USA 2017 120 min.
Guión y dirección Darren Aronofsky Fotografía Matthew Labatique Intérpretes Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Michelle Pfeiffer, Domhnall Gleeson, Brian Gleeson, Kristen Wiig, Jovan Adepo, Eric Davis Estreno en el Festival de Venecia 5 septiembre 2017; en Estados Unidos 15 septiembre 2017; en España 29 septiembre 2017
Con claros referentes en el Roman Polanski de Un dios salvaje y, sobre todo, La semilla del diablo (a la que uno de sus carteles publicitarios incluso hace referencia expresa), Aronofsky realiza una singular película, absolutamente recomendable desde su propuesta original e irreverente, para darle la vuelta a la historia más popular de todos los tiempos y convertirla, como muchos y muchas siempre la hemos entendido, en una de las más horribles y truculentas historias de terror imaginables. La casa del terror se da cita en esta elaborada historia sobre la humanidad misma, sus creencias, bondades y terrores, con la ayuda inestimable de una estructura extraordinaria y un sentido estético y visual magistral. Inquietante desde sus propuestas, intrigante casi hasta el final, la historia de una joven enamorada de su marido que ve cómo el mundo que ha construido alrededor de su feliz matrimonio se desmorona cuando unos extraños hacen aparición en escena, se va enroscando en una vorágine de sensaciones que van desde la extrañeza de una sensacional Jennifer Lawrence que parece sacada del imaginario barroco andaluz, hasta el esperpéntico y aparentemente disparatado final, realizado con tanta imaginación y pericia que apenas atenta a herir sensibilidades conformes con el montaje propagandístico con el que se nos invita desde hace siglos a sobrellevar nuestra carga vital. Perfectamente coherente con la trayectoria del director de La fuente de la vida, Cisne negro y Noé, lástima que no podamos analizar y diseccionar este suculento ejercicio seudofilosófico por el riesgo de reventar su desarrollo; pero podemos quedarnos con su epidermis para celebrar un trabajo impecable desde el punto de vista cinematográfico, absorbente e inquietante, con un trabajo también extraordinario de su cuarteto protagonista, incluidos un Javier Bardem de portentosa dicción inglesa y enorme capacidad para dotar de ambigüedad a su complejo personaje, y una Michelle Pfeiffer de turbadora mirada y espléndida madurez. Cine para sorprenderse y dejarse seducir.