USA-Francia 2014 94 min.
Dirección Ira Sachs Guión Ira Sachs y Mauricio Zacharias Fotografía Christos Voudouris Intérpretes Alfred Molina, John Lithgow, Marisa Tomei, Darren Burrows, Charlie Tahan, Eric Tabach, Cheyenne Jackson, Manny Perez, Christine Kirk
Estreno en España 7 noviembre 2014
Tras coquetear con la comedia romántica en películas como El juego del matrimonio, Ira Sachs ofreció lo mejor de sí hace un par de años con la película de temática gay Keep the Lights On, por mucho que a algunas personas no nos convenciera. Desde una situación ya más integrada en la industria norteamericana, como ocurriera en la primera de las películas citadas, donde dirigió a estrellas como Pierce Brosnan, Chris Cooper y Rachel McAdams, presenta ahora un nuevo trabajo enmarcable tambien dentro del tema homosexual, con un concepto y una intención netamente románticas. Como eje central cuenta las desventuras de una pareja gay madura tras contraer matrimonio en Nueva York. La madurez de los protagonistas constituye su primer acierto, hartos como estamos de los estereotipos de guapos y masculinos homosexuales, aunque de lo segundo no prescinde el libreto. La pérdida del trabajo y la dificultad para encontrar un hogar asequible a la nueva situación económica nos sitúan además en una coyuntura lamentablemente familiar estos días, la que nos ha dejado una crisis económica en la que como siempre las víctimas son los inocentes. Pero a su alrededor, en hogares siempre habitados en los que cada uno de los dos protagonistas se sienten extraños, surgen una serie de personajes, algunos de ellos tan secundarios como prácticamente figurantes, que personifican otros tipos de relaciones románticas, diversificando el abanico de posibilidades que el amor tiene en nuestra vida, y dándole juego al título propuesto por la película. Un matrimonio intelectual con poca relación pero mucha confianza, un adolescente que descubre mundo de la mano de su mejor y más espabilado amigo, o una típica relación en la que a más interés de una de las partes, menos de la otra. Lo mejor es el respeto y la elegancia con la que Sachs utiliza el material, sin extremismos ni aspavientos, sin caídas de ritmo ni tensión dramática, y con un mesurado sentido de la emotividad y la ternura que acaban haciendo de esta película un testimonio poético y maduro sobre las relaciones de pareja, el amor incondicional y el apoyo más generoso y entregado de un ser humano hacia otro. John Lithgow borda su papel, mientras Alfred Molina aporta fuerza y energía, y Marisa Tomei vuelve a demostrar lo buena actriz que es y lo desaprovechada que está.
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