Dirección Tim Burton Guión Ehren Kruger, según el guión original de Joe Grant y Dick Huemer Fotografía Ben Davis Música Danny Elfman Intérpretes Colin Farrell, Michael Keaton, Danny DeVito, Eva Green, Alan Arkin, Nico Parker, Finley Hobbins, Deobia Oparei, Joseph Gatt, Sharon Rooney, Roshan Seth, Lars Eidinger, Miguel Muñoz Segura, Zenaida Alcaide, Douglas Reith, Phil Zimmerman Estreno en Estados Unidos y España 29 marzo 2019
Una ambición desmedida está llevando a la todopoderosa Disney no sólo a engullir productoras legendarias y modernas como la Fox o Marvel, logrando que todo lo veamos bajo el mismo prisma y se vaya difuminando así cualquier atisbo de diversidad, sino también a rescatar del baúl de los recuerdos sus clásicos imperecederos, con sus méritos y miserias. Algunos títulos los están rehaciendo, por lo que no podemos hablar exactamente de remakes, como El libro de la selva, Blancanieves o Alicia en el país de las maravillas, y otros son prácticamente calcos de los originales, como Cenicienta, La bella y la bestia o MaryPoppins, que aunque iba de secuela parecía más un remake en toda regla. Dumbo pertenece afortunadamente a la primera categoría. Ehren Kruger ha tomado las líneas básicas u originales del guión del clásico de 1941 para engendrar una historia diferente en el que lógicamente tengan cabida los personajes de carne y hueso que no habían en su referente, donde todo se resolvía con animalitos de fábula; por cierto, echamos de menos a los cuervos. Aunque no se encuentra entre lo mejor de Tim Burton, y no puede disimular su condición de película para niños, el director de Eduardo Manostijeras y Sweeney Todd ha dejado su inconfundible marca en el ritmo y el tratamiento de personajes y ambientes en esta película que si la no hubiera dirigido él, todos y todas coincidiríamos en que se le debía mucho. La película entretiene, es respetuosa con el público e introduce con naturalidad los temas que esperábamos ver en ella, como la cuestión animalista, el concepto del espectáculo y la dura vida que merece, y el respeto a la diferencia, aunque sus personajes infantiles, sobre todo la niña, pecan de lo de siempre en este tipo de producciones, pedantería. Su tramo final ofrece mucho espectáculo y aventura que hará las delicias de los más pequeños y se recibirá con ilusión por el más maduro ávido de regresar a una de las épocas más felices de la vida, cuando es respetada. Lástima que Burton, al contrario que Spielberg, no acierte a la hora de conseguir que sus personajes sean suficientemente entrañables, lo que en este caso era fundamental; pero Dumbo se ha quedado sólo a un paso de conseguirlo. Quien sí ha recuperado parte de la inspiración perdida es Danny Elfman, con un par de temas principales y algún que otro circense a las puertas de lo memorable, así como la inevitable recuperación de Baby Mine, la preciosa nana que Frank Churchill y Oliver Wallace engendraron para la película original.
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