martes, 15 de enero de 2013

RICHARD RODNEY BENNETT: SENTIDO Y SENSIBILIDAD BRITÁNICA

La pasada víspera de Navidad falleció en Nueva York el compositor británico Richard Rodney Bennett, conocido especialmente por sus trabajos para el cine, en el que destacan títulos como Asesinato en el Orient Express o Cuatro bodas y un funeral. Queremos por ello dedicarle un homenaje en forma de semblanza y una selección musical de algunos de sus trabajos más relevantes para la gran pantalla.

Bennett nació en el condado de Kent en 1936; su madre era miembro del coro que estrenó Los Planetas de Holst, y su padre autor de libros infantiles; se licenció en la Royal Academy of Music en 1965 y perfeccionó sus estudios en París con Pierre Boulez, formándose en el dodecafonismo y en corrientes como el Serialismo y el Simbolismo, a pesar de lo cual en su música apenas se refleja el estilo vanguardista y rompedor de su maestro. Él prefirió cultivar un estilo romántico e inconfundiblemente melódico en todos los géneros que cultivó a lo largo de una fructífera carrera en la que compuso más de doscientas piezas de concierto y cincuenta bandas sonoras para cine y televisión. También fue un consumado pianista de jazz, acompañando a artistas de la talla de Cleo Laine, Marion Montgomery, Claire Martin, Annie Ross o Chris Connor. Y por si fuera poco también hizo sus pinitos en pintura, a través del arte del collage, y posó en diversas ocasiones como modelo escultórico. Su afición por las artes en general se debió seguramente a una sensibilidad especial marcada por su homosexualidad, lo que le llevó a ser considerado una persona muy elegante e influyente en los circuitos gays. En 1998 fue nombrado Sir.

En 2011, coincidiendo con su 75 cumpleaños, se sucedieron conciertos con su música a todo lo largo y ancho del Reino Unido, desde su suite para Asesinato en el Orient Express en los Proms, hasta su Great American Songbook con arreglos de clásicos americanos como Cole Porter, George Gershwin o Richard Rodgers, pasando por su Jazz Calendar o su Sonata inspirada en el Syrinx de Debussy. Muestras todas ellas de una gran versatilidad en la que tienen cabida tres sinfonías, conciertos para varios instrumentos, como el que compuso para el saxo de Stan Getz y que éste no pudo estrenar por fallecer antes, varias óperas, música coral y mucha música de cámara. Su habilidad y prestancia al piano le llevó a ser reclamado por Boulez y Stockhausen para estrenar algunas de sus obras, como las Estructuras 1a del primero. Algunas de sus propias obras, las menos, acusan esta influencia vanguardista, como su ópera The Mines of Sulphur, su Concierto para piano para Stephen Kovacevich o su Concierto para guitarra para Julian Bream. Su trabajo como pianista y cantante de jazz tuvo  su origen en su etapa de estudiante, cuando tocaba en clubs nocturnos para conseguir algún dinerillo extra. En los 70 sus actuaciones en el foyer del Hotel Algonquin de Nueva York se hicieron míticas, y en los 90 recorrió escenarios de todo el mundo con un espectáculo-cabaret.

Gran aficionado a la música de cine desde muy joven, aseguraba que la etapa dorada de la banda sonora fueron los años 30, cuando compositores de la talla de Prokofiev, Shostakovich, Britten, Hindemith o Poulenc escribieron para el medio. Bennett compuso frecuentemente para la televisión, destacando trabajos como Sherlock Holmes en Nueva York (1976) o The Tale of Sweeney Todd (1997). Tender Is the Night (Suave es la noche) es una miniserie de televisión de 1985 que adaptaba la novela de Scott Fitzgerald ya llevada el cine en 1962 por Henry King y con música de Bernard Herrmann. Peter Strauss, Mary Steenburgen y Sean Young estaban entre sus protagonistas, y contaba la decadente vida de los ricos americanos en la riviera francesa durante la época de la Gran Depresión. El tema principal, interpretado por Rumon Gamba y la Filarmónica de la BBC, es un delicado foxtrot que sirvió de sintonía al programa Pantalla Sonora que emitimos en Radiópolis hasta diciembre pasado. Entre sus primeras bandas sonoras destacan Indiscreta (1958) para Stanley Donen y El discípulo del diablo (1959) para Guy Hamilton. The Witches (Las brujas) es una producción Hammer de 1966 dirigida por Cyril Frankel y protagonizada por Joan Fontaine sobre brujería y vudú en África y más tarde también en Inglaterra. En su música apreciamos influencias del dodecafonismo en el que fue formado el compositor. Ken Russell dirigió Million Dollar Brain (Un cerebro de un millón de dólares) en 1967; una historia de espías en la época del comunismo soviético, protagonizada por Michael Caine, Karl Malden y la computadora que da título al film. De su banda sonora hemos seleccionado el impactante tema principal en el que destaca un obsesivo piano.

Tras colaborar con John Schlesinger en 1963 en Billy Liar (Billy el embustero), donde dio rienda suelta a sus habilidades con el jazz, volvió a trabajar con el director de Cowboy de medianoche en Far from the Madding Crowd (Lejos del mundanal ruido, 1967), según la novela de Thomas Hardy adaptada por Frederick Raphael, autor del magnífico guión de Dos en la carretera. Julie Christie interpretaba a una rica heredera que se debate en pleno siglo XIX entre tres hombres, un granjero (Alan Bates), un maduro y próspero hombre de negocios (Peter Finch) y un seductor y granuja sargento del ejército (Terence Stamp). De su hermosa música, por la que obtuvo su primera nominación al Oscar, escuchamos una amplia suite interpretada por Kenneth Alwyn y la Filarmónica de Praga. Nicholas and Alexandra (Nicolás y Alejandra, 1971) fue una de las pocas ocasiones en que el director Franklin J. Schaffner no contó con Jerry Goldsmith para la música. En su lugar Bennett planteó una partitura llena de lirismo y efectismo, apoyada fundamentalmente en la cuerda, que le supuso su segunda nominación al Oscar. Michael Jayston y Janet Suzman daban vida al Zar Nicolás II y su esposa durante el esplendor imperial, el exilio en Siberia tras la revolución bolchevique, sus relaciones con Rasputín y la ejecución de toda la familia. Dos españoles lograron el Oscar por la película: Antonio Castillo por el vestuario, y Gil Parrondo su segundo Oscar (el primero fue por Patton) en el apartado de mejor dirección artística. Hemos seleccionado de su banda sonora original la obertura y el entreacto.

Lady Caroline Lamb (1972) fue la única película que dirigió Robert Bolt, afamado guionista de títulos como Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago, La hija de Ryan y La misión, y autor de la obra teatral Un hombre para la eternidad. En la película Sarah Miles es una dama de la nobleza británica que escandaliza a la sociedad por su romance con Lord Byron (Richard Chamberlain) mientras se encuentra condenada a un matrimonio sin amor. Su preciosa banda sonora fue acusada, no sin razón, de plagiar el tema The Windmills of Your Mind de Michel Legrand para El caso Thomas Crown. El propio Bennett arregló una pieza de concierto extraída de su música para el film, una Elegía para viola y orquesta, de la cual escuchamos su segundo y último movimiento en interpretación de Peter Mark y la Orquesta New Philharmonia dirigida por Marcus Dods, tal como aparece en la edición discográfica de la banda sonora original.

Recomendado por Stephen Sondheim, Sidney Lumet requirió sus servicios en Murder on the Orient Express (Asesinato en el Orient Express, 1974), una adaptación de Agatha Christie que creó escuela y en donde Albert Finney interpretaba al inspector Hercules Poirot rodeado de un reparto de estrellas entre las que destacaban Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Richard Widmark, Sean Connery, Vanessa Redgrave, Jacqueline Bisset, Anthony Perkins y Michael York. Su obertura arranca como un suntuoso concierto de piano romántico, para dar paso a un melodioso foxtrot, sin duda el tema más inspirado de su filmografía junto al original vals, deudor de La valse de Ravel, que ilustra el viaje en tren y que para Bernard Herrmann constituía todo un desafío, al componer un alegre vals para un tren que representaba la muerte. Para Bennett supuso su tercera y última nominación al Oscar. Con Lumet volvería a colaborar en 1977 en la adaptación de Equus de Peter Shaffer.

Tras una breve incursión en el cine francés en 1977 con L’Imprecateur, en el 79 volvió a ponerse a las órdenes de Schlesinger para el film Yanks (Yanquis), un melodrama romántico protagonizado por Richard Gere y ambientado en la Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial plagada de bases americanas. Su guión lo firmaba Colin Welland, que dos años después lograría un Oscar por Carros de fuego. El tema de amor de Yanquis está muy en la línea romántica y apasionada de su autor. Bennett trabajó poco en los 80 para el cine, destacando tan solo su trabajo para El retorno del soldado, un sólido y claustrofóbico trabajo para ilustrar un film protagonizado por Alan Bates, Julie Christie, Glenda Jackson y Ann-Margret. El reconocimiento le llegaría de nuevo en los 90 con dos películas dirigidas por Mike Newell. Por un lado An Enchanted April (Un abril encantado, 1991), una comedia romántica en la que se plasma, como en tantas otras veces, la influencia del romanticismo italiano en el temperamento frío de los británicos. Y por el otro su intimista partitura para Four Weddings and a Funeral (Cuatro bodas y un funeral, 1994), comedia romántica de enorme éxito protagonizada por Hugh Grant y Andie McDowell donde la música de Bennett cedió protagonismo a las canciones seleccionadas para promocionar la película y su banda sonora. De ambas cintas escuchamos interpretaciones de Rumon Gamba y la Filarmónica de la BBC.


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