USA 2019 125 min.
Dirección Anna Boden y Ryan Fleck Guión Ana Boden, Ryan Fleck y Geneva Robertson-Dworet, según el cómic de Gene Colan y Roy Thomas Fotografía Ben Davis Música Pinar Toprak Intérpretes Brie Larson, Samuel L. Jackson, Jude Law, Ben Mendelssohn, Annette Bening, Lee Pace, Lashana Lynch, Gemma Chan, Clark Gregg, Djimon Hounsou, Chuku Modu, Akira Akbar Estreno en Estados Unidos y España 8 marzo 2019
Marvel no para de engordar su lista de películas y su cuenta corriente, ahora con la primera aventura de Capitana Marvel, creada a finales de los sesenta del pasado siglo, que como suele ocurrir en estos casos, narra la génesis del personaje y su toma de conciencia como súper heroína. Para dar al asunto un toque de perspectiva de género se ha contado con la dirección de una mujer, Anna Boden, que junto a su pareja artística ha realizado un par de películas olvidables, Una historia casi divertida y La última apuesta, así como algunas series de televisión como Room 104. Ryan Afleck pro su parte tiene el mayor prestigio de ser el responsable de Half Nelson, un interesante film por el que empezamos a conocer a Ryan Gosling. Pero no nos engañemos, no hay perspectiva de género de ninguna clase ni empoderamiento de la mujer en esta película que no hace sino repetir los esquemas mil veces vistos y ofrecer más de lo mismo, sin apenas variantes. Ambientada en los noventa, tiene quizás el aliciente para los fans de la saga de presentar también la génesis de Nick Fury, el agente encargado de reclutar a los miembros de Los vengadores, incorporado por un Samuel L. Jackson visiblemente rejuvenecido por la tecnología digital. Por su parte la ganadora del Oscar por La habitación, Brie Larson, da lustre al personaje principal, mientras los prestigiosos Annette Bening y Jude Law se dejan seducir por el importante incremento de sus cuentas corrientes que sin duda la participación en el engendro les ha reportado. No hay mucho que destacar en este porducto coyuntural en el que no falta ni la niña repelente, salvo que cumple con su función de entretener, aunque ni efectos visuales ni eterna lucha entre el bien y el mal traducido en guerras galácticas y supuestos mensajes pacifistas logran elevar el producto por encima de una media poco exigente. Si algo podemos destacar es la recreación de los noventa, especialmente notable en las persecuciones de coches y la divertida escena en el metro de Chicago, así como Goose, el diabólico gato Flerken que protagoniza los momentos más enigmáticos de la cinta y su inevitable secuencia final post créditos.
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