Dirección José Luis Garci Guion José Luis Garci y Javier Muñoz Fotografía Luis Ángel Pérez Música Jesús Gluck Intérpretes Carlos Santos, Miguel Ángel Silvestre, Luisa Gavasa, Patricia Vico, Pedro Casablanc, María Cantuel, Raúl Mérida, Macarena Gómez, Cayetana Guillén Cuervo, Luis Varela, Ramón Langa, Andoni Ferreño, Alfonso Delgado Estreno 4 octubre 2019
Alfredo Landa hizo célebre al detective Areta a principios de los ochenta, cuando Garci le encargó dar vida a este carismático, firme y decidido ex policía con ojos que ha visto mucho, demasiado, en la España de la transición. El Crack tuvo una continuación y ahora, treinta y seis años después, una precuela. Garci ha retomado al personaje y al ambiente justo cuando, cuarenta años después, mucha gente se pregunta si efectivamente la transición se hizo bien, si hubo justicia y si estamos reviviendo una pesadilla con el regreso de partidos ultraderechistas y políticas centralizadoras que silencian otras realidades que forman también parte de nuestro entorno.
Garci aprovecha además para rendir sus sempiternos y habituales homenajes; a aquellos años en los que participó en ese sutil cambio con películas como Asignatura pendiente, Las verdes praderas o la oscarizada Volver a empezar. También a un nostálgico Madrid en blanco y negro para el que ha tirado de videoteca; y por supuesto al cine clásico americano, al negro para más señas, inundando su metraje de referencias tanto en los diálogos como en los personajes y el atrezzo. Sus formas cada vez más estáticas y relajadas, con mucha literatura y sin prejuicios a la hora de poner en boca de sus personajes sentencias y pedanterías varias, y toda esa parefernalia tributaria parecería indicar que nos encontramos ante un producto rancio y anticuado. Sin embargo el cineasta conoce bien su oficio, no puede evitar caer frecuentemente en la cursilería, porque él es así, pero acierta al dotar al conjunto de ritmo, el suyo particular pero al fin y al cabo ritmo, definir perfectamente a sus personajes, y encajar en la trama cuantas cuestiones le interesa denunciar, y que hoy como entonces están tan de actualidad, como la violencia de género, la pederastia o el pasado terrorista de ETA.
Y en el transcurso, con su particular oferta de intriga e investigación policial, entretiene con una combinación de justicia y venganza que invita a la reflexión e incluso a la confrontación. Además se nota que ha puesto cariño en el empeño y que sus intérpretes le quieren y apoyan. En el apartado musical la cinta recupera la banda sonora que Jesús Gluck, ex integrante de Los Bravos y fallecido a principios del año pasado, compuso para las dos primeras partes.
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