jueves, 15 de mayo de 2025

UNA QUINTA PORTUGUESA y un piso en Barcelona

España-Portugal 2025 114 min.
Guion y dirección
Avelina Prat Fotografía Santiago Racaj Música Vincent Barrière Intérpretes Manolo Solo, María de Medeiros, Branka Katic, Rita Cabaço, Ivan Barnev, Luisa Cruz, Rui Morrison, Xavi Mira, Bianca Kovacs Estreno en el Festival de Málaga 17 marzo 2025; en salas 9 mayo 2025

Avelina Prat
sorprendió hace un par de años con Vasil, crónica de una mente prodigiosa lastrada por la condición de indigente refugiado en Valencia, producto de la infame situación política y social de su país, Bulgaria. Pero aquella declaración de buenas intenciones se quedaba un poco corta a la hora de llegar al público y convencer de sus indudables bondades. Ahora insiste en analizar ese universo de vidas lastradas por una geografía injusta en la que impera la desigualdad y la falta de oportunidades, pero con un objetivo distinto y una vocación más universal en todos los sentidos, especialmente en lo que a sentimientos se refiere.

En éste su segundo largometraje la directora valenciana se adentra en el fascinante mundo de la fábula a través del siempre atractivo tema de la suplantación y la búsqueda de una nueva vida. Un renacer que parte de una situación no querida, sobrevenida, y que luego de forma más o menos natural va orientándose hacia una nueva luz, una perspectiva diferente de la vida y la posibilidad de encontrar la felicidad de la forma quizás menos previsible. Un juego de espejos para el que la realizadora hace acopio de delicadeza y elegancia, regalándonos una hermosa película, romántica y evocadora, bañada por el encanto, la calma y la luz del país vecino en su vertiente más rústica y amable.

El tratamiento literario del conjunto y el magnífico trabajo de su trío protagonista, logran redondear este perfecto pretexto para dejarse llevar por la vertiente más amable y apacible del ser humano, esencial para recuperar la confianza en nosotros y nosotras mismas. El descubrimiento de la sin embargo veterana actriz serbia Branka Katic, todo encanto y luminosidad, la hermosa madurez de María de Medeiros y la solidez labrada a lo largo de los años de un insuperable Manolo Solo, funcionan por sí solos como atractivos para dejarse atrapar por esta preciosa propuesta mediterránea.

EL CIELO DE LOS ANIMALES La espera de lo inevitable

España 2025 81 min.
Guion y dirección
Santi Amodeo, según las historias de David James Poissant Fotografía Leonardo Hermo Música Marcos Amodeo Intérpretes Raúl Arévalo, Paula Díaz, África de la Cruz, Claudio Portalo, Manolo Solo, Jesús Carroza Estreno en el Festival de Málaga 20 marzo 2025; en salas 9 mayo 2025

Tras un decepcionante paréntesis comercial con ¿Quién mató a Bambi? y la algo menos malograda Yo, mi mujer y mi mujer muerta, el director sevillano Santi Amodeo recuperó su estilo rebelde y a contracorriente con Las gentiles, donde bautizaba artísticamente a Paula Cruz, una de las protagonistas de su nueva película. Se trata de la adaptación de varios relatos cortos del escritor estadounidense David James Poissant, combinando hábil e ingeniosamente un estilo narrativo afín a la realidad con otro que nos transporta al mundo de los sueños y la fantasía.

De esta forma, nos presenta tres historias en las que la espera de lo inevitable se hace muy presente, y donde la promesa de una vida más allá de la terrenal convive con la presencia de un particular animalario que anima cada relato y le proporciona su particular esencia. Por lo tanto lo del título no es un capricho ni una extravagancia, sino que configura a grandes rasgos la intención y el contenido de alguna forma psicoanalítico de esta extravagante aventura en tres episodios.

La fuerza de la puesta en escena, aparentemente austera pero inteligentemente articulada para generar cierto enrarecimiento y una mirada algo marciana del conjunto, logra que temas como la pérdida, la volatilidad del ser humano y, sobre todo la tensa evidencia de la muerte, se hagan dueños de la función. Brillan en el conjunto las interpretaciones de su elenco, especialmente Manolo Solo y Jesús Carroza, que interpretan el tercero de los relatos, el que aporta la dosis de comedia que este tipo de proyectos necesita.

miércoles, 14 de mayo de 2025

ENEMIGOS Dulce venganza

España 2025 103 min.
Dirección
David Valero Guion David Valero y Alfonso Amador Fotografía Alberto Pareja Música Steve Lean Intérpretes Christian Checa, Hugo Eelzel, Estefanía de los Santos, Luna Pamiés, José Manuel Poga, José María Peinado, Sara Vidorreta Estreno en el Festival de Málaga 15 marzo 2025; en salas 9 mayo 2025


Aunque pueda parecer otra película de contenido social con barrios marginados y problemas en la calle, en la línea de José Antonio de la Loma o Eloy de la Iglesia, perpetuado en este siglo por directores como Alberto Rodríguez o Achero Mañas, se trata en realidad de una película difícil de encasillar. Podríamos considerarla un cuento moderno, un entretenimiento bien urdido con ínfulas educativas; en definitiva, una cinta a la que resulta difícil resistirse y a la que preocupa hacerle una mala crítica. Lo peor es que apenas se puede contar ni de qué va, limitándonos a esbozar su argumento como la historia de una venganza diferente, en cierto modo edificante y reveladora.

Claro que para llegar a ese resultado, su director, curtido fundamentalmente en el cortometraje y algún documental, siendo éste su primer largometraje de ficción, ha tenido que colmarse de valor e ingenuidad. De esta forma lo que queda es un producto con muy buena voluntad, con valores positivos y educativos, pero algo lastrado por un exceso de ingenuidad infantil. Una inocencia que, por otro lado, constituye también un aliciente. No cabe duda de que Valero y su coguionista se lo han trabajado bastante al dotar su amable y original propuesta de una buena estructura narrativa y un hilo conductor a través de la música y la poesía callejera, en definitiva el rap.

Cabe destacar como artífices indiscutibles del buen resultado de la operación a su reparto, encabezado por Christian Checa, a quien descubrimos en el debut en la dirección de Juan Diego Botto, En los márgenes, y Hugo Welzel, que interpretó un personaje también difícil en la miniserie El hijo zurdo. Junto a ellos cumplen sus funciones con esmero y dedicación los andaluces Estefanía de los Santos y José Manuel Poga, junto a la joven encantadora Luna Pamiés, en su segundo trabajo tras El agua. Ambientada en los supuestos barrios marginales de Alicante, su banda sonora y buena ambientación logran que se deguste con interés y curiosidad.

miércoles, 7 de mayo de 2025

SEPTIEMBRE DICE Las hermanas tóxicas

Título original: September Says
Irlanda-Reino Unido-Alemania-Francia-USA 2024 100 min.
Guion y dirección
Ariane Labed, según la novela de Daisy Johnson Fotografía Batlhazar Lab Música Johnnie Burn y Molly Nilsson Intérpretes Mia Tharia, Pascale Kann, Rakhee Thakrar, Shane Connellan, Barry John Kinsella, Cal O’Driscoll Estreno en el Festival de Cannes 21 mayo 2024; en Irlanda 21 febrero 2025; en España 30 abril 2025


Con muchas películas a sus espaldas como actriz protagonista o secundaria, Ariane Labed debuta como directora de largometrajes con esta curiosa película que aspira a ser perturbadora para simplemente quedarse en algo distinto y entretenido. Se nota la influencia de su marido, Yorgos Lanthimos, que junto a Athina Rachel Tsanbin, bajo cuyas órdenes debutó en 2020 con Attenberg y ganó el premio a la mejor actriz en Venecia, se han erigido en principales artífices de su carrera cinematográfica, que se completa con otros y otras directoras inscritas también en este cine que podríamos denominar bizarro, y con los que ha recorrido media Europa, siendo ella mitad griega mitad francesa.

En Septiembre dice adapta una novela de Daisy Johnson sobre la compleja relación entre dos hermanas influidas por una madre diferente, mujer artista e independiente con una forma muy particular de ver la vida y el mundo en el que vivimos. Pero incluso a ella se escapa esa relación tan deforme y particular que informa a las dos jóvenes, de dominación no exenta de sadomasoquismo, pero también de protección y una férrea colaboración que va tejiendo poco a poco un especial trastorno en la supuestamente más débil.

El acoso escolar o el despertar a la sexualidad se van constituyendo en episodios más o menos sólidos que en su conjunto conforman una película que se deja ver como experiencia diferente y entretenida. Una cinta que acaba en su discruso y su narrativa siendo más convencional de lo que en principio podría parecer, pero que a la larga no aporta gran cosa ni parece tener claro su horizonte, aunque en el camino algún que otro giro pueda hacer las delicias de quienes buscan lo inesperado en las historias de alguna forma extraordinarias.

domingo, 4 de mayo de 2025

LA BUENA LETRA La mujer prudente y los sueños robados

España 2025 110 min.
Guion y dirección
Celia Rico Clavellino, según la novela de Rafael Chirbes Fotografía Sara Gallego Música Marina Alcantud Intérpretes Loreto Mauleón, Enric Auquer, Roger Casamajor, Ana Rujas, Teresa Lozano, Sofía Puertas, Gloria March Estreno en el Festival de Málaga 14 marzo 2025; en salas 30 abril 2025


Tercer largometraje de la sevillana Celia Rico Clavellino, que después de centrar su atención en las relaciones maternofiliales (Viaje al cuarto de una madre, Los pequeños amores), realiza su primera adaptación literaria y película de época, concretamente la inmediata posguerra española. Loreto Mauleón, por fin en un papel protagonista tras sorprendernos en trabajos como Patria, da vida a una mujer cuyo único fin y objetivo en la vida parece ser trabajar sin descanso, única manera de mantener el equilibrio en uno de tantos hogares destrozados anímicamente por la guerra. Todo se desarrolla en un pueblo de interior valenciano, uno de tantos lugares en los que la difícil convivencia entre vencidos y vencedores se desarrolla en un ambiente de miseria y falta de recursos tan palpable como la tristeza que todo lo inunda. Mauleón da vida a una joven ama de casa que pone toda su voluntad y talento al servicio de cada tarea que se propone, ya sea cocinar, coser, educar a su hija… trabajar sin descanso como único motor de quien, como a tantas otras personas, la guerra y la sinrazón le han robado los sueños y la esperanza. Una forma, en definitiva, de engañar y engañarse a sí misma, sin buscar otros horizontes, que quizás le hayan sido prohibidos.

Siguiendo un patrón de cine costumbrista, clásico y pictórico, evidente por ejemplo en el tratamiento de su principal personaje, la directora y autora del guion consigue sumergirnos en el ambiente, vivirlo como si estuviéramos ahí, sin buscar tanto la emoción como la complicidad, e incluso la perplejidad ante algo que creemos conocer de sobra pero que nunca resulta suficiente recordarlo, quizás con el fin de que las nuevas generaciones sepan de verdad lo que puede llegar a destruir el fascismo, la negrura, la falta de compasión y de humanidad que acarrea. La película se estructura en capítulos que siempre hacen alusión a Ana, la mujer prudente que todo lo observa, y nosotros y nosotras con ella, con esa buena letra que imprime a todos sus quehaceres, sin salirse del renglón, procurando no decepcionar a nadie, aunque a ella haga tiempo que le decepcionó la vida. La llegada de una segunda mujer, su cuñada, insuflará de aire fresco y provocación su rutina marchita y organizada, quizás para revolucionarla y lograr que se haga preguntas y quién sabe si resolverlas.

Todo siempre desde la observación, la discreción y esa misma prudencia que lidera la vida de la joven y abnegada protagonista, una de tantas madres que quedaron en el triste recuerdo de un país al que cuarenta años de dictadura aún hace mella. Celia Rico desborda talento en esta su tercera película, para la que una mención especial en el Festival de Málaga se le queda manifiestamente corta, mientras revela que entre sus grandes referentes se encuentra Víctor Erice, para quien los recuerdos familiares del pasado, incluidas esas canciones que emergen de la radio y esos bailes que coronan una primera comunión tan en paralelo a El sur, tanto marcaban en su cine como lo hacen en el de esta imprescindible directora de Constantina.

LA HISTORIA DE SOULEYMANE La maquinaria de la impotencia

Título original: L’histoire de Souleymane
Francia 2024 92 min.
Dirección
Boris Lojkine Guion Boris Lojkine y Delphine Agut Fotografía Tristan Galand Intérpretes Abou Sangare, Nina Meurisse, Younoussa Diallo, Amadou Bah, Emmanuel Yovanie, Alpha Oumar Sow, Keita Dialo Estreno en el Festival de Cannes 13 mayo 2024; en Francia 9 octubre 2024; en España 30 abril 2025


En su tercer largometraje como director, Boris Lojkine insiste en su particular fascinación por el drama africano, pero esta vez en lugar de viajar al castigado continente (Hope, Camille), se centra en las calles parisinas, donde un inmigrante sin papeles prepara su examen para lograr el reconocimiento de refugiado político, a la vez que recorre sin descanso las calles de la capital francesa llevando pedidos de comida en su bicicleta. La película no disimula su aspecto semi documental mientras estructura su narración en tres tiempos bien reconocibles. Un primero en el que se presenta el personaje, su objetivo y su preparación, centrándose fundamentalmente en ese ir y venir sin tregua por las calles nocturnas de pedido en pedido, con peaje en varias situaciones puntuales que tejen bajo un prisma preciso y casi esquemático el universo al que se enfrenta cada noche. 
En un segundo tiempo, nos introduce en las desavenencias con la gente de su propia raza y condición, problemas de carácter económico, mafias básicas en las que preparar un examen o disfrutar de una cuenta para trabajar como repartidor, tienen su precio. Y en el tercero, finalmente este héroe anónimo, carne de supervivencia, se enfrenta a la tan temida entrevista.

Y durante todo el periplo vamos conociendo historias de solidaridad, una maquinaria con la que hoy cuentan las grandes ciudades de nuestro entorno, con la que se intenta paliar en la medida de lo posible la grave situación que sufren cada día millones de inmigrantes y refugiados de todo el mundo, evidenciando cierta impotencia y desgaste humano. Asistimos también al proceso de renuncia que experimenta el protagonista, un joven Abou Sangare que con este papel logró el pasado año premios de interpretación en los Cesar, Cannes, Gijón y los Premios Europeos del Cine.

Lojkine imprime ritmo y pasión a un trabajo impecable en sus idas y venidas, que nos hace partícipes de las desventuras del joven guineano, aunque en el desarrollo experimentemos esa sensación de ya visto y de típica acumulación de desgracias que apenas da respiro a la experiencia personal de uno de tantos desheredados de una Tierra que hace mucho decidimos que sólo nos pertenecía a unos pocos. Otros tres César (mejor actriz revelación para Nina Meurisse, la atenta y expresiva entrevistadora, el guion original y el montaje) y el Premio del Jurado en la sección Un certain regard de Cannes, completan su valioso y abultado palmarés.

sábado, 3 de mayo de 2025

FELIZ RECUPERACIÓN DE MARIA PADILLA

Maria Padilla. Ópera en tres actos de Gaetano Donizetti, con libreto de Gaetano Rossi. Sasha Yankevych, dirección musical. Íñigo Sampil, director del coro. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro del Teatro de la Maestranza. Con Kristina Mkhitaryan, Silvia Tro Santafé, Francesco Demuro, Andrey Zhilikhovsky, David Lagares, Oscar Oré, Julio Ramírez y Carolina Rotela. Teatro de la Maestranza, viernes 2 de mayo de 2025

Kristina Mkhitaryan y Andrey Zhilikhovsky

Ayer hizo justamente treinta y cuatro años que el Maestranza abrió sus puertas al público por primera vez. Fue de la mano de Vjekoslav Sutej y la Sinfónica, junto al inimitable Rafael Orozco, para ofrecernos el segundo de Rachmaninov y Scherezade de Rimski-Korsakov, sólo ocho días antes de que la gala protagonizada por las más rutilantes voces españolas del momento inaugurara oficialmente el coliseo del Paseo Colón.

El emplazamiento del elenco protagonista de Maria Padilla frente al público y con el Coro del Maestranza detrás, podía evocar el recuerdo inmarchitable de aquella velada gloriosa. Las voces, por su parte, sin gozar ni de lejos de la popularidad de aquellas autoridades convocadas, sí que lo hicieron de rotunda maestría, belleza canora y entrega absoluta a lo que fue un feliz redescubrimiento en Sevilla, esta ópera que Donizetti ambientó en nuestro Alcázar.

En la vida tantas cosas son cuestión de suerte. Maria Padilla nada tiene que envidiar a sus hermanas las reinas inglesas, ni mucho menos a su gemela La favorita, el otro título donizettiano ambientado en la ciudad de la Giralda. Es más, en muchos aspectos supera con creces a estas óperas aludidas, que gozan de mantenerse férreas en el repertorio, mientras la dedicada a la amante, y reina después de muerta, de Pedro I el Cruel, hace ya mucho que feneció de forma harto inexplicable, como quedó demostrada en la sensacional noche de ópera que vivimos ayer.

Mkhitaryan y Silvia Tro Santafé

Fue un éxito en su estreno en Milán en 1841, y visitó multitud de plazas en los años siguientes, incluida Sevilla y su llorado Teatro San Fernando. Luego, cayó en el más absoluto olvido, y ahora apenas se puede disfrutar en las contadas grabaciones que de ella se han realizado, siempre desde la humildad, siendo la de Ópera Rara la más recurrente, con Alun Francis al frente de la Sinfónica de Londres.

Precisamente la edición si no crítica, sí lo más parecido posible, de este sello discográfico, fue la utilizada para esta recuperación en versión concierto que pudimos disfrutar anoche en el Maestranza. Una versión que combina segmentos alternativos, descartes y postizos obligados según las distintas representaciones que de ella se celebraron en el siglo XIX, sin por ello traicionar su precisa dramaturgia, trasunto de una historia que, debido a las múltiples fuentes históricas, resulta mucho más farragosa en la vida real.

Ópera en mayúsculas

Para poner en pie esta acertada iniciativa, se contó en un principio con una batuta especializada en el universo de Donizetti, el italiano Riccardo Frizza. Pero apenas unos días antes de la representación, el maestro canceló por motivos de salud, sustituyéndole el joven ucraniano Sasha Yankevych, que con el tiempo en contra ha logrado ponerla en pie con el mejor de los resultados posibles.

En sus manos, la orquesta sonó voluptuosa, siempre elegante, sin estridencias ni vehemencia, logrando que en ningún momento se eclipsaran las voces. Claro, que en esto último tuvo mucho que ver colocarse en el foso y no detrás de los solistas como suele ser habitual en las óperas en concierto. Una solución que ya se adoptó con el recital de Radvanovsky y Beczala y que a nuestro juicio resta espectacularidad al conjunto.

Sasha Yankevych

De la ingente cantidad de óperas que conforman el catálogo del compositor de Bérgamo, pocas son en proporción las que siguen en el repertorio. Esta ópera redescubierta demuestra que quizás debieran ser más las que gozasen de ese privilegio. Gracias a la atenta y meticulosa dirección de Yankevich y los excelentes resultados que bajo su control exhibieron los diversos instrumentos solistas, pudimos disfrutar en toda su extensión de la belleza de una partitura rica en arias, ariosos, arietas, dúos, cabaletas, corales y otros números resueltos con excelencia y brillantez.

En este sentido, conviene destacar el sensacional trabajo del Coro del Maestranza en las numerosas y generosas piezas que se le dispensan, algunos con solemnidad de estilo schubertiano y otros con inequívoco sabor ibérico, alegre y desenfadado, como ese bolero con el que arranca el segundo acto. Ellos y ellas fueron caballeros, nobles, gente del pueblo y de la corte, debiéndose en gran parte a su trabajo esas subidas de tensión que protagonizan los finales de cada acto.

Un formidable conjunto de voces

Poco o nada hubiera lucido esta recuperación sin el trabajo preciso, excelente, de las voces convocadas al efecto. Ellas y ellos lograron que cada número brillara por derecho propio, de forma que resultara inexplicable que muchas de sus arias y piezas de conjunto no hayan pasado al repertorio de grandes éxitos operísticos.

Excelsa y elegante, así lució la soprano Kristina Mkhytarian, una voz con mucho cuerpo y una presencia escénica fascinante, que dominó agilidades de forma holgada y afrontó las numerosas dificultades de su papel con solvencia y fluidez. Ya fuera en solos o en dúos, así como cuartetos y sextetos, su voz alcanzó momentos de rutilante belleza. Sorprendió mucho la fuerza vocal, la rotundidad no reñida con sensibilidad expresiva, del barítono moldavo Andrey Zhilikhovsky, que exhibió en todo momento una voz torrencial de bravura. Su dominio del papel del don Pedro lo demostró con creces en arias tan hermosas como Lieto fa voi ritorno.

Francesco Demuro y David Lagares

La valenciana Silvia Tro Santafé triunfó también como Inés, la hermana de la protagonista, seduciéndonos ya desde su inicial Al vostro puro omaggio, y conquistándonos definitivamente en Sorridi, oh sposo amato, gracias a un timbre agradable y unas agilidades generosas. Junto a Mkhytarian protagonizó momentos en pianissimi y filados de gran belleza y envergadura. Menos nos convenció el veterano Francesco Demuro, que aunque brilló también como Ruiz, el padre de la infortunada, exhibió cierto desgaste en su fraseo, no obstante resolver con altura arias como Il sentiero di una vita y su ligada calabeta Una gioja ancor mi resta.

El resto cumplió con satisfacción, desde la voz rotunda y profunda de David Lagares a la más pequeña pero expresiva de Óscar Oré, y los breves pero muy logrados trabajos de Julio Ramírez, miembro del coro, y Carolina Rotela. Todos y todas al servicio de una noche de ópera excelsa e inolvidable.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía