domingo, 21 de diciembre de 2025

FASCINANTE CALEIDOSCOPIO MUSICAL

Música de cámara en Turina. Ilya Gringolts, violín. Lawrence Power, viola. Nicolas Altstaedt, violonchelo. Programa: Obras de Wolfgang Rhim, William Byrd, György Kurtág, William Alwyn, Henry Purcell, Roman Haubenstock-Ramati, Luigi Boccherini, Anton Webern, Sándor Veress, Jean Sibelius, Johann Sebastian Bach y Zoltán Kodály. Espacio Turina, sábado 20 de diciembre de 2025


El equipo técnico y artístico del Espacio Turina se adelantó a los Reyes Magos y nos regaló uno de esos conciertos que se quedan en la memoria para el resto de nuestros días, con tres no reyes magos pero sí sensacionales intérpretes unidos por todo lo que saben hacer en música, que es precisamente eso, todo. Aunque han colaborado juntos más de una vez, no forman entre sí un conjunto concreto, lo que nos invita una vez más a destacar el trabajo en equipo y la compenetración cuando no se trata de un trío, en este caso, convencional, sino tres excepcionales músicos unidos para la ocasión.

Con un programa ecléctico y variado, que tuvo como arranque y epílogo la Música para tres instrumentos de cuerda del prolífico compositor alemán Wolfgang Rhim, fallecido el año pasado, el trío de ases repasó sonoridades y expresiones de distinto calado, con especial énfasis en la música contemporánea y escalas en el barroco, el clasicismo y el romanticismo para poner en relación diversas estéticas y dar algún respiro al desasosiego generalizado que provocan los compositores del siglo XX programados para la ocasión. Fuertemente agitados, con una precisión extrema que se percibió a lo largo de todo el concierto, el trío llevó a la práctica los abundantes silencios y pausas que caracterizan el trabajo de Rhim, mientras pudo advertirse la furia desatada, especialmente por Altstaedt, quien se convirtió en un auténtico rompe cerdas de arco.

El alemán Nicolas Altstaedt es el único de los tres que ya conocía las virtudes del Espacio Turina, su idoneidad para la música de cámara. Fue en la edición más atrevida y complicada del Femás, en plena crisis de la pandemia, en marzo de 2021. Entonces interpretó de una sola tacada las seis suites para violonchelo de Bach, dejándonos a todos y todas boquiabiertas. Ahora, junto al violinista ruso Ilya Gringolts y el violista británico Lawrence Power, desgranaron con enorme compenetración, intensidad y concentración, un programa en el que destacaron las dinámicas marcadas y los fuertes contrastes de Signs, Games and Messages de György Kurtág, a punto de cumplir cien años, la muy expresiva y galopante gramática del trío de cuerdas del muy cinematográfico William Alwyn, la más impulsiva y a la vez esquemática de Roman Hardenstock-Ramati, o los mecánicos pizzicati de Webern.


Todos ellos alternados, sin interrupción, con los más amables acordes de Byrd, Purcell y Boccherini, leídos con idéntica pulcritud, capacidad de comunicación y apasionamiento con que abordaron las piezas más duras y complejas del pasado siglo. Hasta que unas imaginativas y espectrales onomatopeyas extraídas de La reina de las hadas, introdujeron los muy enrevesados y agresivos acordes del trío de cuerdas de Sándor Veress.

Con aires de fandango de la mano del
Timón de Atenas de Purcell, arrancó una segunda parte algo más distendida, en la que pudimos seguir apreciando el porte aristocrático de Power, el fraseo fluido y ágil de Gringolts y el empuje endemoniado de Altastaedt, en un recorrido que nos llevó a Sibelius, cuyo trío de cuerdas en sol menor disfrutó de una interpretación soberbia y descomunal, pura emoción de una extrema intensidad. Dos invenciones a tres voces de Bach sirvieron, en su brevedad, para reponernos del efecto catártico que nos dejó Sibelius, mientras la liturgia elegíaca de Kodály y el espíritu zíngaro de Veress y su Szatmári Táncok, nos prepararon para el fascinante broche final, el séptimo movimiento de la Música para tres instrumentos de cuerda de Rhim, pieza con la que se inició el concierto, que reza enérgico y al que el trío protagonista llevó hasta las últimas consecuencias, especialmente unos repetitivos y bruscos acordes finales alternados con elocuentes silencios que terminaron por hacer a un público extremadamente respetuoso estallar en entusiastas aplausos.

Fotos: Luis Ollero

sábado, 20 de diciembre de 2025

UNA CAUDALOSA PROPUESTA NAVIDEÑA

Concierto de Navidad del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla. Aurora Peña, soprano. Orquesta Barroca de Sevilla. Martyna Pastuszka, violín y dirección. Programa: Gloria in excelsis Deo: Suite nº 1 en Do mayor BWV 1066, de Bach; Concerto grosso Op. 8 nº 6 “Pastorale per il Santissimo Natale” en sol menor, de Torelli; Concierto para dos oboes y fagot en Do mayor “alla francese” TWV 53:C1, de Telemann; Gosa paloma hermosa (aria de la Cantada a solo a la Concepción Purísima de Nuestra Señora), de Rabassa; Concerto grosso Op. 1 nº 8 “per il Santo Natale” en fa menor, de Locatelli; Salve Regina HWV 241 y Gloria HWV deest, de Haendel. Espacio Turina, viernes 19 de diciembre de 2025


Otro colosal encuentro con nuestra Orquesta Barroca, a propósito de las fiestas navideñas, tuvo lugar la lluviosa tarde de ayer en su espacio de residencia, el Turina. Y ni los chubascos pudieron con su ferviente y fiel público, que llenó la sala con la adhesión del que congregó el Consejo general de Hermandades y Cofradías de Sevilla, anfitrión de la fiesta. Se trató del segundo concierto de esta temporada de la formación hispalense que fue dirigido por su artista de residencia, Martyna Pastuszka, tras el que ofreció el pasado mes de octubre. En esta ocasión la violinista polaca cedió el protagonismo a otros integrantes de la orquesta, reservándose para ella el de directora, lo que defendió con ahínco y sentido de la responsabilidad.

Martyna Pastuszka
En los atriles un programa fundamentalmente navideño que arrancó con una agitada y alegre revisión de la primera de las suites orquestales de Bach, puro rock barroco cuya obertura se benefició de un prodigioso caudal de energía y contagiosa fluidez de la mano de un conjunto dispuesto a conseguir que la propuesta resultara una auténtica fiesta. Ya entonces se vislumbró la fuerza del trío de ases de maderas que formaron Katy Elkin y Jacobo Díaz a los oboes y Alberto Grazzi al fagot, mientras la cuerda grave volvió a dotar de músculo y robustez al fabuloso conjunto integrado en esta ocasión por diecisiete maestros y maestras. El resto de la pieza fue un dechado de sorpresas, juegos dinámicos y detalles preciosistas que lograron una interpretación exquisita, fabulosa.

Pastuszka justificó la combinación que vino a continuación, el Concierto de Navidad de Torelli y el Salve Regina de Haendel ofrecidos de forma alternativa, como un acercamiento a la virgen desde una óptica amable y desenfadada y otra más solemne, un modo a su juicio de comunicarse en estos tiempos tan delicados e imprecisos que nos ha tocado vivir. El experimento resultó acertado, sumándose a la propuesta la voz arrolladora y bien colocada de la soprano Aurora Peña, con su particular timbre ahora más denso, próximo quizás al de una mezzo, que logró alternar dulzura y piedad en el aria introductoria y su continuación, Ad te clamamus, con arrogante fulgor en O Clemens, si bien acusó alguna pérdida puntual de intensidad en los extremos más graves de la obra.

Aurora Peña

La orquesta, por su parte, destiló dulzura y amabilidad en el Concerto grosso Pastorale per il Santissimo Natale de Giuseppe Torelli, pieza que particularmente guardo en mi corazón por incluirse en mi primer vinilo de música barroca a muy temprana edad. El trío de oboes y fagot volvió a destacar, ahora dejando claro su papel solista en el concierto alla francese de Telemann, cuyos aires galantes y ceremoniosos fueron perfectamente desgranados por la orquesta con la atenta mirada de Pastuszka, su particular acento dinámico y la caudalosa fluidez de los timbres en liza.

Peña abordó después un aria de Pedro Rabassa, que en su condición de maestro de capilla de la Catedral de Sevilla durante una treintena de años, protagonizó la primera piedra de un nuevo proyecto de la Barroca de recuperación del patrimonio musical de la ciudad. Gosa paloma hermosa sonó con una inusitada sencillez en la voz muy en estilo de la soprano valenciana, de la misma forma que el Concierto de Navidad, Concerto grosso Op. 1 nº 8, de Locatelli, encontró en el conjunto otro referente de contenida dulzura, perfectamente combinada con las necesarias dosis de suntuosidad a las que tan bien se ajustó, por ejemplo, la excelente violinista Fumiko Morie en sus destacadas intervenciones.

Fumiko Morie, y detrás Valentín Sánchez

Para terminar, Peña encontró el vehículo perfecto para exhibirse en potencia y coloratura en un Gloria de Haendel descubierto hace apenas un cuarto de siglo, que le brindó la oportunidad de marcarse algún sobreagudo, destacar en proyección y mostrar una indiscutible capacidad para la ornamentación, culminando con un Quoniam Tu solus sanctus al que el conjunto se prestó con todo el ahínco y el entusiasmo posible. Ya completamente segura y desinhibida, la soprano entonó un Rejoice de El Mesías cálido e impetuoso, después de que Valentín Sánchez, con su proverbial simpatía, nos invitase a cantar Adeste Fideles, demostrándose una vez más que el público sevillano sabe muy bien cómo comportarse en fiestas, y tiene un especial talento, llamémosle arte, para cantar.

Fotos: Luis Ollero

viernes, 19 de diciembre de 2025

KEEPER Géneros de terror combinados

USA-Canadá 2025 99 min.
Dirección
Osgood Perkins Guion Nick Lepard Fotografía Jeremy Cox Música Edo Van Breemen Intérpretes Tatiana Maslany, Rossif Sutherland, Birkett Turton, Eden Weiss, Erin Boyes Estreno en Estados Unidos 14 noviembre 2025; en España 19 diciembre 2025

Osgood Perkins
, hijo de Anthony Perkins, seguramente marcado por el éxito de su padre en Psicosis, se ha especializado en películas de terror. Longlegs y The Monkey preceden a este nuevo trabajo concebido en colaboración con Nick Lepard, el guionista que el pasado verano nos sorprendió combinando tiburones con psicópatas en serie en Dangerous Animals. El resultado es una estimulante, y hasta cierto punto marciana, película que se suma a la moda de conjugar terror paranormal con violencia de carácter machista, además de otras constantes del género que tienen relación con la vida eterna.

Todo esto sin ánimo de hacer spoiler pero con la intención de dejar alguna pista de por dónde van los tiros. En su recorrido, el trabajo contenido e inquietante de Tatiana Maslany logra que podamos digerir una primera y dilatada parte en la que no queda muy claro lo que vemos y escuchamos en pantalla, más allá de una trama fantasmagórica ambientada en el habitual escenario de la casa en el bosque a la que a estas alturas nadie en su sano jiicio debería dirigirse para disfrutar de un fin de semana relajante.

Perkins maneja con habilidad los recursos y materiales, de forma que su tramo final acaba sorprendiendo y aclarando todas las incógnitas que plantea su intrigante argumento. Por todo ello, podemos confirmar que el director estadounidense se está labrando un buen currículo como especialista en terror clásico con ínfulas de modernización, y un claro ejemplo es este extravagante trabajo.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

FRAGMENTOS La isla de los sentidos

España 2025 91 min.
Dirección
Horacio Alcalá Guion Frank Ariza Fotografía Elías M. Félix Música María Vertiz Intérpretes Manuel Vega, Asia Ortega, Emma Suárez, José Luis García Pérez, Sonia Almarcha Estreno en el Festival de San Sebastián 26 septiembre 2025; en salas 12 diciembre 2025

México une a los dos cineastas que han generado este extraño melodrama romántico. Horacio Alcalá nació allí, pero es ahora cuando después de dirigir dos largometrajes de ficción, Finlandia y Sobre las olas, regresa a España, donde comenzó su carrera cinematográfica con tres documentales. Natural de Barbate, Frank Ariza se ha encargado tanto de la dirección como del guion de un puñado de títulos, entre los que destacan los recientes Reversión y El vestido, mientras en el país norteamericano ha dirigido o escrito también algunos títulos. 
Lo que cabe preguntarse es en qué momento se interesaron por una idea como la que han plasmado en esta película, la confrontación en plan Quién teme a Virginia Woolf, pero al aire libre, de dos parejas de distinta generación, en un juego de amor y desamor que se antoja algo escurridizo y en el que, en última instancia, lo más interesante y cautivador son los escenarios escogidos, los extraterrenales paisajes de Lanzarote.

Manuel Vega, hijo del cineasta Felipe Vega, se esfuerza en este trabajo dramático como joven esposo enamorado pero desconfiado, mientras Asia Ortega muestra la cara menos amable, más antipática de la relación. En el otro lado, Emma Suárez se involucra más que José Luis García Pérez en dar forma a la otra pareja en liza, quizás menos ideal de lo que aparenta.

Su discreto metraje logra que la propuesta, a pesar de resultar algo marciana, se digiera con facilidad, si bien es, repetimos, el mágico paisajismo de la isla canaria lo que más subyuga al y la paciente espectadora, y quizás también influya en las decisiones y repentinos cambios de actitud de sus cuatro moradores. Junto a ellos, una quinta presencia, la de Sonia Almarcha, carece de entidad más allá de su esfuerzo por imitar el acento canario.

martes, 16 de diciembre de 2025

ROOFMAN: UN LADRÓN EN EL TEJADO El buen y romántico ladrón

Título original: Roofman
USA 2025 126 min.
Dirección
Derek Cianfrance Guion Derek Cianfrance y Kirt Gunn Fotografía Andrij Parekh Música Christopher Bear Intérpretes Channing Tatum, Kirsten Dunst, Lakeith Stanfield, Peter Dinklage, Lily Collias, Kennedy Moyer, Juno Temple, Ben Mendelssohn, Uzo Aduba Estreno en Estados Unidos 10 octubre 2025; en España 12 diciembre 2025


Unas veces nuestros distribuidores le dejan el título original en inglés al producto, otras lo traducen de forma extremadamente imaginativa y a menudo desafortunada, y otras, como en esta ocasión, le añaden un ridículo apéndice que la mayoría de las veces ni siquiera aporta nada al original. En este film lo del "ladrón en el tejado" apenas cubre la casilla de salida de una trama en la que robar en un sinfín de McDonald’s y vivir durante una dilatada temporada en un Toys “R” Us, en una operación que parece pedir a gritos un patrocinio generoso, se combina perfectamente con un drama sentimental de primer orden y una fábula sobre la bondad humana que se hace cada vez más necesaria en este mundo qe padecemos.

Derek Cianfrance, que dirigió a Ryan Gosling en Blue Valentine, volvió a dirigirlo, esta vez junto a Bradley Cooper, en Cruce de caminos, a Michael Fassbender en La luz entre los océanos y a Mark Ruffalo en la serie La innegable verdad, elige ahora a Channing Tatum, un actor que no disfruta del reconocimiento que merece, para dar vida a Jeffrey Manchester, el ladrón de marras. Un hombre de buen corazón que vivió esta experiencia aunque real, absolutamente increíble. Una odisea que le llevó a utilizar su inteligencia y habilidad para escabullirse durante un buen período de tiempo de la policía, lo que hace reflexionar sobre la posibilidad de que alguien con sus talentos necesite del crimen para sanear sus cuentas y poder así recuperar a su familia, especialmente una hija a la que adora. Un periplo que le lleva en esta situación tan insostenible a acariciar la felicidad y encontrar el amor verdadero, algo que también se aleja de su pareja sentimental conforme se hace evidente que no hay salida, que seguramente hay pocas para los buenos.

Ese tono agridulce traspasa la pantalla gracias a la habilidad del director para dosificar sus delicados recursos, generar una narrativa fluida y lograr que la amabilidad se haga dueña de la función sin por ello descuidar la necesaria dosis de intriga que exige el conjunto. La química entre Tatum y una felizmente recuperada en plena forma Kirsten Dunst, colabora decisivamente para que esta película de otros tiempos llegue a tan buen puerto y nos deje ese sabor agridulce de boca que planea durante toda la función.

lunes, 15 de diciembre de 2025

PUÑALES POR LA ESPALDA: DE ENTRE LOS MUERTOS Entretenido enredo criminal

Título original: Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery
USA 2025 144 min.
Guion y dirección
Rian Johnson Fotografía Steve Yedlin Música Nathan Johnson Intérpretes Daniel Craig, Josh O’Connor, Glenn Close, Josh Brolin, Mila Kunis, Jeremy Renner, Kerry Washington, Andrew Scott, Cailee Spaeny, Daryl McCormack, Thomas Haden Church, Annie Hamilton Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2025; limitado en Estados Unidos 26 noviembre 2025, y en España 28 noviembre 2025; en Internet (Netflix) 12 diciembre 2025

El director de Looper y Los últimos Jedi insiste en poner a prueba su imaginación e ingenio con esta tercera entrega de los misterios de Benoit Blanc, el detective al que da vida Daniel Craig en un estilo distinto al del agente 007 pero igualmente con un inconfundible sello británico. Rian Johnson se encarga también en este título del guion, igual que lo hizo en los dos anteriores, combinando la ya conocida fórmula del elenco de estrellas involucradas en un crimen sofisticado, ahora con el universo gótico de fabuladores como Allan Poe. El resultado puede parecer artificioso, pero no se le puede negar habilidad para mantenernos interesados, incluso inquietos, ante el desafío que siempre suponen estos trabajos en los que averiguar quién cometió el crimen se convierte en un reto para nuestro intelecto.

Johnson vuelve a sorprendernos y aliviar nuestra sed de Agatha Christie, mientras una cuidada ambientación, esta vez en el seno de una pequeña y muy conservadora comunidad católica en el estado de Nueva York, logra que sintonicemos inmediatamente con la propuesta. No falta la ironía, el sarcasmo y el humor imprescindibles en este tipo de propuestas, a la vez que ese siempre agradecido desfile de rostros conocidos, algunos tan populares como Glenn Close o Josh Brolin, y otros representantes de las nuevas generaciones, como Cailee Spaeny (Priscilla) o Daryl McCormack (Buena suerte, Leo Grande).

Tampoco hay que pedirle más a una cinta que aprovecha sus bien dosificados y generosos recursos. Así, con la ayuda de una mente suficientemente hábil para crear tan estimulante intriga, arropada por el mismo equipo técnico y artístico que las anteriores entregas, el entretenimiento está asegurado y cabe esperar con interés nuevos capítulos de la serie.

sábado, 13 de diciembre de 2025

DUTOIT, LA ROSS Y UNA AUSENCIA SUPERADA CUM LAUDE

Gran Selección. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Jean-Efflam Bavouzet, piano. Charles Dutoit, dirección. Programa: Obertura El carnaval romano Op. 9, de Berlioz; Concierto para piano en sol mayor, de Ravel; Sinfonía nº 9 en mi menor Op. 95 “Del nuevo mundo”, de Dvorák. Teatro de la Maestranza, viernes 12 de diciembre de 2025


Cada vez que se programa a Martha Argerich, surge la duda de si llegará a buen término la propuesta, tal es la fama que tiene de faltar a sus compromisos. Que esta vez se tratara de una gripe, teniendo además en cuenta su avanzada edad, no nos libra de sospechar otra desgana de la célebre pianista, pues son ya cuatro las veces que ha faltado a su cita sevillana, las dos primeras hace mucho tiempo, y las otras dos el año pasado y ahora. Pero eso no justifica la desbandada de público, que pasó del lleno absoluto a una considerable cantidad de huecos en todas las zonas del Maestranza.

Sólo el postureo, poder decir que se ha visto y escuchado a la Argerich, podría justificarlo, y eso resulta bastante triste y miserable. Al fin y al cabo, el programa seguía siendo el mismo, precioso aunque recurrente, y la presencia de Charles Dutoit al frente de nuestra sinfónica debía merecer toda nuestra atención e ilusión. La ROSS necesita de vez en cuando que grandes nombres la dirijan. Las temporadas de abono se nutren de muy buenas batutas, pero la orquesta necesita para su proyección y para descubrir un mayor potencial, aquellos grandes nombres que con iniciativas como ésta puedan ir situándola en estadios de mayor calado y categoría.

La desbandada de ayer fue un insulto a la orquesta, al teatro y a un director tan ilustre, afamado y legendario como Charles Dutoit, no digamos al estupendo pianista que sustituyó a la Argerich, y que gracias al merecidísimo largo aplauso que recibió del público asistente, podrá cosechar un buen recuerdo de esta ciudad, a veces tan ingrata como para incumplir sus obligaciones con la cultura, evidenciando de paso su ignorancia.

Control y dominio raveliano

Charles Dutoit respetó la disposición habitual de los y las integrantes de la orquesta. Tras una efusiva, delirante y divertida obertura de Berlioz extraída de pasajes de su ópera Benvenuto Cellini, bajo el título de El carnaval romano, en la que Dutoit evidenció su buena forma y propensión a sacar músculo y lograr un sonido compacto y matizado de la orquesta, llegó el turno del generoso pianista también francés.


Jean-Efflam Bavouzet está reconocido como un especialista en Ravel, por lo que su elección para interpretar el Concierto en Sol de Ravel no pudo ser más acertada. De hecho, la suyo fue una interpretación depurada, meditada y profundamente intelectual de la pieza. Tocó de memoria, como Dutoit, que no necesitó partitura en ninguna de las tres piezas del concierto. Fue rotundo, enérgico y contundente sin resultar mecánico ni forzado, en el allegro inicial, que Duotit entendió como una gran broma musical, juguetón a base de alegres toques de tambor, y con un solo hipnótico y alucinante del arpa, que Daniela Iolkicheva logró hacer sonar en pianissimo con efectos fantasmagóricos. No faltó ese toque jazzístico que impregna la partitura, a la que Bavouzet se adaptó con mucha frescura y naturalidad.

En el adagio, Bavouzet defendió su larga introducción con sensibilidad y muy buen gusto, sin resultar empalagoso, a lo que el corno inglés de Sarah Bishop se adhirió con una capacidad poética indiscutible. Atento a cada cambio de registro, el pianista francés sacó brillo de cada nota de esta preciosa y evocadora página musical. El presto final fue un dechado de fuerza, energía y efusividad, que Duotit manejó con maestría y sentido dinámico, a lo que la orquesta respondió con marcados acentos y ese sonido de la cuerda grave tan característico que tanta personalidad le otorga. En la propina, Bavouzet interpretó un Preludio en la menor seguido de la tocata de Le tombeau de Couperin en la que dejó constancia de su vertiginoso virtuosismo y fuego interno.


Una Sinfonía del nuevo mundo en modo narrativo

Tanto el concierto de Ravel como esta Sinfonía nº 9 de Dvorák son piezas muy difundidas y frecuentemente interpretadas. Pero son tan maravillosas que se podrían escuchar en bucle sin cansarse. Nuestra orquesta no es la excepción, y la del nuevo mundo la ha interpretado infinidad de veces. Lo sorprendente es que todavía se puedan descubrir nuevas cosas merced a una interpretación tan matizada y lujuriosa como la que nos brindó Dutoit al frente de una muy estimulada Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.

Con unos metales que, a excepción de alguna breve entrada en falso, resultaron épicos y refulgentes, todo el recorrido por la sinfonía de Dvorák resultó una fiesta para los sentidos, que comprobaron no sólo la grandeza de su literatura estrictamente musical sino también su particular narrativa, de forma que en las manos expertas de Dutoit cada movimiento parecía contarnos una historia, como si lograra extraer de la música un significado intrínseco, una fuerza interior que alimentara nuestros instintos. Algo que el director logra dirigiéndose a los y las intérpretes de forma directa, como si hablara con ellos y ellas, mirándoles fijamente y exigiéndoles ese máximo rendimiento con el que nos regalaron una página inolvidable e irrepetible de su orgullosa carrera.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía