España 2021 200 min.
Dirección Enrique Urbizu Guion Miguel Barros y Michel Gaztambide Fotografía Unax Mendía Música Mario de Benito Intérpretes Bebe, Isak Férriz, Jason Fernández, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria, Luis Callejo, Pedro Casablanc, Manolo Caro, Ginbés García Millán, José Sospedra, Antonio Velázquez, Roger Casamajor, Kandido Uranga Estreno en cines y en Movistar+ 26 marzo 2021
No salimos de nuestro asombro ante la excelente acogida que ha tenido lo último del director de La caja 507 y No habrá paz para los malvados entre la crítica. El público sin embargo no parece haberle dado mucho crédito, y así se nos ha escapado el montaje cinematográfico, de forma que hemos optado por la serie con una hora más de duración, aunque a estas alturas seguimos sin estar muy seguros de si lo estrenado en salas es un montaje diferente y complementario o simplemente una versión reducida de la serie. De cualquier forma seguimos atónitos porque desde el primero hasta el último de sus cinco capítulos no hemos cambiado de parecer, y si hemos seguido depositando nuestra confianza en ella es por nuestro sentido de la responsabilidad.
Porque lo cierto es que nos ha parecido un bodrio descomunal, una historia muy mal contada, a trompicones, sin explicaciones, sin definiciones convincentes de personajes, mal resuelta, mal hecha, con mala leche por todos lados, sin resquicio para algo de emotividad o de sentimiento. Vamos, lo peor de lo peor para retratarnos, y dicen que renueva un género perdido, el de bandoleros, que debería estar a la altura de los westerns. Pues sinceramente preferimos con creces Curro Jiménez, por muy naif que pueda parecernos. Al menos era consciente de su objetivo, entretener, y lo cumplía con creces. Pero lo de Libertad es un despropósito continuo, un quiero y no soy capaz, ¿quizás una denuncia? ¿un retrato de lo miserable que es este país y su nauseabunda gente? No se entiende a dónde van los personajes ni por qué se encuentran continuamente, sin que se haya trazado un itinerario convincente de la inexplicable persecución a la que son sometidos, con un continuo va y viene de los mismos personajes siempre, estén estáticos en un escenario o moviéndose continuamente por maravillosos paisajes muy bien fotografiados, quizás lo mejor de la función junto a la eficiente actuación de Bebe, que para no ser actriz profesional se defiende bastante bien, y sobre todo de Isak Férriz, todo un valor en alza.
Y no digamos su banda sonora, omnipresente y a menudo descontextualizada, e incluso mal interpretada. Dicen que si es un western gay, pero eso se reduce a una anécdota, y feminista, cuándo y por qué, ni la referida ni la caprichosa hija del rico hacendado son paradigmáticas, si acaso acusan comportamientos masculinos. O no entendimos nada o hemos perdido la onda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario