EL CAMINO MÁS LARGO PARA VOLVER A CASA (El camí més llarg per tornar a casa)
España 2014 95 min.
Dirección Sergi Pérez Guión Sergi Pérez, Eric Navarro y Roger Padilla Fotografía Julián Elizalde y Bet Rourich Intérpretes Borja Espinosa, Miki Esparbé, María Ribera, Sara Espígol, Silvia Esquivel, Mireia Gubianas, Pol López. Sección oficial
Defendemos el cine radical, nuevas formas de contar historias y, sobre todo, que nos hagan pensar, ser partícipes de manera activa de lo que se nos está contando. Todo eso podemos encontrar en el debut en el largometraje de Sergi Pérez, hasta ahora cortometrajista y videoclipero. Desde que Joel, el protagonista de esta ficción, se despierta por la mañana y encuentra al perro de su esposa enfermo, hasta que reflexiona en el portal de su casa sobre todo lo que le ha acontecido, vive seguramente si no el peor, uno de los peores días de su vida. El guión va salpicando detalles que nos pueden ayudar a montar una historia, pero siempre será nuestra historia, sin certeza de que sea la que pueda tener en mente el director. Y es que el protagonista vive su día como nosotros viviríamos el nuestro, con un pasado y un futuro que no son tangibles en relación con los acontecimientos presentes. Relaciones familiares, problemas laborales, un posible accidente... nada está claro, todo se intuye, despreciando el recurso a la elipsis para conseguir aún más realismo en la narración de este singular día en la vida de Joel. Tan sólo tendremos una certeza, que no podremos tenerle simpatía, a tenor de su comportamiento con el can, que sufre en sus manos un auténtico calvario; que no cunda la alarma, un maltrato perfectamente controlado por un equipo de rodaje respetuoso con la vida animal. El regreso a casa se convierte en metáfora de seguridad y control, aunque al final ya no se tenga tan claro que se necesite refugio. Naturalmente todo, hasta la música, está medido para causar inquietud e incomodidad.
O VELHO DO RESTELO
Portugal 2014 19 min.
Guión y dirección Manoel de Oliveira Fotografía Renato Berta Música José Luís Borges Coelho Intérpretes Mário Barroso, Júlia Buisel, Luís Miguel Cintra, Diogo Dória, Ricardo Trêpa. Sección oficial fuera de concurso
A estas alturas lo milagroso no es que a su edad Oliveira siga trabajando y ofreciendo obras tan lúcidas y cultas como ésta, sino que sólo necesite veinte minutos para hacerlo. En el jardín de lo que parece un núcleo residencial moderno, Oliveira reúne a Luis de Camôes, poeta del Renacimiento autor de una de las obras fundamentales de la épica portuguesa, Las Lusiadas; Cervantes; Camilo Castelo Branco, uno de los más insignes escritores del Romanticismo tardío del país luso; y Teixeira de Pascoaes, impulsor en el siglo XX del Saudismo, corriente literaria que pretendía aunar espíritu y materia en comunión con Dios y la Tierra. A ellos se une la mirada nostálgica del centenario realizador, para hablarnos de memoria, quizás imaginación, seguramente ficción, la que ha nutrido una carrera artística tan prolífica y comprometida. Quizás Oliveira nos está así hablando del cine mismo, utilizando para ello secuencias de películas, algunas suyas propias, que ilustran las grandes gestas de la península Ibérica antes del declive, las batallas de Alcazarquivir y la derrota de la Armada Invencible. Nadie mejor que él para ver la Historia con perspectiva, esa misma que moldea y adorna la Historia convertiéndola en imaginación, la de Don Quijote luchando contra gigantes que en realidad son molinos de viento. La gloria del pasado frente a la incertidumbre del futuro personificado en ese Viejo de Belén de Las Lusiadas tan pesimista como actualmente vemos nuestro destino. Cada nueva película de Oliveira podría ser la última, y sin embargo cada vez es más fácil ver lucidez y emoción en ellas, ¿será la luz al final del túnel?
MR. TURNER
Reino Unido 2014 150 min.
Guión y dirección Mike Leigh Fotografía Dick Pope Música Gary Yershon Intérpretes Timothy Spall, Paul Jesson, Dorothy Atkinson, Marion Bailey, Karl Johnson, Ruth Sheen, Sandy Foster. Sección oficial
El director de Secretos y mentiras y El secreto de Vera Drake vuelve al preciosismo estético que caracterizó su obra más lúdica, Topsy-Turvy, que también era una biografía, la de los compositores británicos Gilbert & Sullivan. Pero esta vez su tono es menos grotesco y mucho más amable, a pesar de que su protagonista sea el a menudo excesivo y cargante Timothy Spall. En este suntuoso fresco sobre la Inglaterra Victoriana, en la que interiorismo y paisajismo se integran con pasmosa elegancia, Leigh sublima y dignifica al artista, no exento de manías, malas costumbres y mal carácter, pero destacando siempre su faceta como pintor y humanista. Su entrañable relación con su padre, ese candoroso romance otoñal con la Sra. Booth, sus gruñidos, y sobre todo su genio creativo, su técnica, su respeto y admiración por su obra y la de otros, contemporáneos o pasados. La misma admiración y el mismo respeto que le profesa Leigh a lo largo de dos horas y media precisas y meditadas. Lo fácil hubiera sido recrear visualmente el estilo pictórico de William Turner, precursor del impresionismo y referente de las tormentas marinas. Leigh opta sin embargo por homenajear la imagen pero a través de otros genios, del costumbrismo de Vermeer y el claroscuro de Caravaggio al nuevo invento de la fotografía, sin firma pero con marca. Recital interpretativo de Spall, pero también de Marion Bailey, capaz de transmitir tanto encanto y amabilidad; y desfile de perlas como las críticas al también pintor Benjamin Robert Haydon mientras éste se pierde en el horizonte, o Turner amarrado al mástil de un barco para ser testigo directo de lo que luego ha de plasmar sobre el lienzo: la mirada del genio.
A PIGEON SAT ON A BRANCH REFLECTING ON EXISTENCE (En duva satt pa en grenoch funderade pa tillvaron)
Suecia 2014 101 min.
Guión y dirección Roy Andersson Fotografía István Borbás y Gergely Pálos Música Robert Hefter Intérpretes Holger Andersson, Nils Westblom. Sección oficial
Lleva casi cincuenta años trabajando en el mundo audiovisual, pero no ha sido hasta ahora que ha recibido reconocimiento definitivo, con esta película ganadora del León de Oro en el pasado Festival de Venecia. Culmina una tetralogía sobre la existencia, que empezó en 2000 con Canciones del segundo piso – su único film estrenado en nuestro país – y continuó en 2007 con Du levande (Vosotros los muertos). Siguiendo un típico esquema de sketches humorísticos, que lo acerca al medio televisivo, el realizador sueco Roy Andersson comienza su función con tres breves encuentros con la muerte en los que avanza su particular sentido del humor, directamente entroncado con el mundo del absurdo. A partir de ahí inicia una discretamente hilarante sucesión de bromas ambientadas siempre en decorados de colores pastel y con la cámara colocada en un ángulo fijo, componiendo cuadros en los que evidencia los temas del sufrimiento humano: el amor no correspondido, el fracaso en los negocios, la guerra, el genocidio, la soledad, el capital... y en medio la niña Wilma que recita, o eso pretende, un poema sobre una paloma que está sentada en una rama reflexionando sobre la existencia, título inspirado en el cuadro de Bruegel Cazadores en la nieve. De vez en cuando alguien al teléfono se alegra de que las cosas les vaya bien a algunas personas, mientras otras se empeñan en acarrear sus problemas, quizás porque no han hecho la única reflexión, la de que la muerte nos llega a todos y a todas, tarde o temprano. No es mucho para un primer premio en Venecia, pero tiene su gracia, y no le podemos negar que es original.
HEAVEN KNOWS WHAT
USA-Francia 2014 94 min.
Dirección Ben Safdie y Joshua Safdie Guión Ronald Bronstein y Joshua Safdie, según el libro “Mad Love in New York City” de Arielle Holmes Fotografía Sean Price Williams Música Isao Tomita Intérpretes Arielle Holmes, Caleb Landry Jones, Necro, Buddy Duress, Yuri Pleskun, Eleonore Hendricks. Sección oficial
Lo que los jóvenes hermanos Safdie hacen en su primer largo de ficción, tras varios años dedicados al documental y el cortometraje, ya se hacía frecuentemente en la América de finales de los sesenta y principios de los setenta, en lo que se llamaba cine underground, cuyos exponentes más conocidos eran Paul Morrissey y la factoría Andy Warhol. Incluso la música electrónica de Isao Tomita utilizada para ilustrar las desventuras de Arielle Holmes en las calles de Nueva York, recuerda sobremanera a las bandas sonoras de aquellos filmes experimentales y caseros en los que, por ejemplo, seguíamos las andanzas como chapero de Joe D'Alessandro. El motivo de este docudrama lo tenemos presente diariamente en cualquier ciudad; se trata de esos pobres diablos colgaos que se pasan el día discutiendo, bebiendo y chutándose, que viven ridícula e intensamente sus miserables existencias entre gritos y aspavientos, corriendo de un lado a otro con prisas absurdas y un estrés autoimpuesto. A alguien se le ha ocurrido que una historia de amor desquiciado, el protagonizado por Holmes y un joven también muy alterado, en las calles de la Gran Manzana, intentos de suicidio y sometimientos varios incluidos, podría ser interesante; y lo ha plasmado en un libro y en esta película de escaso tirón, que se agota inmediatamente y no arroja apenas luz sobre estas desarraigadas criaturas sin techo. Lo más interesante, y lo que más aterra, hubiera sido indagar qué lleva a esa situación y por qué se acaba así. Pero los Safdie prefieren espiar a su trágico personaje en el día a día, sin plantear juicios de valor e insistiendo en ese trasnochado estilo underground, y la cosa así apenas interesa.