Dirección Tom Hooper Guion Tom Hooper y Lee Hall, según el musical de Andrew Lloyd Webber basado en el poemario de T.S. Elliot “Old Possum’s Books of Practical Cats” Fotografía Christopher Ross Música Andrew Lloyd Webber Intérpretes Francesca Hayward, Jennifer Hudson, Judi Dench, Taylor Swift, Ian McKellen, James Corden, Idris Elba, Laurie Davidson, Rebel Wilson, Robbie Fairchild, Steven McRae, Eric Underwood, Ray Winstone, James Derulo, Naoimn Morgan, Laurent Bourgeois, Larry Bourgeois Estreno en Reino Unido y Estados Unidos 20 diciembre 2019; en España 25 diciembre 2019
Basado en un poemario de T.S. Elliot, el musical Cats logró desde principios de los años ochenta del pasado siglo convertirse en uno de los más representados de todos los tiempos, con más de veinte años ininterrumpidos en el West End de Londres y dieciocho en Broadway, algo posiblemente solo explicable por esa preciosa canción que es Memory. Yo mismo, amante de los musicales, decidí salirme en el intermedio cuando fui a verlo en Londres en 1996. No llamó nuestra atención ni el resto de la partitura ni su banal y nada interesante argumento, limitado a presentar a una serie de improbables mininos dentro de una sociedad metahumana, casi de pordioseros, que busca un líder o lideresa llamada a regenerar la especie en un rito de renacimiento eterno, como si fuera un mesías.
Demasiado metalenguaje, espiritualidad y canto religioso para nuestro paladar. Su adaptación al cine no ha logrado exorcizar esa animadversión por este musical de Lloyd Webber, autor de musicales más de nuestro agrado como Jesucristo Superstar, Evita y sobretodo El fantasma de la ópera. El único mérito de Cats es contar con un elenco todo humano sometido a mucho maquillaje, un trabajado vestuario de Paco Delgado, colaborador del director en El discurso del rey, Los miserables y La chica danesa, y sobre todo una digitalización que convierte el producto casi en una cinta animada, muy colorista y donde las coreografías de Andy Blankenbuehler se combinan perfectamente con esa digitalización. En el proceso atisbamos que las proporciones entre los gatos y el resto de animales y objetos no son siempre perfectas, incluidas unas cucarachas que bailan al son de una coreografía basada en Busby Berkeley. Ni siquiera sus atribulados protagonistas, entre estrellas del cine y el pop, logran elevar este cansino producto que ni interesa ni apenas entretiene.
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