Francia 2014 112 min.
Guión y dirección Céline Sciamma Fotografía Crystel Fournier Música Jean-Baptiste de Laubier Intérpretes Karidja Touré, Assa Sylla, Lindsay Karamoh, Mariétou Touré, Idrissa Diabaté, Cyril Mendy, Djibril Gueye. Selección EFA
En su filmografía Célie Sciamma ha demostrado una especial sensibilidad para tratar temas relacionados con chicas jóvenes e identidad sexual. Así pudimos comprobarlo en Naissance des pieuvres (Water Lilies) y sobre todo en Tomboy, un emocionante trabajo sobre un niño que no es tal. Sin perder esa frescura que le caracteriza y sin renunciar a tratar temas relacionados con la mujer en edad joven, en Bande de filles posa su atención en una joven de color que vive en un barrio periférico de París. La vemos en un principio jugando al fútbol americano y asistiendo a clase, pero rápidamente eso se desvanece; su expediente académico no da para mucho y el sistema apenas le brinda una oportunidad para encauzar su vida de forma digna y conveniente. Acude a la llamada de una pandilla de guapas y divertidas jovencitas y comienza a malgastar su tiempo, a la vez que a huir de su entorno. Esa huida a veces hacia adelante y otras marcha atrás es lo que narra la película de Sciamma, a menudo de forma repetitiva y cansina, pero ahondando siempre en el discurso que le interesa, que es denunciar un sistema sin salida que no brinda oportunidades al desgraciado y prefiere compartimentar gentes y clases. Entre juegos, fiestas y correrías por las calles de París y La Défense, la película a veces pierde fuelle, pero permite reflexionar sobre una realidad social acuciante, a la vez que nos hace descubrir una bella y joven actriz que podría dar mucho que hablar en un futuro cercano.
Artículo de Pepe Serrano publicado en El Correo de Andalucía el domingo 9 de noviembre de 2014
Italia 2014 109 min.
Guión y dirección Saverio Costanzo, según la novela de Marco Franzoso Fotografía Fabio Cianchetti Música Nicola Piovani Intérpretes Adam Driver, Alba Rohrwacher, Roberta Maxwell, Jake Weber, David Aaron Baker. Selección oficial
Jude y Mina se quieren muchísimo, más que nadie en el mundo, y además lo hacen en Nueva York, que tiene siempre un plus en cualquier género que se precie. Pero cuando tienen un bebé las cosas cambian radicalmente. Saverio Costanzo vuelve a rodar en inglés para contarnos una compleja historia de amor y lo hace de nuevo con Alba Rohrwacher, como en La soledad de los números primos. Pero esta vez su discurso se pierde entre lo que podría ser una crítica antisistema o simplemente una historia lineal y singular en torno a la maternidad. Desde su estreno en Venecia, donde su pareja protagonista, Rohrwacher y el actor de moda, Adam Driver, lograron la Colpa Volpi, se le ha comparado con La semilla del diablo; y no faltan motivos para hacerlo: Manhattan, la fragilidad de ella, el carácter decidido de él, la señora entrometida, los médicos... Cabría pensar que donde allí había una secta satánica aquí hubiera simplemente un sistema al que enfrentarse, en el que desde que nacemos estamos predestinados a competir, y que encuentra su paradigma fiel en la cultura norteamericana. Pero el tratamiento que se da al personaje femenino está más cerca del trastorno que de la lucha, manipulando incluso la imagen, distorsionada para hacer más evidente el desequilibrio, así como la música, con inquietantes arpegios en la cuerda grave para remarcar su carácter amenazante. Al final lo único coherente es pensar que se trata de un simple drama con tintes de terror en el que la mujer sufre trastornos mentales y es un peligro como madre, o hay algo más pero se ha quedado desenfocado.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el miércoles 12 de noviembre de 2014
Francia-Bélgica 2014 92 min.
Dirección Larry Clark Guión Matthieu Landais Fotografía Hélène Louvart Intérpretes Lukas Inonesco, Diane Rouxel, Théo Cholbi, Hugo Behar-Thimiéres, Ben Yaiche Ryan, Adrien Binh Doan. Sección oficial
Hacía tiempo que no sabíamos nada de Larry Clark. Sus últimas películas, Wassup Rockers y Marfa Girl, no han llegado a nuestras pantallas, y mucho menos sus trabajos documentales y cortometrajes. Sorprendió con su debut en 1995, Kids, a la que seguirían Bully, protagonizada por Michael Pitt, que aquí tiene un cameo, y Ken Park. Casi siempre repite el mismo tema, el que le obsesiona, que es la juventud en cuerpo y alma, los patinadores o skaters y la vida sexual de los más jóvenes y desorientados. Haber rodado su última película con capital francés y en París le ha dado desde luego amplia libertad para hacer su película más desinhibida y cafre, con abundancia de sexo explícito. Se trata prácticamente de la bajada a los infiernos de una generación sin esperanza ni motivación, que folla indiscriminadamente, se prostituye, se atiborra de estupefacientes, quema vehículos y destroza apartamentos. Clark se hace eco de todas estas aberraciones sin tomar partido ni hacer juicios de valor; el resultado es grotesco y desagradable, y lo que es peor, podría mal interpretarse como una invitación a vivir despreocupadamente y sin respeto alguno a nada, ni a la vida.
Artículo de Pepe Serrano publicado en El Correo de Andalucía el jueves 13 de noviembre de 2014
Artículo de Pepe Serrano publicado en El Correo de Andalucía el jueves 13 de noviembre de 2014
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