José Manuel Martínez Melero |
La estructura de este primero de dos conciertos a celebrar en su sede habitual vuelve a combinar obras contemporáneas con otras de marcado carácter clásico y romántico. Schnittke, uno de los más importantes compositores tardosoviéticos y prolífico autor de bandas sonoras, apenas ha sido programado en esta ciudad. Cultivador de un modernismo moderado y de un estilo ecléctico que él denominó poliestilismo, su concierto para violín nº 3 con orquesta de cámara cuenta con sobradas ocasiones para ofrecer tanto sonidos aristados como más líricos e intensamente emocionales. José Manuel Martínez logró transmitir ambas vertientes, defendiéndose con sobrada solvencia, mucho entusiasmo y una perfecta compenetración con la batuta siempre inquieta de García Rodríguez, que hizo brillar matices y colores de forma muy satisfactoria.
Las serenatas de Brahms, sus primeras obras orquestales, son poco frecuentadas; sin embargo ya pudimos disfrutar de ellas la pasada temporada de la ROSS, dedicada al compositor alemán. De la segunda, que prescinde de violines, los jóvenes ofrecieron una versión amable pero imprecisa e insegura, de tempi rápidos y efectivos reducidos que acentuaron su carácter de divertimento en homenaje a los autores del clasicismo.
Nota: El concierto estuvo dedicado por sus compañeros y compañeras a José Antonio Pérez Madrigal, fagotista de la orquesta fallecido repentinamente el pasado verano.
Nota: El concierto estuvo dedicado por sus compañeros y compañeras a José Antonio Pérez Madrigal, fagotista de la orquesta fallecido repentinamente el pasado verano.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 25 de enero de 2013
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