Dirección Elizabeth Banks, Steven Brill, Steve Carr, Rusty Cundieff, James Duffy, Griffin Dunne, Peter Farrelly, Patrick Forsberg, James Gunn, Bob Odenkirk, Brett Ratner y Jonathan van Tulleken Guión Steve Baker, Will Carlough, Jacob Fleisher, Patrick Forsberg, Matt Portenoy, Greg Pritikin, Rocky Russo, Jeremy Sosenko y Elizabeth Wright Shapiro Fotografía Frank G. DeMarco, Steve Gainer, William Rexer y Tim Suhrstedt Música Billy Goodrum Intérpretes Devin Eash, Adam Cagley, Mark L. Young, Hugh Jackman, Kate Winslet, Liev Schreiber, Naomi Watts, Austin Cope, Anna Faris, Chris Pratt, J. B. Smoove, Kieran Culkin, Emma Stone, Richard Gere, Kate Bosworth, Jack McBrayer, Aasif Mandvi, Justin Long, Jason Sudeikis, Uma Thurman, Bobby Cannavale, Kristen Bell, Leslie Bibb, Christopher Mintz-Plasse, Chloë Grace Moretz, Gerard Butler, Seann William Scott, Johnny Knoxville, Halle Berry, Stephen Merchant, Terrence Howard, Elizabeth Banks, Josh Duhamel Estreno en España 25 enero 2013
No se nos ocurre ningún motivo por el que un elenco tan amplio y atractivo de estrellas de Hollywood haya aceptado participar en este enésimo ejemplo de declive de la comedia americana perpetrado por los Hermanos Farrelly y algunos de sus incondicionales. Los seis millones de dólares que dicen que ha costado, gastos comerciales incluidos, no dan para el caché de la mayoría de sus famosos intérpretes. Hasta hoy solo Woody Allen lograba contratar tantos nombres ilustres a costa de que éstos bajasen su caché, obviamente las diferencias entre trabajar en una película de Allen y hacerlo en ésta saltan a la vista, así que habremos de pensar que en tiempos de crisis reírse de todo y de todos es más necesario que nunca; puede que por ello estos conocidos actores y actrices hayan pensado que así colaboran con algún tipo de ONG o algo parecido. Y la verdad es que no es difícil reírse con esta sucesión de cortometrajes que escenifican situaciones de auténtico delirium tremens. Escatología, adicciones, juegos, racismo, maltrato animal, citas a ciegas… todo en torno al sexo, la obsesión por el sexo a través de lenguajes y perversiones de lo más zafias y vulgares, nunca a través de la carne, que como ya se sabe se enseña poca (bueno, tan solo la de la iBabe, que es un reproductor musical con prestaciones muy particulares), y la que se enseña es postiza y se hace en los dos episodios dirigidos por Peter Farrelly, que de eso sabe mucho: Hugh Jackman enseña lo suyo en un lugar insólito de su anatomía, y Halle Berry muestra primero unos senos convencionales y más tarde otros enormes. Imaginen una chica que le pide a su novio que le haga sus necesidades encima, o un gato de dibujos animados haciéndole felaciones a su dueño, en un episodio que hace una clara alusión a la película Ted, la del osito chabacano... pues ya saben de qué va la cosa. No sabemos qué ha pasado en la exhibición del film para que la versión que se puede ver en Estados Unidos sea diferente a la que vemos aquí. El nexo entre los diferentes episodios en América es un guionista de Hollywood que propone diversas historias a un productor, a cual más descabellada, que no acaban de agradarle. Dennis Quaid, Greg Kinnear y Seth McFarlane intervienen en este episodio que sirve de enlace que no vemos en España, donde ha sido sustituido por unos adolescentes que deciden gastarle una broma a un hacker invitándole a que busque en la red la película más atrevida y prohibida de la historia. Pero los resultados no son ni tan atrevidos ni tan provocadores, salvo de risa inevitable y embarazosa, porque las historias propuestas son de auténtico análisis clínico. Como suele ocurrir en estas películas de episodios, unos merecen más la pena que otros, y en esta ocasión nos quedamos con el protagonizado por Naomi Watts en torno a la educación de su hijo adolescente, interpretado por el impagable Austin Cope con cara de desnortado.
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