al mediodía, el conjunto hispalense A5 Vocal Ensemble presentará en San Luis su propuesta Inaudita Musica, con motetes, misas y canciones sacras del sevillano Francisco Guerrero, que junto al también sevillano Cristóbal de Morales y el abulense Tomás Luis de Victoria forman los pilares fundamentales de la música española del siglo XVI. Incansable viajero de su época, la propuesta incluirá piezas recogidas en colecciones publicadas en Sevilla, Venecia y París entre 1555 y 1597, contenido del segundo disco del grupo. En concreto, la Misa in te, Domine, speravi será el centro del programa junto a varios motetes a cinco voces, todas obras raramente escuchadas en directo y llevadas ahora al disco por primera vez, en un registro que saldrá a la venta el próximo verano. El conjunto, con nueve años de recorrido, es especialmente relevante por haber interpretado en el Turina la integral de madrigales de Monteverdi, un centenar de piezas que abarcan sus seis primeros libros y una selección del resto.

Max Emanuel Cencic

El famoso contratenor croata, residente en Austria, Max Emanuel Cencic, regresará a la ciudad tras el excelente recital que protagonizó junto a Maxim Emelyanychev e Il Pomo d’Oro en este festival hace ocho años. Será ese mismo sábado en horario nocturno en el Espacio Turina, con un programa centrado en el mítico castrato Francesco Bernardi, más conocido como Senesino. Para él compuso Haendel su primera ópera para la Royal Academy of Music, Radamisto. Tras ello compuso otros diecisiete roles para este cantante de voz prodigiosa, hasta que en 1733 le traicionó aceptando dirigir la compañía rival. En el programa se citan ocho arias pertenecientes a seis óperas distintas, entre ellas Rodelinda, reina de Lombardía, Scipione y Siroe, rey de Persia. Además, se interpretarán un Concerto grosso y las oberturas de Radamisto y Alessandro. Un todo Haendel con el que este virtuoso con más de cuarenta años de carrera lucirá su radiante voz. Desde que debutara como uno de los Niños Cantores de Viena, ha sido soprano, sopranista como Samuel Mariño, el cantante venezolano que nos visitó el pasado viernes como aperitivo a este FeMÀS, y ahora contratenor debido a los cambios fisiológicos de su registro. Acude a esta cita acompañado por el conjunto polaco {oh!} Orkiestra, comandado por la aclamada violinista Martyna Pastuszka, que abarca desde la música barroca a la contemporánea.

La semana terminará con la segunda colaboración del Centro Nacional de Difusión Musical, Musica Ficta, el conjunto liderado por Raúl Mallavibarrena del que ya hemos tenido ocasión de disfrutar tanto en ediciones anteriores del FeMÀS como en las Noches del Alcázar. El domingo 10 en San Luis interpretarán un concierto en torno a Palestrina y Tomás Luis de Victoria, cuyas carreras convergieron en la fructífera Roma, de ahí el título de un programa que incluye motetes del Libro I y IV (del Cantar de los Cantares) del primero, y motetes a cinco, seis y siete voces del Officium Hebdomae Sanctae del segundo, que fue alumno y colaborador del maestro italiano. Y así hasta el martes 12 de marzo, que el Maestranza albergará el Réquiem de Mozart según versión del siempre controvertido MusicAeterna, en una nueva semana que anticiparemos convenientemente en estas mismas páginas.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

martes, 27 de febrero de 2024

LA ESTRELLA AZUL Cantos de ida y vuelta

España-Argentina 2023 129 min.
Guion y dirección
Javier Macipe Fotografía Álvaro Medina Música Peteco Carabajal y Alicia Morote Intérpretes Pepe Lorente, Cuti Carabajal, Bruna Cusí, Marc Rodríguez, Mariela Carabajal, Catalina Sopelana, Aitor Domingo, Roberto Chavero, Demi Carabajal, Óscar Carabajal, Pablo Carabajal, Peteco Carabajal, Alicia del Carmen Carabajal Estreno en el Festival de San Sebastián 25 septiembre 2023; en salas 23 febrero 2024

Hay películas que con un no se la pierda ya tienen hecha la crítica. Es lo que le sucede a esta entrañable ópera prima del director maño Javier Macipe, aunque nuestros cada vez más impresentables premios Goya le hicieran caso omiso, y su paso por el Festival de San Sebastián le obligara a conformarse con el Premio del Jurado Joven y otro más residual de Cooperación Española. La estrella azul es pura emoción que recupera una constante cultural que existió entre España y los países de Sudamérica que invadió, y que en el terreno musical se tradujo en aquellos cantos de ida y vuelta que tanto influyeron a un lado y otro del Atlántico, enriqueciendo el acervo musical de las culturas así relacionadas. Tiene sin embargo razón el personaje central de la película al lamentar que esta interrelación no se produzca tanto en la actualidad, y que el auténtico folclore latinoamericano apenas pase desapercibido para el consumidor español. Esa fue la preocupación de Mauricio Aznar cuando a principios de los noventa del siglo pasado, decidió dejar atrás problemas sentimentales y adicciones varias, y con ello el grupo musical que lideraba junto a su amigo de la infancia Gabriel Sopeña, Más Birras, un referente del rock zaragozano.

Viajó con lo puesto a Argentina en busca del mediático Atahualpa Yupanqui, único referente de un supuesto folclore auténtico argentino más allá del tango, y en el camino se topó con la legendaria familia Carabajal. Interpretándose a sí mismos, aunque con algunos roles cambiados para superar la distancia de treinta años que afecta a aquella época con la actualidad, y consiguiendo así que el film rezuma cierto aire de metaficción, los músicos argentinos introdujeron a quien por entonces tenía la edad que hoy tiene Macipe, en un mundo sencillo y amable, sin ambiciones, con la música como meta y origen y un amor incondicional por todo lo que la naturaleza, y con ella el hombre desprejuiciado, es capaz de ofrecernos sin artificios ni imposiciones. Se cuece así un paseo por el reencuentro con nuestro ser más íntimo, con un poder sanador que ni los psicólogos ni chamanes ni libros de autoayuda son capaces de ejercer. Todo lo rueda este humanista irredento con buen gusto, con cariño y una talentosa mirada para hacer del baile en verbenas y charangos un espectáculo emotivo y emocionante. Macipe entra así en el corazón de Santiago del Estero, y nos invita a hacerlo también al público, disfrutando de cachareras maravillosas como La Telesita o Penas y alegrías del amor, cantos de ida que Cuti Carabajal y Pepe Lorente como Aznar entonan para dar sentido a una amistad imperecedera. Y como canto de vuelta, la voz de Enrique Bunbury nos recuerda que Héroes del Silencio encumbró con su versión de Apuesta por el rock & roll al grupo Más Birras, aunque ya fuera tarde para salvar a Mauricio Aznar y mantenerlo vivo en un mundo que ya no reconocía y al que había dejado de pertenecer.

Un efecto mágico demuestra el poder de resurrección del cine, y nos transporta entonces a un final en el que ficción y realidad se confunden con una elegancia y una emoción increíble, dejando claro que Javier Macipe es toda una revelación y alquien a quien tener muy en cuenta a partir de ahora. Su rodaje fue interrumpido por la pandemia; San Sebastián la rescató, y Sevilla la incluyó en su sección oficial fantasma de la pasada edición del Festival de Cine Europeo. Mientras tanto su carrera internacional sólo ha recalado en los festivales de Varsovia y Santa Bárbara. Esperemos que la ceguera, la sordera y la estulticia no enturbien la fructífera carrera que merece. De momento parece que la distribución no se ha portado tan mal como con otras cintas desahuciadas ya desde su titánico estreno.

domingo, 25 de febrero de 2024

EL REINO ANIMAL Interesante fábula animalista y ecológica

Título original: Le règne animal
Francia 2023 130 min.
Dirección Thomas Cailley Guion Thomas Cailley y Pauline Munier Fotografía David Cailley Música Andrea Laszlo de Simone Intérpretes Romain Duris, Paul Kircher, Adèle Exarchopoulos, Tom Mercier, Billie Blain, Xavier Aubert, Saadia Bentaïeb, Gabriel Caballero Estreno en el Festival de Cannes 17 mayo 2023; en Francia 4 octubre 2023; en España 20 octubre 2023


Tras un efímero estreno en octubre pasado, y sin apenas posibilidad de verla en versión original, los cinco Césars obtenidos de doce nominaciones, lo que la convirtió en principal competidora de la imbatible Anatomía de una caída, nos ha impulsado a rescatar esta interesante película francesa. Alentados quizás por la reciente pandemia, el director Thomas Cailley, que no volvía a dirigir un largometraje desde hace diez años, cuando sorprendió con su ópera prima Les combattants, y su guionista Pauline Munier nos presentan una fábula ambientada en un mundo distópico y un futuro próximo, en el que la humanidad sufre una enfermedad que nos convierte en animales. 
La intención está clara desde un primer momento, concienciar sobre el respeto a la naturaleza que se debe imponer a toda costa con la idea de preservar el planeta y evitar la hecatombe que poco a poco se nos aproxima. Y nadie mejor para evitarlo que quienes más viven en consonancia, con respeto total y absoluto, con la naturaleza, ese reino animal al que alude el acertado título.

Una proclama por lo tanto a favor tanto de los animales como de la propia naturaleza, su pureza y su verdor, tan brillantemente fotografiada por el hermano del director, David Cailley. La idea sirve además para advertir sobre la progresiva deshumanización de los humanos, su crueldad y su sinrazón, todo ello servido con una estupenda puesta en escena en la que juegan un papel fundamental los excelentes y bien dosificados efectos visuales, premiados en Sitges, que mezclados con un imponente trabajo de maquillaje da como resultado una extraordinaria combinación de realismo y fantasía que sirve muy bien a sus postulados e intenciones. En todo este suculento entramado juega un papel fundamental el trabajo del joven Paul Kircher, que con apenas tres títulos a sus espaldas, compone un personaje intenso y multidimensional en el que resulta fácil distinguir su sufrimiento existencial y físico, mientras el veterano Romain Duris propone un padre preocupado y coherente con una interpretación igualmente sobresaliente.

Hay sin embargo un par de puntos flacos en la película. Por un lado un metraje demasiado largo sin necesidad, prolongando situaciones que estacan su desarrollo narrativo, así como una inexplicable falta de coherencia en las reacciones que el entorno tiene frente a los extraños comportamientos del joven protagonista. Por todo lo demás, merece recomendar esta película moderadamente entretenida, considerablemente poética y absolutamente necesaria en todo ese movimiento destinado a frenar nuestra falta de responsabilidad y esa estulticia absoluta que exhibimos frente a una apocalipsis sobradamente anunciado.

sábado, 24 de febrero de 2024

LA PERFORMANCE OPERÍSTICA DE SAMUEL MARIÑO

Música Antigua en Turina. Samuel Mariño, sopranista. Concerto de’ Cavalieri. Marcello Di Lisa, dirección. Programa: Arias de Griselda, La fida ninfa, Il Giustino, La Silvia y Bajazet de Vivaldi, de Il trionfo dell’innocenza de Caldara, y de Erminia y Sedecia, re di Gerusalemme de Alessandro Scarlatti; Concerto grosso en re mayor Op. 6 nº 4, de Corelli; Conciertos para cuerda y continuo en Re mayor RV 121 y en sol menor RV 156, de Vivaldi. Espacio Turina, viernes 23 de febrero de 2024


A sus escasos treinta años, el venezolano Samuel Mariño se ha convertido en una estrella mediática, con seguidores por doquier, como atestiguó la nutrida afluencia de público que se asomó al Turina para degustar su particular oferta, que sólo se ha podido disfrutar en Madrid hace unos días. También es verdad que el público sevillano es especialmente proclive a la música antigua, y dentro de ésta sobre todo a la de ese Barroco con el que tanto se identifica la ciudad y por el que tanto se han decantado solistas y conjuntos que desde la capital andaluza han escalado puestos en el ránking mundial de la interpretación históricamente documentada. Tanto es así que entre los integrantes de esta versión de Concerto de’ Cavalieri que acompañó al cantante, figura en esta gira el sensacional violonchelista madrileño Aldo Mata, tan vinculado a nuestra ciudad.

Prueba del auge que tiene la música barroca, que dentro de la denominada clásica o culta podríamos considerar la manifestación más moderna y actual de cuantas ofrece este rango musical de tantos siglos, por encima incluso del Romanticismo que inexplicablemente tiene hoy un sabor si se nos permite más rancio, es la cantidad de voces que sintonizan con el público añadiendo a sus actuaciones un plus diferenciador, como hace por ejemplo Jakub Jozef Orlinski cuando se permite marcarse unos bailes de breakdance en plena efervescencia barroca, o este Samuel Mariño, que acompaña las suyas con un vestuario más próximo al de Judy Garland que al de sus compañeros de oficio. Así, con tacones y mucho brilli brilli se presentó el sopranista al encendido y agradecido público que llenó la sala. La suya es una tesitura bastante insólita, en un rango más agudo aún que el del habitual contratenor, que es comparable a una contralto o una mezzosoprano. La suya es voz de soprano en un hombre, incluso más aguda todavía que la de una soprano natural, cerca podríamos decir de la de una voz blanca, que se manifiesta incluso cuando habla. Desconocemos si ha sufrido algún tipo de manipulación en un supuesto proceso de hormonización, pero tampoco es el caso de especular aquí, sino simplemente de destacar o no su talento y cualidades.


Comenzó de forma no del todo satisfactoria, por cuanto en Agitata da due venti de la ópera Giselda de Vivaldi, acusó pérdidas de voz en las notas más graves, aunque fuimos ya capaces de percibir su facilidad para las agilidades, un talento que no se le puede negar y que podría convertirle en el sucesor de la Bartoli. Esta capacidad para la ornamentación más extrema, un particular que personalmente nunca nos ha entusiasmado, lo demostró holgadamente en Torbido, irato e nero, una complicada aria de Erminia de Scarlatti padre que salvó ya sin defecto alguno, una voz aterciopelada y homogénea quizás con una pizca de dificultad para mantener la respiración, casi imperceptible e intrascendente dada su energía circense. Estos pormenores se mantuvieron a lo largo de sus arias de bravura, haciendo gala de una coloratura extraordinaria, que alternó con otras de mayor calado sentimental y salvó también con un alto componente emotivo y conmovedor, como Dite, oimè de La fida ninfa, también e Vivaldi, o Caldo sangue, aria de Sedecia, re di Gerusalemme, de Scarlatti, e incluso un inevitable Lascia ch'io pianga de Haendel que cantó con gusto y deleite como una de las varias propinas con las que agasajó a un público enfervorizado con su voz cálida, capaz de sensacionales filados y largos pasajes arpegiados.

Mariño acudió acompañado por un conjunto de referencia, aunque vistos los resultados provocó más decepción que otra cosa. En su afán por resultar lo más adecuado posible a la interpretación históricamente informada, la cuerda aguda sonó chirriante, seca y a menudo desafinada, aunque Francesca Vicari salvara con decencia su diálogo ornitológico con el muy cómico sopranista en Quell’augellin che canta, de La Silvia de Vivaldi. El prestigioso Marcello Di Lisa acompañó con respeto y sinceridad a Mariño, aún exhibiendo unos ademanes demasiado saltarines. Pero en sus aportaciones meramente instrumentales, dos conciertos para cuerdas del prete rosso y uno grosso de Corelli, sus movimientos rápidos y endiabladamente agitados se resolvieron mejor que los más pausados, donde convergieron los inconvenientes apuntados. De entre todo lo escuchado, quizás el Vanne pentita a piangere de Il trinfo dell’innocenza  de Antonio Caldara, fuera el número en el que el talento de Mariño y el acompañamiento de Cavalieri se alzaran por encima del resultado global de una velada en la que resulta difícil desdeñar el talento y la habilidad, además del sentido del espectáculo, del venezolano, no tanto el del conjunto italiano. Como muestra del carácter extrovertido del latino americano, Mariño aprovechó para lanzar proclamas en favor de la paz y el entendimiento, así como de la diferencia, diciendo algo muy cierto, que todos y todas somos diferentes, y está bien serlo.

Fotos: Luis Ollero

SECRETOS DE UN ESCÁNDALO Un retorcido juego de espejos

Título original: May December
USA 2023 113 min.
Dirección
Todd Haynes Guion Sammy Burch y Alex Mechanik Fotografía Christopher Blauvelt Música Marcelo Zarvos y Michel Legrand Intérpretes Natalie Portmsn, Julianne Moore, Charles Melton, Cory Michael Smith, Charles Green, Gabriel Chung, Elizabeth Yu, D.W. Moffett, Kelvin Han Yee, Andrea Frankle Estreno en el Festival de Cannes 20 mayo 2023; en Estados Unidos 17 noviembre 2023; en España 23 febrero 2024

Cuatro años después de Aguas oscuras, Todd Haynes vuelve al terreno que mejor conoce y en el que se siente más cómodo, el thriller psicológico con personajes ambiguos y sentimientos retorcidos. Para ello vuelve a contar con su actriz fetiche, Julianne Moore, con la que firma su quinto trabajo juntos, tras Safe, Lejos del cielo, I’m Not There y Wonderstruck, y tercero como protagonista, aunque es Natalie Portman quien lleva el mayor peso de la historia en esta película de espejos, vampiros e intrigas familiares. Para ello sitúa su historia en una plácida localización de Savannah, aunque ha sido rodada íntegramente en Georgia. Hasta allí, a una de esas idílicas comunidades con excelente calidad de vida, se desplaza una famosa actriz para preparar su próximo papel in situ, en el hogar y el entorno de la mujer a la que va a interpretar, quien veinte años atrás protagonizó un sonado y mediático escándalo moral y sexual
Una historia que sucedió en realidad pero que Haynes y su guionista, nominado al Oscar, aprovechan para destapar mezquindades y generar una retorcida relación entre la mujer real y su ficción, que intenta indagar en su pasado para encontrar las raíces de su comportamiento y los daños colaterales de su castigo y redención.

El film se apoya fundamentalmente en el carisma y el atractivo de sus dos actrices protagonistas, sobre todo una Natalie Portman en un cometido tan maduro como comprometido, y en la potente banda sonora que Marcelo Zarvos ha recreado a partir de la que el añorado Michel Legrand compuso en 1971 para el film de Joseph Losey protagonizado por Julie Christie The Go-Between (El mensajero), y que aquí encaja a la perfección para generar esa tensión elegante que la trama demanda.

A partir de ahí, sus cometidos resultan bastante confusos e indefinidos como para generar auténtica fascinación, algo que parece demandar casi desde el minuto cero. Esto hace que el conjunto acabe degustándose con cierto interés y sentido de la intriga, pero sin el componente de atracción que sin duda demanda. Contiene sin embargo un final que pude dar muchas de las claves de su malsano contenido, y marcar su auténtico sentido, que no es sino la manipulación que el cine hace tantas veces de la realidad para tergiversarla y traicionar sus pilares. A destacar su indescifrable título original, May December (Mayo diciembre, Quizás diciembre...), y esa quizás pretensión de Haynes de parangonar su película con el universo de Bergman, trasladando la acción de los gélidos países del norte de Europa a la cálida estampa de la costa sureste de los Estados Unidos.

viernes, 23 de febrero de 2024

PRISCILLA La princesa de Graceland

USA 2023 112 min.
Guion y dirección
Sofia Coppola, según el libro de Sandra Harmon y Priscilla Presley “Elvis and Me” Fotografía Philippe Le Sourd Música Phoenix Intérpretes Cailee Spaeny, Jacob Elordi, Ari Cohen, Dagmara Dominczyk, Tim Post, Lynne Griffin, Dan Beirne Estreno en el Festival de Venecia 4 septiembre 2023; en Estados Unidos 3 noviembre 2023; en España 14 febrero 2024

Larry Pearce, que en los setenta conoció algún que otro éxito con títulos como Miércoles de ceniza, El incidente o Pánico en el estadio, ya llevó a la televisión, en forma de miniserie, las memorias de Priscilla Presley, seguramente con menos aires desmitificadores y sólo tres años después de publicarse. Sofia Coppola ha debido encontrar en ellas otro vehículo perfecto para su particular estilo lánguido y pretendidamente intimista, que tanto reconocimiento le reportó en cintas como Las vírgenes suicidas, Lost in Translation y La seducción. Nosotros sin embargo preferimos a esa directora que sólo muy de vez en cuando asoma con su cara más enérgica y jovial, como sucedió en su último trabajo de ficción, On the Rocks, pues lo de Maria Antonieta fue directamente un desparrame.

No cabe duda de que como tantos otros ídolos, y éste lo fue de masas, Elvis debió ejercer tal poder sobre la joven que acabaría casi anulando a quien tras un largo noviazgo se convertiría en su esposa, arrebatándole de paso su adolescencia y juventud, ya que la conoció siendo ella muy joven. Estamos por lo tanto ante una nueva entrega de la pobre niña rica, encerrada en su mansión jaula de cristal cual princesa cautiva, a merced de los caprichos, en este caso muy influidos por su mística religiosa, del rey del rock, aquí interpretado por Jacob Elordi, recientemente visto en Saltburn.

Pero como el conjunto no tiene verdadera enjundia, sólo cabe entretenerse con los variopintos vestuarios y cardados, el atractivo de sus protagonistas y el tono lánguido marca de la casa, mientras nos preguntamos quiénes integran ese séquito masculino que acompaña al cantante a todos sitios, y si se quiere con ello potenciar aún más el marcado carácter controlador y machista del personaje, así como si una joven con tan poco carácter y un perfil tan neutro podría haber conquistado a la estrella, por muy candorosa que pueda resultar, y si da para que su protagonista, Cailee Spaeny, se hiciese con la Copa Volpi en el pasado Festival de Venecia.

miércoles, 21 de febrero de 2024

AMERICAN FICTION No es cuestión de color

USA 2023 117 min.
Guion y dirección
Cord Jefferson, según la novela de Percival Everett Fotografía Cristina Dunlop Música Laura Karpman Intérpretes Jeffrey Wright, Tracee Ellis Ross, Issa Rae, Sterling K. Brown, John Ortiz, Erika Alexander, Leslie Uggams, Adam Brody, Myra Lucretia Taylor, Raymond Anthony Thomas, Keith David, Okieriete Onaodowan, Miriam Shor Estreno en el Festival de Toronto 8 septiembre 2023; en Estados Unidos 22 diciembre 2023; en España (Amazon Prime) 27 febrero 2024

La reciente irrupción de películas como ésta o Los que se quedan hacen presagiar una recuperación de ese cine amable y a la vez inteligente que hace mucho no se cultiva en Estados Unidos. Tirando de nostalgia en el caso de Alexander Payne, mirando más hacia el presente y la modernidad en el del debutante Cord Jefferson, apenas entrenado en la televisión, ambas son comedias sentimentales con las que no resulta difícil empatizar e identificarse, participar y obtener un poco de felicidad. 
Jeffrey Wright interpreta a un escritor negro serio y comprometido con su talento y su profesión, no con su raza. Hace tiempo que su familia dejó de estar del lado de los oprimidos y han disfrutado de los mismos privilegios y comodidades que los blancos, por lo que detesta la literatura barata y el arte en general que explota la opresión y la condición de raza. Pero las circunstancias le harán tomar un camino inesperado, traicionarse a sí mismo y vivir en la mentira.

Jefferson maneja todo este entramado con sentido de la ironía y hasta el sarcasmo, con un estilo elegante y fluido y la ayuda de un reparto ejemplar. Los chispeantes diálogos, la sofisticación del conjunto y el carisma de sus personajes hacen que el visionado del film se convierta en pura delicia y todo suceda con naturalidad y mucha frescura, hasta que volvamos a confiar en esa comedia americana que se ríe de sí mismo y se atreve a arremeter contra todo, especialmente contra la mediocridad y la influencia que sobre todos y todas ejercen quienes llevan las riendas del cuento.

Y como parece que el cine literario tenga que estar asociado al jazz, la compositora Laura Karpman riega el acontecimiento con una espléndida e igualmente elegante partitura musical, aderezada con clásicos de Ace Spectrum, Gene Harris, Sonya Spence o Cannoball Adderley & Miles Davis. Aunque el mote del protagonista sea Monk por llamarse Thelonius, no hay rastro sin embargo en esta espléndida banda sonora del genial pianista y compositor estadounidense.

DIAKUN, COMESAÑA Y VÁRDAI: PURO ENTENDIMIENTO

6º Concierto de abono Ciclo gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Javier Comesaña, violín. István Várdai, violonchelo. Marzena Diakun, dirección. Programa: Displaced para orquesta de cámara, de Lula Romero; Sinfonía n1 en sol menor Op. 13 “Winterträume”, de Chaikóvski; Concierto para violín y violonchelo en la menor Op. 102, de Brahms. Teatro de la Maestranza, jueves 20 de febrero de 2024


Algo insólito resultó este sexto concierto del ciclo Gran Sinfónico de la ROSS, por cambiar su cita habitual del jueves al martes, lo que supone cierto desconcierto para algunos y algunas abonadas, acostumbradas a reservar muchos de los jueves de la temporada para su cita con la orquesta. Y por modificar el orden habitual de un programa convencional, colocando la pieza sinfónica justo detrás de la obra de introducción, y dejando para la segunda parte la pieza concertante, y eso que ésta además es más breve que la sinfónica, por lo que generó cierto desequilibrio entre las dos partes del concierto. Otra cosa fueron los resultados artísticos, sencillamente magistrales, tan centrados en la belleza y la emoción que poco o nada pudo achacárseles, sólo elogiar el interés y la dedicación depositada por cada uno y una de sus principales artífices, la directora titular de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, conjunto habitual del Teatro de la Zarzuela, la polaca Marzena Diakun, el violonchelista húngaro István Várdai, y el violinista sevillano (de Alcalá de Guadaíra) Javier Comesaña. Tres jóvenes pilares de un concierto hermoso y notablemente inspirador.

Sevillana es también Lula Romero, joven compositora que actualmente reside en Berlín y que presentó anoche un trabajo concebido por encargo de la Radiodifusión del Sureste de Alemania para el Festival de Música Nueva de Donaeueschinger, y que la autora define como una sucesión de planos sonoros destinados a identificarse con el espacio en el que sean interpretados y dar cuenta de su capacidad, volumen y características particulares. Cierto que este empeño no caló en nuestros oídos, por lo que podríamos decir que su objetivo fracasó al menos parcialmente. Pero como música la pieza no está nada mal; superpone planos sonoros y estéticos de forma considerablemente fascinante, creando un cosmos sonoro atractivo y evocador que Diakun manejó con sentido de la perspectiva, del color y de la trasparencia, consiguiendo de cada familia instrumental rendimientos altamente eficientes, todo ello salpicado de una peculiar percusión deudora de los cencerros pastoriles. Tras la breve pieza y el saludo obligado de la autora, presente en la sala, Diakun se enfrentó con personalidad y autoridad a la primera de las seis sinfonías escritas por Chaikovski.


Varias veces modificada por su autor, primero a instancias de Nikolai Rubinstein, luego por iniciativa propia, la Sinfonía nº 1, Sueños de invierno, supone el primer trabajo sinfónico de enjundia del compositor, que hasta entonces sólo había escrito alguna obertura y un par de scherzos sueltos. Aunque reviste cierto aroma nostálgico, está exenta de la amargura a menudo pretenciosa que caracteriza sus muy apreciadas tres últimas sinfonías, y reviste una mayor grandeza y capacidad inventiva de lo que la historia le ha reservado. Consciente de ello, Diakun ofreció una lectura solemne y majestuosa de su primer movimiento, un allegro tranquillo en el que brilló la perfecta conjugación de acordes líricos y animados, con prestaciones sobresalientes de los metales, unas trompetas y trompas apabullantes. La directora abordó el adagio cantabile con sentido nostálgico y mucho lirismo, mientras la cuerda grave aportó mucho músculo al conjunto. Las transiciones del scherzo acusaron un alto grado de elegancia y discreción, mientras el finale, a pesar de su ramplonería melódica, alcanzó momentos espectaculares, siempre bajo la mirada atenta y medida de la batuta.

Desde los primeros acordes, Comesaña y Várdai acusaron un total entendimiento y una conjunción de talentos realmente notable en el Doble Concierto de Brahms, junto al triple de Beethoven la mejor pieza concertante para varios solistas concebida en el Romanticismo. Ambos solistas compartieron el mismo tono y la misma ilusión por llegar al mejor puerto posible, y Diakun exhibió ese mismo entusiasmo, contagiando a una orquesta que sonó en todo momento excelsa. De esta forma, la última pieza orquestal que compuso Brahms acusó toda la belleza que atesora, con los solistas cumpliendo a la perfección ese diálogo de cámara que exhibe la pieza, y aunque el autor dispensó un mayor protagonismo al instrumento grave, Comesaña impuso su talento destacando en más de una ocasión con un sonido poderoso, bien timbrado y homogéneo. Vardái abordó sus grandes acordes con solvencia y seguridad, mientras el violinista mantuvo el equilibrio necesario tanto en sus diálogos como en sus puntuales conflictos, a todo lo cual Diakun supeditó su batuta para no eclipsar, sin por ello dejar de destacar como el importante vértice que constituye al mando de una orquesta maravillosa en todos los aspectos.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

martes, 20 de febrero de 2024

FEMME El amor es más fuerte que el odio

Reino Unido 2023 99 min.
Guion y dirección
Sam H. Freeman y Ng Choon Ping Fotografía James Rhodes Música Adam Janota Bzowski Intérpretes Nathan Stewart-Jarrett, George MacKay, John McCrea, Antonia Clarke, Aaron Heffesman, Nima Taleghani, Moe Bar-El Estreno en el Festival de Berlín 19 febrero 2023; en Reino Unido 1 diciembre 2023; en España 5 enero 2024 (no en Sevilla)

Este interesante debut en el largometraje del tándem formado por Sam Freeman y Ng Choon Ping, parte de un cortometraje realizado juntos hace dos años. Una historia de venganza y redención en la que un joven drag queen sufre un ataque homófobo y varios meses después se le presenta la oportunidad de vengarse. Sin embargo, lo que promete ser un thriller intenso con altas dosis de intriga e inquietud, deriva hacia otros derroteros en los que la sumisión y la fuerza del sexo y el deseo toman las riendas de una turbia relación tan aparentemente artificiosa y hasta convencional como realmente reveladora.

El conjunto se perfila así como un inteligente juego de identidades y roles en el que el travestismo otorga más fuerza y carácter del que se supone, actuando como una segunda piel que sirve como coraza, hasta evolucionar hacia una asunción de identidad que ofrece seguridad y confianza a su principal personaje. Sus protagonistas se lo toman muy en serio y se entregan en cuerpo y alma en este juego de apariencias, logrando así un alto porcentaje del atractivo de un film que propone situaciones finalmente tan inquietantes como cabía esperar, aunque con una base dramática distinta a la inicialmente apuntada.

Por todo ello, logró tres premios del Cine Independiente Británico, a la mejor pareja protagonista, con George MacKay (1917, Marrowbone) como único actor conocido, mejor vestuario y mejor maquillaje, además del Premio Alquimias en el Festival de Valladolid. No está mal como pequeña disquisición sobre el amor y el odio, y cómo el primero puede eclipsar al segundo.

lunes, 19 de febrero de 2024

SOKOLOV, MAESTRO DE LA TÉCNICA Y LA INTROSPECCIÓN

Cita en Maestranza. Grigory Sokolov, piano. Programa: Vier Duette BWV 802-805 y Partita nº 2 en do menor BWV 826, de Bach; 4 mazurcas Op. 30 y 3 mazurcas Op. 50, de Chopin; Waldszenen Op. 82, de Schumann. Teatro de la Maestranza, domingo 18 de febrero de 2024


Grigory Sokolov ha recalado tantas veces en plazas españolas y ha sucumbido tanto al encanto de la Costa del Sol, comprando incluso una casa en Málaga, que en agosto de 2022 adquirió la nacionalidad española. Puede que a ello hayan contribuido los incentivos fiscales correspondientes y una presunta animadversión al régimen de Putin, sobre todo desde que destinara la recaudación de uno de sus conciertos a ayudar a Ucrania, ya que dado su hermetismo no se ha pronunciado expresamente al respecto. Lo cierto es que tras varias comparecencias en este Teatro de la Maestranza que tan buena cogida le dispensa, ayer fue la primera vez que actuó en él como español, todo un orgullo para el país, sobre todo tras dejar constancia de que sigue siendo un fuera de serie y un número uno en toda regla. Aquí arrancó una nueva gira por nuestro país que le llevará a Murcia, Castellón, Valencia, Barcelona y Madrid, centrado como siempre en él en un programa muy específico al que presta toda su atención durante toda su temporada de conciertos.

Empezó con Bach al piano, qué placer escucharlo así, sin despreciar en absoluto, faltaría más, las interpretaciones originales al clave, clavicémbalo u órgano, según corresponda. Pero acercarse al universo siempre preciso y elegante del compositor alemán desde los favores del teclado moderno, tiende en muchos melómanos a tener un atractivo especial y hasta cierto punto melancólico. Arrancó con una energía inusitada y un ritmo casi frenético los Cuatro duetos de Bach, llamados así por confiar en dos voces combinadas o superpuestas sus líneas melódicas, llevando así al extremo las prestaciones armónicas y en contrapunto de su particular estilo. Todas hacen acopio de un estilo fugado que Sokolov, gracias a una técnica impecable y una limpieza en el fraseo ejemplar, llevó a sus últimas consecuencias, dejando entrever sus particulares disonancias y su fecundo cromatismo. Amable y relajado en el BWV 803, frenético en el 804, la exhibición terminó con la sofisticación y elegancia que demanda el 805 en estricto contrapunto. Y del Clavier-Übung nº 3 en el que se ubican estas breves piezas, pasamos a la más solemne y compleja Partita BWV 826, del primer cuaderno de trabajos para teclado, por algunos consideradas suites alemanas, en contraposición a las inglesas y francesas contemporáneas. Más libres en estructura y con cierto toque más austero, menos ornamentado, Sokolov eligió de ellas la única que tiene seis movimientos, en lugar de los siete de las cinco restantes. Son sin embargo las más exigentes a nivel técnico, lo que no impidió que su interpretación mantuviera la limpieza y el fraseo perfecto que ya exhibió en las piezas anteriores. Música como Bach la definía para amantes de la música y gozo del espíritu, tal como la transmitió el veterano pianista, siempre atento a su gramática, sin pausa ni asfixia, deleitándose con cada acorde, rubateando con discreción y haciendo uso preciso y casuístico del pedal. Una interpretación que combina nobleza, halo poético y precisión técnica con absoluta maestría.


Chopin
protagonizó el primer bloque de la segunda parte, con siete de sus mazurcas, las opus 30 y 50, de las que Sokolov fue capaz de extraer todo ese espíritu de melancolía y añoranza por la tierra natal que atesoran, y que el compositor tradujo en unas emotivas combinaciones de sofisticación a partir de las danzas populares en las que se basaba. Muy exigentes técnicamente, el pianista paseó por ellas haciendo hincapié en su complejidad técnica pero sobre todo en su emocionante contenido espiritual, con profunda atención en sus cálidas melodías, sin embellecerlas inútilmente ni amortiguar su pura y alegre vitalidad. Con idéntica nobleza expresiva acometió las nueve piezas que conforman el ciclo simétrico Escenas del bosque, un paseo de carácter inocente e infantil por la naturaleza que nos conecta con nuestro espíritu y nos ayuda a conocernos mejor. Todo un tratado de introspección filosófica que Sokolov desentrañó con confianza y seguridad así como una sensibilidad extrema, por mucho que en esta ocasión se deslizasen algunas notas falsas, nada alarmante considerando la veteranía del intérprete y su magisterio a la hora de erizarnos la piel. Aquí Sokolov estuvo ágil para afrontar sus rápidos cambios de carácter y color, reflejando su enorme riqueza de matices y alcanzando en piezas tan emblemáticas como ese pre-impresionista Vogel als Prophet (Pájaro como profeta), esa especial fascinación que exhala. Momentos acogedores se alternaron con otros más inquietantes y algunos enfervorecidos, antes de enfrentarse a la consabida tercera parte de su recital, esa interminable lista de propinas que tan generosamente desgrana. Seis en esta ocasión, entre ellas Air des Sauvages de Rameau y los preludios nos. 15 y 20 del opus 28 de Chopin.

Fotos: Guillermo Mendo

FERRARI La cara trágica del éxito

USA-Italia-Reino Unido 2023 130 min.
Dirección
Michael Mann Guion Troy Kennedy-Martin, según el libro de Brock Yates Fotografía Erik Messerschmidt Música Daniel Pemberton Intérpretes Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley, Sarah Gadon, Gabriel Leone, Jack O’Connell, Patrick Dempsey, Erik Haugen, Giuseppe Fertinese, Giuseppe Bomfati Estreno en el Festival de Venecia 31 agosto 2023; en Italia 14 diciembre 2023; en Estados Unidos 25 diciembre 2023; en España 9 febrero 2024

Tras varios años inactivo, con apenas algún trabajo para la televisión, el director de Heat, El último mohicano, Colateral y El dilema, vuelve a la primera línea con un aseado biopic del magnate del automovilismo Enzo Ferrari, siguiendo para ello un estilo influido por el de Coppola para sus personajes italianos. Para ello se ha fijado en el libro de Brock Yates que apenas indaga en sus años de crisis y declive, cuando para emerger y reforzar su protagonismo en la materia, tuvo que empeñarse en la que acabaría siendo la última carrera de las Mil Millas que atravesaba Italia recorriendo peligrosamente carreteras comarcales y recibiendo los vítores de la población circundante. Eso mezclado con su crisis matrimonial y su vida en familia con amante en paralelo, problemas de descendencia y cuidado para no malograr la relación administrativa y empresarial que mantenía con su esposa, una Laura Ferrari a la que Penélope Cruz da vida con convicción y temperamento, y que a punto ha estado de suponerle una nueva nominación al Oscar.

Pero es precisamente ahí, a pesar de contar en el guion con el veterano Troy Kennedy-Martin (Un trabajo en Italia, Los violentos de Kelly o las series 24 horas al día y Reilly, As de espías), donde la película flojea, pues seguramente hubiera resultado más interesante fijarse en tan emblemático personaje en otra época de su vida, conocer su ascenso, sus éxitos y su evolución, en lugar de enfrascarse en un episodio marcado por la tragedia y la desesperación.

No es sin embargo la mala película que muchos le han tildado; está trabajada con ahínco desde todos sus elementos, con una buena puesta en escena y unos trabajos interpretativos de primer orden. Sobresalen personajes tan interesantes como el del piloto español, y también marqués, Alfonso de Portago, mientras algunas secuencias están recreadas con un realismo que hiere. Sin embargo fracasa en un montaje errático, desmenuzando en exceso situaciones que van y vienen, combinándose sin acierto ni sentido entre sí y distrayendo en definitiva nuestra atención. Constituye a pesar de todo un espectáculo notable, sencillo y suficientemente bien urdido como para resultar entretenido.

BUSCANDO A COQUE Una estrella del pop en el vértice

España-USA 2023 90 min.
Guion y dirección
Teresa Bellón y César F. Calvillo Fotografía Javier Salmones Intérpretes Alexandra Jiménez, Hugo Silva, Coque Malla, Betiza Bismark, Marta Fernández Muro Estreno 14 febrero 2024

Una nueva pareja de realizadores intentan con esta película renovar en cierto modo la comedia romántica, estirando sus cortometrajes Cariño, me he follado a Bunbury, y en menor medida Una noche con Juan Diego Botto. Teresa confiesa a su pareja de más de quince años que se ha costado con Coque Malla, el ídolo de él desde que era adolescente. Esto despierta una crisis de pareja que 
seguramente andaba ya acechando y que sólo necesitaba un empujón final, en forma de macguffin, para estallar.

Viajar a Miami en busca del músico se convierte así en antídoto con el que intentar reflotar una relación hacía tiempo naufragada. Todo se convierte así en pretexto para el lucimiento de una pareja de intérpretes en estado de gracia, con Hugo Silva demostrando tras el éxito cosechado en Un amor, que es capaz de reciclarse y dejar atrás su vanidad de guaperas. Alexandra Jiménez revalida su estatus de reina de la comedia, especialmente romántica, e incluso reprime algunos de sus tics y perfila su personaje con algo más de precisión y convicción.

Una serie de situaciones si no hilarantes si al menos suficientemente simpáticas, y capaces de no provocar rubor, dan forma a esta película que cuenta además con el atractivo de sus localizaciones, mérito conseguido gracias a su condición de coproducción con Estados Unidos, y un buen ramillete de canciones del homenajeado, una de ellas nueva (Todo ocurrió de pie) para que la nominen a los próximos Goyas. Un cameo del propio director como azafato de tierra, y otro de Marta Fernández Muro, quizás como guiño al Almodóvar de antaño, colaboran en el amable acabado global. Y todo ello aunque nos cueste asimilar que acostarse con Coque Malla no es para tirar cohetes, al menos no como hacerlo con Bunbury
 o Botto.

DESCONOCIDOS Percepciones de realidad

Título original: All of Us Strangers
Reino Unido-USA 2023 105 min.
Guion y dirección
Andrew Haigh, según la novela de Taichi Yamada Fotografía Jamie Ramsay Música Emilie Levienaise-Farrouch Intérpretes Andrew Scott, Paul Mescal, Claire Foy, Jamie Bell Estreno en Reino Unido 16 enero 2024; en españa 23 febrero 2024

Salvo en contadas ocasiones que se ha despegado del tema, desde que estrenara Weekend en 2011, el director británico Andrew Haigh se ha centrado en los problemas sociales y sentimentales de la comunidad gay, con la serie Looking como piedra angular. Pero también ha demostrado una profunda sensibilidad a la hora de abordar otros temas relevantes como la senectud y el recuerdo en 45 años, o la madurez en un entorno comprometido con la naturaleza y los animales en Lean on Pete. Ahora, con Desconocidos, parece obtener su mayor reconocimiento artístico y crítico, ofreciendo una lectura bastante personal, hasta límites casi autobiográficos, de la novela de Taichi Yamada en la que se basa, y le ha salido un film quizás algo controvertido y discutible, pero tan hipnótico y diferente que merece la atención que está despertando.

En All of Us Strangers (Todos nosotros extraños, que es su título original) nos sumerge en las distintas percepciones que sobre una misma realidad podemos tener según en qué época y lugar habitemos. Un escritor, más específicamente guionista, experimenta en primera persona, gracias a un tratamiento algo onírico de la realidad, la relación que sus padres, en una determinada época y con menos edad que él, tenían con un tema tan tabú en los ochenta, una década sin embargo bastante proclive al surgimiento de nuevas estéticas y sensibilidades como la homosexualidad. A la vez, una incipiente y presunta relación sentimental con un joven vecino, le hará experimentar esa misma situación en un mundo en el que ya no parece tener hueco y con el que no parece sentirse identificado. Haigh recorre así el camino seguido por el movimiento de liberación sexual desde la incomprensión y el rechazo incluso de nuestros seres más queridos, hasta unos nuevos hábitos centrados en el consumo de alcohol y drogas, tan peligrosos y nada recomendables que se creían postergados desde los tiempos del Sida.

Todo ello con un tratamiento fantasmagórico e inquietante, un ritmo relajado y unas ajustadas interpretaciones entre las que el hermetismo aparente de su protagonista parece sobresalir sobre el carácter más desenfadado y optimista de sus progenitores y el desvencijado y casi absurdo de su supuesta pareja, todo ello en un conjunto algo brumoso, amenizado con un buen puñado de canciones de los ochenta, Frankie Goes to Hollywood a la cabeza, y una sensación generalizada de pérdida y nostalgia flotando sobre el ambiente.

viernes, 16 de febrero de 2024

LA FUERZA DE SOUSTROT FRENTE AL PRECIOSISMO DE DOGADIN

5º Concierto de abono Ciclo Gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Sergei Dogadin, violín. Marc Soustrot, dirección. Programa: Concierto para violín y orquesta en Re mayor Op. 61, de Beethoven; Concierto para orquesta Sz116 B.B123, de Bartók. Teatro de la Maestranza, jueves 15 de febrero de 2024


No por muchas veces programado deja de ser un placer volver a escuchar el Concierto de Beethoven, seguramente si no el mejor, uno de los mejores jamás compuestos para el violín. Comprobar cómo se enfrentaba a él Marc Soustrot parecía más interesante a priori que hacerlo con respecto al solista, el virtuoso y muy reconocido violinista ruso Sergei Dogadin. De él se desprendió un sonido extremadamente aterciopelado, algo más vibratado de lo conveniente, pero indiscutiblemente sólido y vigoroso. No hubo atisbo de liviandad ni superficialidad en su esmerado arqueado, si bien echamos en falta algo más de intención y expresividad en una interpretación que se nos antojó excesivamente académica, con unas cadencias que no acertamos a identificar, algo de su cosecha debió haber, que se pegaron demasiado a la melodía, como si reinterpretase el concierto sin acompañamiento orquestal.

Teniendo tan presente la majestuosidad y brillantez sin fisuras de la pieza, resulta increíble pensar que no obtuvo el reconocimiento que merecía hasta casi cuarenta años después de su estreno, cuando un adolescente Joseph Joachim como solista y Felix Mendelssohn como director lo recuperaron con ayuda de la Filarmónica de Londres. La importancia y la densidad de la orquesta no debe oponerse al solista, que sin embargo ha de reforzar el discurso orquestal y subrayar sus dotes de virtuoso. Todo esto se cumplió en la interpretación de Dogadin y la Sinfónica, sin embargo echamos en falta algo más de sentimiento y espiritualidad en la versión, y no porque el virtuoso no se dejara hasta el último aliento en su memorística interpretación, sino porque no nos pareció que fuese capaz de transmitir todo ese sentimiento veladamente trágico que emana de la obra. Fue como entender a la perfección toda la parte técnica pero dejar atrás un considerable peso de emotividad y presunta amargura, aunque Dogadin nos dejó un concierto impecable a nivel técnico, preciso y de sonido brillante. Soustrot se plegó a él con respeto y profesionalidad, contestando y dialogando con él, mientras cada uno y una de las solistas dejaron su impronta de magníficos instrumentistas, imprimiendo fuerza y energía allí donde tocaba, y delicadeza en los pasajes más introvertidos, ya fuera en la arrolladora belleza melódica del allegro inicial, como en el carácter de romanza, quizás algo falto de aliento poético, del larghetto, o la exultante alegría del allegro final. Como propina, Dogadin rubricó su condición de virtuoso con una fantasía del violinista y showman ruso Aleksei Igudesman, de aires tan discretamente aflamencados que hubo hasta zapateado.


El Concierto para orquesta de Bartók reproduce la idea del Concerto grosso del siglo XVII, con una serie de solistas enfrentados, aunque cada uno y una en pasajes distintos, al tutti orquestal. Fue un encargo de Sergei Roussevitzky, a instancias del director Fritz Reiner y el violinista Joseph Szigeti, muy amigos de un Bartók que entonces luchaba por sobrevivir en Estados Unidos, donde emigró huyendo de la Segunda Guerra Mundial. Concebido para lucimiento de los solistas de la Sinfónica de Boston, ofrece grandes oportunidades a metales, maderas y viola, desde una caligrafía bastante conservadora para el legado vanguardista que había dejado el compositor húngaro. Pero no se trata de una pieza del todo convencional, y desde luego admite considerarse como obra maestra. Sentíamos curiosidad por cómo un maestro de la delicadeza y la elegancia como Soustrot se enfrentaría a un trabajo con tanta fuerza, carga enérgica e intensidad emocional. Y la satisficimos holgadamente gracias a una interpretación poderosa y concienzuda en la que batuta y orquesta se comprendieron a la perfección para ofrecernos una experiencia intensa, llena de desbordante energía. Hubo tensión e inquietud tanto en la introduzione como en una elegía resuelta con sentido dramático y apesadumbrado. Soustrot fue capaz de transmitir la sensación de sarcasmo y juego que expiden el gioco delle coppie (Juego de parejas) y el muy cantarín intermezzo interrotto, hasta desembocar en un fulgurante finale presto, en perpetuo movimiento, con turbulentos fugados y un apoteósico final, haciendo acopio en todo momento de energía y vitalidad.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 14 de febrero de 2024

CONCIERTO HILADO DE ANTÓN & MAITE PIANO DUO

Alternativas de cámara en colaboración con Juventudes Musicales de Sevilla. Antón & Maite Piano Duo: Antón Dolgov y Maite León, pianos; Programa: Le sacre du printemps, de Stravinski; En blanc et noir, de Debussy; El día y la muerte, de Fernando Remacha. Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, martes 13 de febrero de 2024


Juventudes Musicales de Sevilla
trae una temporada más la música de cámara al Maestranza de la mano de jóvenes intérpretes, artistas en ciernes o ya consagrados, con un álbum incluso en su haber, como es el caso de este dúo pianístico integrado por los jóvenes Maite León y Antón Dolgov. En torno a una obra que cayó en sus manos por influencia de sus maestros, El día y la muerte del hoy olvidado Fernando Remacha aunque llegó a ganar tres veces el Premio Nacional de Música, antes y después del franquismo, el dúo ha confeccionado un programa en el que la muerte está muy presente y sus autores se interrelacionan a través del respeto y la admiración que se profesaban. Con este programa están recorriendo algunas plazas del país, y como ganadores del 2º Premio de Juventudes Musicales en 2017, ayer tarde recalaron en Sevilla.

Una transcripción para piano a dos manos de La consagración de la primavera, del propio Stranvinski, sirvió para romper el hielo, con los intérpretes demostrando agilidad y una profunda compenetración, mimando los colores de tan icónica partitura, y bordando todas sus asperezas y delicadezas con ese sentido del ritmo que le sirve de fuerza impulsora, sin caídas de tensión y con la imprescindible disciplina que provoca un estudio concienzudo y una preparación responsable de la partitura. León y Dolgov supieron dosificar los momentos electrizantes de la pieza con aquellos más reflexivos, combinando con acierto sus disonantes armonías y esos bruscos saltos entre episodios que atesora la partitura. Lástima que esa misma concepción estética se mantuviera en la obra de Debussy, donde su estilo delicado y aparentemente frágil quedó desdibujado en favor de una fuerza arrolladora y vehemente quizás no acorde al espíritu de una pieza que Debussy compuso cuando padecía cáncer y sufría los avatares de la Gran Guerra. La pulsación clara y precisa de los pianistas dejó entrever su arquitectura de forma cristalina, pero ese presupuesto de que el blanco y negro del título haya de provocar la transformación en colores del oyente, no llegó a producirse, de forma que el vals enérgico del primer movimiento no resultó tan etéreo como debía, el lento del medio resultó algo superfluo, y sólo el scherzo final, que el autor dedicó a Stravinski, sonó más en estilo.


La pieza de Fernando Remacha recuperada por los propios integrantes del dúo, resultó una agradable sorpresa que no oculta su admiración por la música de Debussy. Muy activo durante la Segunda República, con piezas entonces populares como el ballet La maja vestida o el poema sinfónico Alba, resurgió tras una etapa dedicada a la música de carácter religiosa, en los años ochenta del pasado siglo, cuando recibió el tercero de sus tres Premios Nacionales de Música. En El día y la muerte, el compositor navarro se adelanta inconscientemente al minimalismo, algo que el dúo comprendió dando a su interpretación un carácter mecánico y autómata sólo interrumpido por puntuales estallidos de melodía y color, y una zona central más ajetreada que también superaron con evidente sentido de la técnica. Su definitiva demostración de virtuosismo llegó de nuevo a dos manos con una propina en forma de agitado ragtime con incisiones relajadas y algún toque tropical en el que además se dieron citas numerosas bromas en forma de besos, silbidos y percusión sobre la madera del piano.

Fotos: Guillermo Mendo