sábado, 13 de septiembre de 2025

EL CAUTIVO Las mil y una noches de Cervantes

España-Italia 2025 133 min.
Música y dirección
Alejandro Amenábar Guion Alejandro Amenábar y Alejandro Hernández Fotografía Álex Catalán Intérpretes Julio Peña Fernández, Alessandro Borghi, Miguel Rellán, Fernando Tejero, José Manuel Poga, Luis Callejo, Roberto Álamo, Albert Salazar, Luna Berroa, César Sarachu, Jorge Asín, Mohamed Said, Juanma Muniagurria Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2025; en salas 12 septiembre 2025


Seis años después de
Mientras dure la guerra y tras el paréntesis televisivo de La fortuna, Amenábar nos presenta un proyecto que se antoja tremendamente personal, por cuanto construye alrededor de hechos extraídos de la vida de Cervantes, una fantasía y un delirio homoerótico, no obstante basado en indicios bastante plausibles del periplo del autor de El Quijote en tierras argelinas. El relato se circunscribe a los casi cinco años que Cervantes pasó en una cárcel de Argel, bajo la atenta e interesada mirada del Bajá o gobernador de la ciudad. Su pasado como condenado por un duelo ilegal, su exilio en Italia y su apresamiento por corsarios árabes, son episodios de su vida que surgen a través de pautas de guion bien integradas en la narración, y que el propio escritor documentó en relatos como El licenciado Vidriera, El trato de Argel o La Galatea. A partir de ahí asistimos a su cautiverio, sus intentos de fuga y la fascinación que ejerce sobre su carcelero, el Bajá. Una atracción que no parece descabellada a juzgar por las veces que éste pasó por alto su autoría de los intentos de fuga perpetrados junto a varios de sus compañeros de encierro.

La libertad imperante en una cultura, la árabe, que con el paso de los siglos ha ido evidenciando gigantescos pasos atrás, da pie a una exagerada galería de personajes y conductas homosexuales a lo largo y ancho de la ciudad mediterránea. Mientras, Cervantes se antoja como una suerte de Sherezade que se gana la confianza y la compasión de su señor a fuerza de relatos e ingenio, ganando tiempo para él y los suyos, entre quienes se encuentran el sacerdote Antonio de Sosa, quien cuenta esta historia en primera persona, y a quien da vida un entregado Miguel Rellán, así como otro sacerdote de inclinaciones más perversas, Juan Blanco de Paz, interpretado por Fernando Tejero. La película goza de un primer tercio en el que Amenábar acierta a plasmar con emoción y respeto el arte de contar historias, ya sea a través de la literatura, el teatro o el cine, y la necesidad que tenemos de oírlas o vivirlas, por mucho que nuestras experiencias también puedan ser extraordinarias. Sin embargo, continúa por derroteros más convencionales, como si faltase imaginación y todo transcurriera con trazo grueso y gramática impostada, especialmente cuando se descubre que lo que de verdad interesa a su atribulado director es la historia de amor que imagina entre Cervantes y el Bajá, rodada eso sí con delicadeza y suma elegancia.

No nos cabe duda de que el director de Los otros sabe contar historias y enganchar al público, incluso cuando emergen decepciones como las apuntadas. Pero el intenso trabajo de investigación, y cómo ha integrado episodios que dan buena cuenta de la biografía completa del homenajeado hasta regresar a España y antes de escribir su obra maestra, no da los frutos deseados, no resulta convincente y malogra lo que podría haber sido una mejor semblanza de Cervantes antes de que cambiara su segundo apellido, Cortinas, por Saavedra, quizás por cómo lo llamaba la gente de Argel, shaibedraa, traducido como tullido por su condición de manco. Hay además a lo largo de la cinta, secuencias que rozan el ridículo, si no lo pasan directamente, potenciados por una banda sonora que aunque inspirada y en estilo, del propio Amenábar, a veces resulta ampulosa. Con todo, sorpende comprobar cómo hasta los episodios más reales pueden parecer a veces completamente ficticios

viernes, 12 de septiembre de 2025

ESFUERZO TITÁNICO PARA LA RESURRECCIÓN DE MAHLER

Concierto nº 1 del Ciclo Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Emöke Baráth, soprano; Emily D’Angelo, mezzosoprano; Coro Teatro de la Maestranza; Joven Coro de Andalucía; Marco García de Paz, director de coro; Lucas Macías, dirección. Programa: Sinfonía nº 2 en Do menor, de Mahler. Teatro de la Maestranza, jueves 11 de septiembre de 2025

Lucas Macías al frente de la Real Sinfónica de Sevilla

Intensa, dramática, hermosa, variada… son algunos de los adjetivos que encajan en la que muchos consideran la más inspirada de las páginas sinfónicas de Gustav Mahler, con perdón de la novena y sin menosprecio de la descomunal número ocho o Sinfonía de los Mil, todavía inédita en los atriles de la Sinfónica de Sevilla. A esos adjetivos se ciñó en la medida de sus posibilidades la dirección atenta, responsable y extremadamente disciplinada del director y oboísta onubense Lucas Macías.

Se trata de la Sinfonía nº 2, también conocida como Resurrección, la elegida por el nuevo director titular de la orquesta para inaugurar ese ciclo sinfónico que constituye la columna vertebral de la programación del conjunto hispalense. Una obra concebida como un duelo entre la muerte y la esperanza en forma de vida eterna, entendida en términos litúrgicos o celestiales, no como pretenden en la actualidad algunos de los mandatarios más impresentables del orbe mundial.

Por ello se inicia con una suerte de marcha fúnebre en la que ya se atisban las características que habrán de imperar en el resto de la descomunal pieza, y a las que la batuta intentó plegarse con absoluta fidelidad. Cierto que los tempi se relajaron en cierta medida, llegando a superar versiones antológicas como la de Klemperer de 1961, más rápida y enérgica, pero sin llegar a la más premiosa de un, por ejemplo, Leonard Bernstein. Tampoco alcanzó Macías la tensión y la gravedad de los citados, y con todo logró construir una versión más que aceptable, impecable a nivel técnico y bastante lograda a nivel expresivo.

Un verdadero trabajo de equipo

Perfecta para arrancar la temporada, la Segunda de Mahler pone a prueba eso que denominamos trabajo en equipo, llegando a exigir de cada familia orquestal una conjunción de esfuerzos e intenciones que logre que tantas voces suenen al unísono, con toda la fuerza y la compenetración que sea posible. Esto lo extrajo perfectamente Macías del numeroso personal convocado, a quienes se unieron las voces perfectamente ensambladas de solistas y coro, dos para más señas, con las dificultades añadidas que eso entraña, logrando ese efecto de equipo bien avenido que en una pieza como ésta es más meritorio conseguir.

Macías estuvo atento a cada uno de los contrastes que abundan en una página que alterna los pasajes más bellos con los más violentos y turbulentos, presentes desde los primeros acordes. Faltó una mayor dosis de belleza en el idílico andante moderato, y no llegó a exprimir todo el fuego presente en el infernal tercer movimiento, donde sin embargo sí dominó su marcado ritmo y frecuentes disonancias.

Emily D'Angelo

Nos sorprendió gratamente la voz gruesa y aterciopelada de la mezzo canadiense Emily D’Angelo, una presencia portentosa que acarició con su voz, a pesar de exhibir un leve vibrato, el lied Urlicht que transita entre el tercer movimiento y al apoteósico final.

Un quinto movimiento que se presenta como toda una sinfonía independiente estructurada en diversos episodios, de nuevo presididos por continuos contrastes y un trabajo muy exigente en los metales y la percusión, un ir y venir de trompas fuera y dentro del escenario, causando un fuerte impacto sensorial. Echamos en falta, sin embargo, un mayor calado emocional y más énfasis en la belleza de sus pasajes más arrebatados.

No cabe duda, sin embargo, de que el descomunal cuarto de hora final se salvó muy positivamente. La intervención impecable de la soprano húngara Emöke Baráth y de Emily D’Angelo potenció el carácter místico de la pieza, gracias a unas aportaciones muy en estilo, tan espirituales. La del coro fue directamente una aportación celestial, mientras el progresivo apasionamiento de la orquesta logró una conclusión épica, tan del gusto de un público deseando aplaudir a rabiar.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

fOTOS

EDDINGTON Covid y crisis como caldo de cultivo para la extrema derecha

USA 2023 145 min.
Guion y dirección
Ari Aster Fotografía Darius Khondji Música Bobby Krlic y Daniel Pemberton Intérpretes Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Deirdre O’Connell, Luke Grimes, Michael Ward, Emma Stone, Austin Butler, Amélie Hoeferle, Clifton Collins jr., William Belleau, Cameron Mann, Matt Gómez Hidaka Estreno en el Festival de Cannes 16 mayo 2025; en Estados Unidos 18 julio 2025; en España 12 septiembre 2025

De la estrella luminosa y llena de esperanza que atisbamos en las excelentes Hereditary y Midsommar, pasamos al desconcierto con Beau tiene miedo, agudizado ahora con este último trabajo de Ari Aster, tan difícil de encasillar como de digerir. Parece presentarse como una comedia negra, pero cuesta reírse de la avalancha de espejismos dolorosos que plantea, toda una acumulación de males a los que nos hemos acostumbrado en el cuarto que llevamos de siglo. La pandemia surge aquí como caldo de cultivo para espantos como 
el MAGA (Make American Great Again), tratado en forma de sátira sobre, a lo que se une una crónica de todo aquello que venimos sufriendo la humanidad, de las guerras genocidas a los bulos mediáticos, pasando por ataques con drones, crímenes policiales de carácter racista o el negacionismo sistemático a tantas cuestiones que nos acucian y degradan.

Cuesta trabajo tomarse a risa cada una de las barbaridades de este nuevo western contemporáneo en el que se ilustran temas como la anti-inmigración o esas recomendaciones gubernamentales relativas a males endémicos como la pandemia, fenómeno reciente en el que se ambienta esta cinta que vira progresivamente hacia la inevitable violencia a la que no parece querer renunciar el cine estadounidense. Con todo, cabe apreciar personalidad e intencionalidad en un cineasta a quien nos resistimos retirar nuestra confianza.

El tono épico que ha sabido impregnar a esta terrible historia de poder, incompetencia y violencia, en parte logrado por un descomunal reparto, especialmente el extraordinario trabajo de Joaquin Phoenix, protagonista indiscutible frente al resto de un elenco que casi le sirve de comparsa. Si a esto añadimos un cuidado trabajo de dirección artística y la maldad sibilina que sabe impregnar Aster al conjunto, queda probado el talento de un director a quien no parece pesarle su fama de renovador, aunque con sus dos últimos films está consolidando la incómoda etiqueta de pretencioso. No ayuda a disfrutar más y mejor con su propuesta su excesivo metraje, mientras su presunto mensaje crítico y deslegitimador se nos antoja algo más indefinido de lo conveniente.

martes, 9 de septiembre de 2025

MAGAZINE DREAMS Un cuerpo incómodo

USA 2023 124 min.
Guion y dirección
Elijah Bynum Fotografía Adam Arkapaw Música Jason Hill Intérpretes Jonathan Majors, Haley Bennett, Taylour Paige, Michael O’Hearn, Harrison Page, Harriet Sansom Harris, Bradley Stryker, Craig Cackowski Estreno en el Festival de Sundance 20 enero 2023; en Estados Unidos 21 marzo 2025; en España (no en Sevilla) 5 septiembre 2025


Premio Especial del Jurado en Sundance en 2023, Magazine Dreams no conoció su estreno comercial hasta hace unos meses, debido a los problemas con la justicia de Jonathan Majors, su protagonista, cuando fue condenado por maltrato a su pareja. Desde entonces no ha vuelto a trabajar. Antes, había protagonizado películas como The Last Black Man in San Francisco, el western Más dura será la caída, el drama bélico Devotion: Una historia de héroes o la tercera entrega de Creed, el relevo de Rocky. También llegó a formar parte del universo Marvel, gracias a su participación en la serie de televisión Loki. Por su parte, el director afroamericano Elijah Bynum dirigió a Timothée Chalamet en Noches de verano, justo antes de que se convirtiera en un actor cotizado gracias a su papel en Call Me by Your Name.

Entre los créditos de Bynum figura haber coescrito el guion de La liberación, película de terror dirigida por Lee Daniels (Precious). Con estas credenciales, Magazine Dreams se presenta ahora, dos años después de su estreno festivalero, como una incómoda película acerca del culturismo y los sacrificios a menudo malsanos que hay que atravesar para convertirse en portada de revista, como sueña su protagonista. Majors da vida a un joven con graves trastornos mentales causados en su mayoría por la ingesta incontrolada de sustancias químicas con las que potenciar su vigorexia. Trastornos que se traducen en una notable incapacidad para relacionarse con otros seres humanos, una violencia descontrolada cuando sufre algún contratiempo, y una obsesión inusitada por su ídolo, un Michael O’Hearn que presta su exagerado físico incluso para llevarle a comportamientos que le generan un ambiguo despertar a la sexualidad.

El acierto de Majors y Bynum consiste en poner en escena una serie de secuencias que no hacen sino incomodar al espectador, fundamentalmente al carácter controvertido, un punto autista, del protagonista. A partir de ahí, juntos logran construir un particular alegato contra el uso indiscriminado de drogas y dietas, logrando así la efectividad que a buen seguro persigue la cinta. Más impresentable en la vida real que en su otro cinematográfico, a pesar incluso de sentar las bases para un posible asesino de masas de esos que tanto proliferan en Estados Unidos, Majors exhibe un físico rotundo en este film repetimos ciertamente incómodo y soterradamente violento.

lunes, 8 de septiembre de 2025

EL TALENTO Virtuosa de clase alta

USA 2025 103 min.
Dirección
Polo Menárguez Guion Fernando León de Aranoa y Polo Menárguez, según la novela “La señorita Else” de Arthur Schnitzer Fotografía José Martín Rosete Música Carla F. Benedicto Intérpretes Ester Expósito, Pedro Casablanc, Mirela Balic, Juan Pablo Fuentes, Rocío Muñoz Cobo, Sonia Almarcha, Marta Aledo, Clara Sans, Carlos Suárez, Itziar Manero, Diego Niski Estreno 5 septiembre 2
025

El escritor vienés Arthur Schnitzer empeñó a fondo su propio talento para atacar y diseccionar la decadente clase alta de la sociedad que le tocó vivir, allá por finales del siglo XIX y principios del XX. Sus reflexiones recibieron acertadas adaptaciones por parte de directores tan reputados como Stanley Kubrick (Eyes Wide Shut) o Max Ophuls (La ronda). En otras ocasiones, sus novelas sufrieron adaptaciones tan pobres y superficiales como las que realizaron directores como, por ejemplo, Roger Vadim. La que Fernando León de Aranoa y el director de El plan han llevado a cabo se queda en medio, aunque aprovechando más para criticar cuestiones de actualidad como la resistencia de la mujer a considerarse como un objeto sexual, que la decadencia de las clases altas, en cuyo seno también se ambienta esta especie de parábola (no en vano se cita la del sacrificio de Isaac a manos de su padre Abraham).

Realizada con cierto toque de elegancia, cuenta con la ayuda de unas buenas interpretaciones, en especial del siempre eficiente Pedro Casablanc y la joven Ester Expósito como talentosa y prometedora virtuosa del violonchelo, liberada ya de la etiqueta Élite, tras protagonizar Venus y El llanto, aunque aquí le acompañe otra de las protagonistas de aquella serie, Mirela Balic, en modo Cameron Diaz. Lástima que el suculento material de arranque vaya desdibujándose conforme avanza el film, con personajes tan estereotipados como los niñatos de la fiesta que sirve de escenario a casi toda la función, y otros directamente indefinidos y a la postre desaprovechados, como el de la omnipresente camarera de piso.

Sin embargo, la cinta cobra fuerza hacia el final, aunque con cierto sabor a guion forzado que lastra su discreto poder de atracción. Entre las torpezas del libreto destaca la visita del personaje de Casablanc a la piscina, totalmente inoportuna y fuera de lugar. En el camino se queda, por lo tanto, su presunto análisis de la degeneración y desgaste de esa clase que nada con toda su fuerza para hacerse valer y volver a disfrutar de los privilegios de antaño. Supone, a pesar de todo, un salto cualitativo del director frente a su anterior trabajo de ficción, ese Plan que se nos antojaba flojito y de poquito interés.

DEL CIELO AL INFIERNO El ritmo de Nueva York

Título original: Highest 2 Lowest
USA 2025 133 min.
Dirección
Spike Lee Guion Alan Fox, según la novela “King’s Ransom: An 87th Precinct Mystery” de Evan Hunter Fotografía Matthew Libatique Música Howard Drossin Intérpretes Denzel Washington, Jeffrey Wright, Ilfenesh Hadera, A$AP Rocky, Dean Winters, Michael Potts, Aubrey Joseph, Elijah Wright, Rick Fox, Allison Worrell Estreno en el Festival de Cannes 19 mayo 2025; en Estados Unidos 15 agosto 2025; en Apple TV+ 5 septiembre 2025


Sería injusto reducir la nueva película de Spike Lee a un remake desventajado del clásico de Akira Kurosawa El infierno del odio. En realidad se trata de una nueva adaptación de una novela de Evan Hunter titulada King’s Ransom: An 87th Precinct Mystery, que fue llevada a la televisión en 1962, tres años después de su publicación, en 1963 sirvió al genio japonés para hacer un policiaco ligeramente inspirado en el original, y aún conocería en 2023 una nueva adaptación, esta vez como serie de televisión dirigida por Steven Soderbergh. Hunter ha conocido más de una veintena de adaptaciones de sus novelas, desde Semilla de maldad de Richard Brooks a Laberinto mortal de Claude Chabrol, pasando por Los jóvenes salvajes de John Frankenheimer, Un extraño en mi vida de Richard Quine o La mujer sin rostro de Delbert Mann, sin olvidar que adaptó Los pájaros de Daphne Du Maurier para Hitchcock.

Podríamos intuir que esta nueva versión, presentada fuera de concurso en Cannes y estrenada en una plataforma digital, con producción entre otros de A24, con lo que poco a poco va ampliando su esfera de actuación desde el terror original, sirve al director de Infiltrado en el KKKlan para llevar a cabo también su particular y libre adaptación, centrándose en dos homenajes muy específicos, a la ciudad de Nueva York, su luz, sus calles, su diversidad racial y cultural y su vibrante vida. Por otro lado, sirve también como rendido homenaje a la música soul, al jazz, el funky, el rap y todas las corrientes que han hecho grande a la música negra, de James Brown a Stevie Wonder, pasando por Aretha Franklin, aunque no todos los citados suenen en su portentosa banda sonora, aderezada con la majestuosa música original de Howard Drossin, las rítmicas improvisaciones de Fergus McCreadie, el rap de A$AP Rocky y el son latino de Eddie Palmieri, estrella invitada en el film poco antes de dejarnos el pasado mes de agosto.

La ciudad, el ritmo y la luz sirven como telón de fondo para una trepidante historia de secuestros y persecuciones, algunas antológicas, más cerca del cine de los setenta, lo que garantiza un mayor realismo frente a las increíbles acrobacias generadas que se generan por ordenador. Y en la base también una reflexión sobre el poder y el dinero, pero sobre todo sobre la dignidad, la generosidad y la responsabilidad, quizás no tan profunda como se quisiera, pero de cualquier forma suficientemente clara y efectiva. Al fin y al cabo se trata de un entretenimiento épico, vibrante y espectacular, y nada de eso se le puede negar, como tampoco que Denzel Washington hace una de sus interpretaciones antológicas y el resto del elenco le acompaña con gracia y acierto.

domingo, 7 de septiembre de 2025

ROMERÍA Un mar de silencios

España-Alemania 2025 115 min.
Guion y dirección
Carla Simón Fotografía Hélène Louvart Música Ernest Pipó Intérpretes Llúcia García, Mitch, Tristán Ulloa, Celine Tyll, Myriam Gallego, Janet Novás, José Ángel Egido, Sara Casanovas, Marina Troncoso, Alberto García Estreno en el Festival de Cannes 21 mayo 2025; en salas 5 septiembre 2025


Hay muchos y muchas realizadoras que cuando abordan su primer largometraje, fijan su atención en episodios íntimos y autobiográficos. El caso de Carla Simón va más allá, porque lleva tres películas analizando sus propias experiencias, y no le ha ido nada mal. Su infancia a través de aquel Verano 1993 que le valió un alto reconocimiento en los Goyas de 2017; en Alcarrás nos llevó al campo de su familia materna, y la gesta le valió el Oso de Oro en Berlín; y ahora, con Romería, ilustra su peregrinaje desde Cataluña a Galicia para conocer y reivindicar a su familia paterna, desvelando en el camino secretos del pasado y fantasmas de la incomprensión, lo que le ha permitido entrar en la sección oficial de Cannes.


Romería
ofrece una galería de personajes como pocas veces hemos disfrutado en nuestro cine, recordando en cierta medida a aquella impecable En la ciudad sin límites de principios de siglo. Pero Simón opta por esa estética premeditadamente descuidada que identifica al cine de carácter independiente, frente al depurado academicismo que mostraba Antonio Hernández. Quizás de haber aprovechado los generosos recursos que una corta pero tan estimulante filmografía a buen seguro le habrá reportado, nos encontraríamos frente a una cinta más lograda, un mejor trabajo de sonido que no lastrase algunos de sus diálogos, y un acabado más aseado en cuestiones tan fundamentales como la banda sonora o la propia imagen, a pesar de esos elocuentes injertos de grabación doméstica.

Con todo, la excelente interpretación de todos los personajes de la cinta, especialmente la joven debutante Llúcia García, cuyo desdoblamiento constituye la única y muy lograda apuesta técnica de la función, la réplica que le da esa suerte de Pancho que es Mitch, y el magnífico trabajo de Simón tanto al guion, convenientemente estructurado a dos tiempos, como a la realización, precisa y con los objetivos muy controlados, logran un trabajo que nos va progresivamente enganchando. Queda ahí, estupendamente plasmada, la hipocresía de una clase alta proclive al silencio y a tapar supuestas vergüenzas, cuando la mayor desvergüenza consiste en negar lazos familiares y comprar con dinero lo que el pudor y el sentimiento no es capaz de enmendar.

Pero Romería no es sólo un ajuste de cuentas con aquellos episodios oscuros de nuestro pasado, con esa transición también ennegrecida por la época, sus vicios y virtudes, sino que exhibe una hermosa historia de amor a dos bandas, en un pasado próximo y otro remoto, que genera una secuencia casi onírica en la que la imaginación se desborda para ofrecer una película dentro de la película tan atractiva como estimulante. Y dentro de ella una sorpresa en forma de número musical que escenifica lo que durante aquella década de los ochenta fue una tragedia a todos los niveles, y que a la postre sirve como mcguffin en una película a la que de verdad lo que interesa es la familia, el descubrimiento y la fuerza de una joven de dieciocho años con ideas mucho más claras, una personalidad más definida y una conciencia de género mucho más asentada de la que pudiera presumir su progenitora en aquella década presuntamente prodigiosa. Y todo ello frente a los prodigiosos paisajes de la Ría de Vigo.