martes, 8 de julio de 2025

UN RÉQUIEM PARA EL ÉXTASIS

Concierto de clausura de la temporada 24/25, en colaboración con el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Orchestra e Coro dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Daniel Harding, dirección. Andrea Secchi, dirección del coro. Federica Lombardi, soprano. Teresa Romano, mezzosoprano. Francesco Demuro, tenor. Giorgi Manoshvili, bajo. Programa: Messa de Requiem, de Verdi. Teatro de la Maestranza, lunes 7 de julio de 2025


Recién llegados de Granada, cuyo festival de verano ha sido la única parada en nuestro país junto a la capital andaluza, Daniel Harding derrochó talento e ideas claras y brillantes junto a la orquesta de la que es titular desde el pasado mes de octubre, la Academia Nacional de Santa Cecilia de Roma. En nuestro recuerdo, al margen por supuesto de las grandes batutas que la han regido desde Toscanini hasta Antonio Pappano, y para quienes tanto amamos la música del séptimo arte, están los discos grabados por esta más que centenaria orquesta con Ennio Morricone o, más recientemente, el pianista Alexandre Tharaud dedicado al Cinema. En septiembre interpretarán música de Nicola Piovani bajo su propia dirección.

Sólo un día después de interpretar el Réquiem de Verdi en el Palacio Carlos V de Granada, en condiciones atmosféricas muy distintas a las de la climatización del Maestranza, las voces ni siquiera se hicieron eco del posible desgaste, sobre todo teniendo en cuenta la generosa intervención que cada solista tiene a lo largo de esta mastodóntica y solemne obra nacida al amparo de dos homenajes, a Rossini y a Manzoni, el autor de I promessi sposi, con quien Verdi compartía tantos ideales de justicia, unidad y libertad.

No es, a pesar de la burlona comparación de Hans Von Bülow con una ópera vestida religiosamente, una pieza dramática lírica más del repertorio del insigne operista. Tiene un carácter y una enjundia independiente, con el particular estilo de su autor, patente tanto en el emocionante uso de los coros como en los rutilantes solos, dúos y conjuntos vocales en los que la melodía fluye de forma tan patente como fascinante.

Una batuta muy comprometida

Aún siendo inglés, Harding no hizo gala de la típica flema británica, nada apático ni estoico, sino pura emoción, fuego y compromiso con el drama en toda su extensión, patente tanto en el trabajo con la orquesta como con las voces, en particular las solistas. Violines enfrentados, cuerda grave detrás, timbales y bombo a un lado y maderas compartiendo piso con metales, algunos desperdigados por la sala para causar el mayor efecto e impacto en el imponente Tuba mirum.


Todos los efectivos recibieron de la batuta la máxima atención, lográndose un efecto hipnótico y apabullante, combinando a la perfección los pasajes más recogidos e íntimos con los más vehementes, en un prodigio de transición al alcance sólo de los más grandes. Pura magia y trasparencia que dejó entrever cierta mística religiosa pero sin poner el énfasis más que en el drama y la agitación emocional.

Un cuarteto solista de lujo

Giorgi Manoshvili logró conjugar con una voz profunda y perfectamente colocada, fluida y muy bien entonada, autoridad con ternura, logrando en algunos momentos un efecto balsámico, pocas veces amenazante o instigador. Francesco Demuro, a quien hace poco vimos y escuchamos en Maria Padilla, y hace un par de años en Norma, acusó al principio cierto engolamiento, tiranteces y su voz perdió brillo en algunos pasajes, quizás por efecto de ese cambio de condiciones entre Granada y Sevilla y lo seguido de las dos representaciones. Pero su voz acusó ese toque eminentemente verdiano que la partitura demanda, en expresividad, timbre y postura estética.

Teresa Romano es una mezzo de voz rica en armónicos, que logró llevar el liderazgo durante gran parte de la obra, con autoridad, mucha fuerza y una seguridad inusitada, ya desde el Kyrie inicial, con peajes en secciones como el Recordare, donde logró estremecernos en su dúo con la joven soprano Federica Lombardi. Ésta, con intervenciones más breves a lo largo de la pieza, hasta que en el extenso Libera me final adopta el protagonismo absoluto, posee una bellísima voz, capaz de rutilantes agudos e inflexiones dotadas de una naturalidad exquisita, además de una rotunda expresividad, como demostró en sus plegarias del último movimiento.

Juntas, las cuatro voces alcanzaron momentos de una belleza sublime en el Lacrymosa y el Offertorio, dos de los movimientos más estremecedores de la partitura. Siempre con la ayuda de un coro en estado de gracia, magníficamente comandado por Andrea Secchi, imponente en el recurrente Dies Irae, susurrante en el arranque del Kyrie, y siempre maravilloso. Todo al servicio de una inmejorable clausura de temporada, la que nos ha devuelto la ilusión en nuestro querido teatro.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

domingo, 6 de julio de 2025

BLACK DOG Amores perros

Título original: Gou zhen
China 2024 110 min.
Dirección
Guan Hu Guion Rui Ge, Guan Hu y Bing Wu Fotografía Weizhe Gao Música Breton Vivian Intérpretes Eddie Peng, Tong Liya, Jia Zhang-ke, Zhang Yi, You Zhou, Xiaoguang Hu Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2024; en En China 15 junio 2024; en España 4 julio 2025


No hay trabajo previo del director de cincuenta y siete años Guan Hu que podamos citar como referencia de éste que se alzó con el premio a la mejor película en la sección Un certain regard del Festival de Cannes de 2024. Pero sí citas y referencias puntuales al cine del venerado Jia Zhang-ke (Naturaleza muerta, Un toque de violencia, La ceniza es el blanco más puro), que por cierto aparece en un personaje secundario en esta película de su compañero de generación. Un joven de pasado roquero regresa a la devastada ciudad de la que salió para ingresar en la cárcel, y sólo encuentra desolación y una estruendosa invasión de perros presuntamente rabiosos que las autoridades se han empeñado en extinguir, asomando de paso la habitual crueldad imperante en el país asiático, sobre todo a la hora de sustraer a los más pequeños y pequeñas de sus mascotas por no pagar el tributo obligado para su registro.

Uno de estos canes se convertirá en compañero inseparable de un protagonista que apenas esboza un par de frases en toda la película, mientras lleva a cabo sus actividades diarias, centradas en el reencuentro con antiguos colegas y familiares así como en esquivar ajustes de cuentas por el presunto crimen que le llevó a prisión. La rápida sucesión de acontecimientos, muchas veces inconexos, no proporciona el ritmo necesario que su caligrafía parece prometer. Todo lo contrario, la cinta se digiere con dificultad, procurando si éxito entrar en su particular universo, a todas luces metafórico y pretendidamente intelectual, destinado a denunciar la profunda transformación de una sociedad que de una estructura medieval ha pasado al capitalismo más furioso.

Por el medio, más animales, además de los perros, deambulan por la ciudad, enclavada en el desierto de Gobi y en vísperas de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2022. Apenas logramos dejarnos seducir por sus majestuosos paisajes, fotografiados con sentido glorioso, lo que le llevó a ganar en Valladolid el premio en esa categoría, además del de mejor dirección. Su propuesta, sin embargo, se nos antoja tediosa y falta de interés, por mucho que queramos encontrar sus bondades y virtudes. Hey You, de Pink Floyd, nos ayuda en los créditos finales a reconciliarnos con lo que acabamos de ver con tanta voluntad.

NATIONAL ANTHEM Otro concepto de familia

USA 2023 96 min.
Dirección
Luke Gilford Guion Kevin Best, Luke Gilford y David Largman Murray Fotografía Katelin Arizmendi Música Nick Urata y Perfume Genius Intérpretes Charlie Plummer, Eve Lindley, Rene Rosado, Mason Alexander Park, Robyn Lively, Joey DeLeon, Lee Knight, Fernando Casablancas, Mark Silversten Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2024; en Estados Unidos 12 julio 2024

Recuperamos este título no estrenado oficialmente en España, pero que se pudo ver en el último Festival Andalesgai. Para su debut en el largometraje, Luke Gilford ha adoptado un estilo fresco, natural y desenfadado para contarnos la estimulante historia de Dylan, un joven cowboy de Nuevo México que descubre que otra vida es posible cuando conoce a una utópica familia queer en un rancho al que acude para trabajar. Charlie Plummer, a quien conocimos como nieto de Christopher Plummer, con quien no guarda parentesco alguno, en la película de Ridley Scott Todo el dinero del mundo, y vimos también interpretando a un romántico cowboy en Lean on Pete, pone así físico y expresividad a este joven con familia disfuncional.

Con una madre alcohólica y desinhibida y un hermano pequeño al que consagra todo su cariño y atención, la visión del mundo del joven protagonista se expande cuando conoce a este singular grupo de gais, lesbianas, drags, transexuales y travestís, a la vez que se enamora de una de ellas, Sky, todo un símbolo de belleza salvaje y libertad absoluta. Pura delicadeza y ternura, Plummer y Gilford consiguen que nos hagamos con su historia, participemos de ella y nos dejemos llevar por la belleza del paisaje, la ternura de la narración, las preciosas canciones de antaño que lidera Brenda Lee, y el ambiente decididamente country del conjunto, rodeos y karaokes incluidos.

Quienes vemos tanto cine agradecemos estas propuestas diferentes, amables y distendidas, que glorifican la bondad y la generosidad del ser humano mientras nos hacen viajar por experiencias nuevas y liberadoras, tan llenas de encanto como de ternura, especialmente viniendo de un país hoy tan al margen de estos valores y premisas fundamentales para la convivencia y la felicidad. Todo en el film respira una atmósfera relajada de amor y profunda transformación.

DIAMANTI El costurero de las reinas

Italia 2024 135 min.
Dirección
Ferzan Ozpetek Guion Gianni Romoli y Ferzan Ozpetek Fotografía Gianfilippo Corticelli Música Giuliano Taviani y Carmelo Travia Intérpretes Luisa Ranieri, Jasmine Trinca, Vanessa Scalera, Sara Bosi, Geppi Cucciari, Aurora Giovinazzo, Milena Mancini, Stefano Accorsi, Anna Ferzetti, Vinicio Marchioni, Edoardo Purgatori, Carmine Recano, Paola Minaccioni, Elena Sofia Ricci, Lunetta Savino, Carla Signoris, Kasia Smutniak, Milena Vukotic, Loredana Cannata, Lorenzo Franzin, Nicole Grimaudo, Valerio Morigi, Dario Samac Estreno en Italia 19 diciembre 2024; en España 4 julio 2025

Ferzan Ozpetek
(El baño turco, El hada ignorante o la más reciente Nuovo Olimpo) reúne a un espléndido elenco de actrices italianas y les propone un emotivo proyecto en el que el amor al cine y a las mujeres que lo hace posible, se cruzan en un taller de costura de principios de los años setenta del pasado siglo, especializado en confeccionar el vestuario de producciones cinematográficas y teatrales, y por lo tanto a trabajar con divas de la interpretación.

Un film por lo tanto de esos que rinden un tributo especial, lleno de cariño y nostalgia, en este caso a una profesión y una condición de género. Pero no queda ahí la idea, sino que el director de origen turco se empeña en darle la vuelta a la situación en general de las mujeres de la época, y de cada una en particular a través de sus anécdotas individuales, regalándoles el poder de decisión y dirección de sus vidas, y convirtiendo a los jóvenes que les rodean, secretarios, transportistas, trabajadores en general, no importa la edad que ellas tengan, en el mismo juguete sexual que las mujeres fueron en la vida real durante siglos, no importa la edad que ellos tuvieran.

Un giro de realidad que se eleva entre lo más interesante de un film que resulta demasiado impostado en la sucesión de situaciones que propone, y que persigue ese toque melancólico y elegante que acaba convirtiéndose en afectación y estéril sentimentalismo. El recuerdo a los grandes cineastas de la época, Visconti y Fellini a la cabeza, y los y las grandes diseñadoras de vestuario que lo ataviaron, se convierte, junto a la estimulante presencia de un elenco interminable, en lo más atractivo del film.

viernes, 4 de julio de 2025

LA FUERZA ARROLLADORA DE LA NOVENA

Gran Sinfónico nº 13 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Jacquelyn Wagner, soprano. Sandra Ferrández, mezzosoprano. Airam Hernández, tenor. José Antonio López, barítono. Coro Teatro de la Maestranza. Íñigo Sampil, dirección del coro. Guillermo García Calvo, dirección. Programa: Friede auf Erden (Paz en la Tierra) Op. 13, de Schoenberg; Sinfonía nº 9 en Re menor Op. 125 “Coral”, de Beethoven. Teatro de la Maestranza, jueves 3 de julio de 2025


El año pasado, cuando se presentó la temporada de la ROSS que finaliza esta semana, se celebraba el doscientos aniversario del estreno de la Sinfonía Coral de Beethoven, así como el ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Arnold Schoenberg. La orquesta hispalense quiso celebrarlo programando la celebérrima sinfonía beethoveniana junto a otra pieza de índole estrictamente coral con mensaje solidario y humanista paralelo al que pretendía el compositor alemán a partir de las palabras de Schiller. La semana que viene le tocará el turno al coro de aficionadas y aficionados organizado de forma puntual para otras dos interpretaciones de la pieza, con otra directora y diferentes solistas.

Mucho celebró el público que finalmente se decidiera interpretar Paz en la Tierra antes de la Novena, y no entre el tercer y el cuarto movimiento de la sinfonía, como fue hasta ese momento la intención inicial. No era algo descabellado, algunas batutas prestigiosas han experimentado con estas combinaciones sofisticadas que rompen la unidad de la obra principal. Sin embargo, probando en clave doméstica se percibe lo desafortunado que podría haber sido continuar con el experimento.

Lo cierto es que la obra de Schoenberg reviste una gran dificultad, lo que le obligó a componer una versión alternativa con orquesta que sirviera de punto de apoyo al sufrido coro. El del Maestranza optó por la versión original, con toda la dificultad que reviste, y los resultados fueron notables. Es verdad que García Calvo se decantó por un ritmo algo acelerado, lo que quizás enturbió en parte las texturas y líneas melódicas de una pieza que tanto bebe de los estertores del romanticismo que aún cultivaba su autor a edad temprana, como de las nuevas corrientes atonales que enrarecen y refuerzan el carácter histriónico de la obra.

Poco tardó el coro en pasar del espíritu místico del principio al más arrebatado e incluso rabioso que le sigue, combinando ambas estéticas con desigual porcentaje, primando el lado sombrío y furioso de la pieza frente al más relajado y espiritual que sugieren la mayoría de los textos en los que se apoya. De cualquier forma, el coro firmó una versión impecable.


Volumen e intensidad

Coincidió esta primera interpretación de las cuatro programadas con la clausura de la cumbre de la ONU celebrada en Sevilla, apenas cubierta por las televisiones en favor de la más morbosa y sensacionalista entrada en la cárcel de Santos Cerdán. Una coincidencia muy particular, por cuanto la obra musical apuesta por la fraternidad y la solidaridad entre los pueblos, objetivo principal y fundamental de la organización con sede en Nueva York, cuyas resoluciones, aún pareciéndonos peregrinas, debieran paliar mucho del sufrimiento que tanto asola al planeta y para el que no parece existir un antídoto inmediato.

Este latido fundamental de la música occidental encontró en el prestigioso García Calvo la mano firme y la inspiración precisa que le hiciera deambular con la fuerza arrolladora que sus premisas exigen. No hubo en su batuta capricho dionisiaco alguno, sino una contundencia y un sentido del drama y el ritmo apabullante, logrando una carga atmosférica de una densidad extrema. Así pasamos de un rabioso y autoritario allegro inicial a un scherzo más centrado en la ironía que en el juego y el artificio. Quizás resultó algo más endeble el adagio, al que faltó una pizca de ensimismamiento y unas líneas melódicas más mórbidas y estremecedoras.

Pero finalmente, el presto y su concatenación de momentos estelares seguidos del vivace, centrado en un espíritu diferente, presuntamente alegre y optimista, resultó un dechado de virtudes, con la orquesta respondiendo al máximo, la batuta segura y decidida, y el cuarteto de voces solistas rindiendo a gran nivel, especialmente un contundente José Antonio López y un Airam Hernández de hermoso y potente timbre. Sandra Ferrández, de cuya Carmen de Bieito guardamos tan grato recuerdo, quedó eclipsada por la voz airosa e híper proyectada de Jacquelyne Wagner, un defecto de coordinación que apenas enturbió el feliz desenlace de una pieza en la que, como en tantas otras ocasiones, brilló el Coro del Maestranza.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 3 de julio de 2025

JURASSIC WORLD: EL RENACER La isla de los dinofreaks

Título original: Jurassic World Rebirth
USA 2025 135 min.
Dirección
Gareth Edwards Guion David Koepp Fotografía John Mathieson Música Alexandre Desplat Intérpretes Scarlett Johansson, Mahershala Ali, Jonathan Bailey, Rupert Friend, Manuel García-Rulfo, Luna Blaise, David Iacono, Audrina Miranda, Philippine Velge, Bechir Sylvain, Ed Skrein Estreno en Estados Unidos y España 2 julio 2025


Es verdad que en verano se relajan las neuronas, y eso hace más fácil digerir productos como éste, destinado a alargar una saga bastante agotada, pero que dotado de los recursos y los talentos suficientes logra su cometido, que no es sino entretener y hacer pasar un rato tan bueno como malo, en el sentido de sufrir con las mil y una aventuras y peligros a las que se somete a su nutrido elenco. De nuevo con Spielberg en la producción, y contando con David Koepp, responsable de los dos únicos títulos dirigidos por el propio Spielberg, como guionista de este tercer lanzamiento de la saga, la cinta logra momentos inspirados y espectaculares, siempre desde una tónica que ya ni sorprende ni resulta especialmente creativa. Esta, vaticinamos, primera entrega de un tercer ciclo, tras el protagonizado por la pareja Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, arranca varios años después de que en la endeble Dominion los dinosaurios convivieran con los humanos incluso en ciudades. Aquello ni funcionó como tampoco parece lo hizo la mutación genética de algunos de ellos con fines científicos y terapéuticos. Seres mutantes que, confinados en una isla misteriosa de prohibido acceso, se convertirán en la pesadilla de dos grupos de seres humanos bien diferenciados, unos turistas y los otros mercenarios al servicio de una poderosa farmacéutica.

Pura aventura adrenalítica salpicada de humor y de continuos mensajes humanistas, desde el respeto y la admiración a la diferencia y a la población hispana residente en Estados Unidos, hasta los inevitables y necesarios mensajes ecológicos, la llamada de atención a la ambición de las grandes corporaciones, y la reivindicación de la ciencia al servicio de todos los seres humanos, independientemente de su condición. Todo muy válido dentro de un espectáculo impecable, aunque con contados disparates como el hecho de que la navegación de un mastodonte marino apenas levante el inevitable oleaje que zarandee la oportuna embarcación en peligro. Y tras la cámara alguien que ya trabajó para recrear los vaivenes del monstruo en el que se basan fundamentalmente los que abundan en esta sétima entrega del parque cinetemático, Godzilla, con resultados entonces muy por debajo de lo esperable. Mejor ahora, logrando junto a otra secuela, o mejor dicho spin-off, Rogue One, su trabajo más sobresaliente, con perdón del aplaudido debut con Monsters, una cinta humilde sobre invasiones extraterrestres. Así, donde Godzilla y semejantes nacen del apocalipsis atómico, los dinosaurios mutantes de esta película lo hacen de la alteración medioambiental del ser humano sobre la sufrida naturaleza.

Una hábil aunque trillada combinación de mensajes y aventuras que se agradece también como ejercicio nostálgico de aquellas películas de acción y misterio en tierras inhóspitas y desconocidas. Sólo el arranque ya merece la pena, con el castigo merecido de quien arroja el envoltorio de una chocolatina al suelo, a ver si así aprende una mayoría desaprensiva que hace caso omiso a las advertencias medioambientales. En el apartado estrictamente musical, Edwards echa mano de su colaborador en Godzilla, Alexandre Desplat, que se aparta así de su estilo personal para acometer otro más acorde a este tipo de superproducciones, más cercano al sonido mainstream impuesto por la industria hollywoodiense, eso sí, con citas frecuentes a los temas que John Williams compuso para los dos primeros títulos de la saga.

martes, 1 de julio de 2025

RAMÓN Y RAMÓN Padres, amigos y virus

Perú-España-Uruguay 2025 100 min.
Dirección
Salvador del Solar Guion Salvador del Solar, Héctor Gálvez y Miguel Valladares Fotografía Inti Briones Música Gabriel Casacubierta y Hernán González Villamil Intérpretes Emanuel Soriano, Álvaro Cervantes, Jely Reategui, Beto Benites, Darío Yazbek Estreno en el Festival de San Sebastián 25 septiembre 2025; en salas 27 junio 2025

Salvador del Solar ha repartido su trabajo entre la interpretación y la dirección. Hace unos años destacó relativamente con su película Magallanes, y ahora nos llega esta cinta voluntariosa y bienintencionada. Un drama familiar ambientado en pleno confinamiento por el coronavirus en Lima y zonas rurales de Perú. Una producción en parte financiada por El Deseo, con cameo incluido de Agustín Almodóvar, que pretende analizar la difícil relación, ahora imposible de retomar, entre un hijo homosexual y su padre, a la vez que fija su atención en la relación de amistad que se produce entre el joven y un vecino español, siempre desde el prisma de aquella situación especial que nos invitó a todos y todas a romper con la rutina y sentir que otra forma de vida era posible, aunque el tiempo demostrara que la ilusión era efímera.

Lástima que con premisas tan atractivas, el film deambule entre sus buenas pero malogradas intenciones, un tiempo moroso que lastra el resultado y una falta de interés que se va afianzando paulatinamente. Merece la pena quizás por su envolvente paisajismo y por sus protagonistas, especialmente un Álvaro Cervantes que se convierte en catalizador de la traumática y catártica experiencia del protagonista, Emanuel Soriano, algo más perdido e impostado que su compañero de reparto. Por lo demás, su propia falta de objetivos claros y precisos la convierten en una película irrelevante.

Quiere quizás el virus erigirse en metáfora de las relaciones tóxicas y dependientes, la falta de comprensión y empatía hacia el prójimo y la agresión que todos y todas sufrimos a causa de un sistema que monotoriza nuestros comportamientos y hasta nuestros sentimientos. Pero si es así queda muy diluido, de nuevo falto de una orientación que deje claro el objeto de un análisis que nunca llega a fructificar.