viernes, 11 de agosto de 2023

TODAS SOMOS JANE Un análisis claro y didáctico

Título original: Call Jane
USA 2022 121 min.
Dirección
Phyllis Nagy Guion Hayley Schore y Roshan Sethi Fotografía Greta Zozula Música Isabella Summers Intérpretes Elizabeth Banks, Sigourney Weaver, Chris Messina, Kate Mara, Wunmi Mosaku, Cory Michael Smith, John Magaro, Grace Edwards, Geoffrey Cantor Estreno en el Festival de Sundance 21 enero 2022; en Estados Unidos 28 octubre 2022; en España 4 agosto 2023


No deja de sorprender que películas tan impecables desde el punto de vista narrativo y tan didácticas en cuanto al contenido, además de bien interpretadas y meticulosamente estructuradas como ésta, acaben con tan malos resultados en taquilla y sufran tanta desconfianza entre distribuidores y exhibidores que la condenen a una carrera comercial sin apenas compromiso, lo que le ha llevado tan solo en nuestro país a caerse casi por completo de la cartelera apenas una semana después de su estreno. En un momento en el que la derecha amenaza con socavar muchos de los derechos adquiridos por colectivos tan vulnerables como el de las mujeres, cintas como ésta son imprescindibles para reflexionar sobre el camino recorrido y el peligro que siempre acecha para regresar al punto que nunca debiera haber existido.

Elizabeth Banks, harta seguramente de encasillarse en comedias un punto gamberras y tras dirigir un par de largometrajes, el último Oso vicioso, se mete en la piel de un personaje muy paradigmático, el de una ama de casa a su pesar pero rendida ante las convenciones, que descubre a raíz de un embarazo peligroso su vocación y función en la vida, tras tomar conciencia de la realidad en los convulsos, revolucionarios y rebeldes finales de los sesenta protagonizados por el movimiento pacífico hippy. Con estos ingredientes, y la participación impagable de una Sigourney Weaver nunca tan cómoda como en este papel, la comprometida directora Phyllis Nagy, autora del guion de Carol de Todd Haynes y realizadora del telefilm Mrs. Harris con Annette Bening, Ben Kingsley y Ellen Burstyn, de contenido también eminentemente feminista, nos ofrece un recorrido esencial por la metamorfosis que sufre una madre de clase media desde su cómoda pero inconveniente posición a la sombra del marido y al servicio de una hija adolescente, cuando debido a un embarazo inoportuno para su salud, y sin histerias ni salidas de tono, va tomando conciencia y cambiando de opinión respecto a su cuerpo inexplorado, por descubrir, y la marginación que en cuestiones de sexo y placer sufren las de su género.

Nagy y Banks definen el personaje a la perfección, conscientes de que todo el análisis se concentra alrededor de quien ha sacrificado su carrera y su inteligencia y se entrega a una doble vida sin malas conciencias ni esos sentimientos de culpa a los que el poder siempre ha sometido a las mujeres. A partir de ahí, la narración discurre con fluidez y gracia, sin pretender epatar ni emocionar más de lo debido, con intención didáctica pero sin sermones ni propagandas, más bien con sentido de la mesura y cierta contención, siempre de forma que la función abarque todos los elementos que giran alrededor del aborto. Una secuencia frente al consejo de administración de un reputado hospital de Chicago, integrado casi en su totalidad por hombres, y un recorrido por la biblioteca de la universidad, con sus paredes engalanadas con retratos de personajes ilustres de la institución, todos hombres, se erigen en perfecto testimonio de lo que Nagy y su competente equipo artístico y técnico quieren contarnos con tanta y elogiable claridad y capacidad de síntesis.

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