USA 2019 135 min.
Guion y dirección Greta Gerwig, según la novela de Louise May Alcott Fotografía Yorick Le Saux Música Alexandre Desplat Intérpretes Saoirse Ronan, Timothée Chalamet, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dern, Meryl Streep, James Norton, Louis Garrel, Bob Odenkirk, Chris Cooper, Tracy Letts Estreno en España y Estados Unidos 25 diciembre 2019
El clásico juvenil de Louise May Alcott Mujercitas, ese canto al difícil y a menudo traumático paso de la más tierna y alegre infancia a la madurez, con todas sus responsabilidades y dificultades, ha motivado multitud de adaptaciones desde 1917 hasta nuestros días, incluidas tres películas antológicas, la que dirigió George Cukor en 1933 y que aquí se llamó Las cuatro hermanitas, la de 1948 dirigida por Mervyn LeRoy y que más guardamos en nuestra memoria gracias a frecuentes transmisiones en televisión, y la más reciente de Gillian Armstrong de 1994.
La directora de Lady Bird nos ofrece otra versión más, apenas un año después de que su publicación cumpliera siglo y medio de su publicación y de que lo celebrara una muy completa y meticulosa cinta realizada para la televisión, medio en el que esta novela decimonónica ha sido adaptada muchísimas veces en serie o telefilm. Greta Gerwig se ha centrado esta vez tanto en el personaje de Amy, que interpretara Elizabeth Taylor en 1949 y ahora la protagonista de Lady Macbeth, como en el de Jo, siempre la estrella de la función, desde Katharine Hepburn en 1933 a Winona Ryder en 1994, pasando por June Allyson en 1949 y ahora Saoirse Ronan, ya protagonista de la por muchos celebrada ópera prima como directora de la actriz de Frances Ha y Mistress America. Así asistimos a las experiencias de Amy en Eruropa y cómo Laurie, un aniñado y poco convincente Thimotée Chalamet, la conquista tras ser rechazado por Jo. Esto y su desestructuración en forma de idas y venidas en el tiempo, lo que solo contribuye a hacer su narrativa más farragosa, es la única novedad del film, además de que hoy todos los aspectos técnicos y artísticos se cuidan al máximo, dando un acabado final al producto de lujo absoluto, lo que incluye toda una lista de éxitos musicales del Romanticismo y el Barroco que chirría más que ilustra.
Quien quiera ver en en esta película vitalista merced a un montaje frenético y a presentar sus episodios de forma fulminante, un trabajo más directo e incisivo sobre el feminismo y la feminidad, se equivoca. De todo ello había y más en las antiquísimas versiones de Cukor y LeRoy. Especialmente en esta última, donde la habitualmente mediocre Allyson hizo su mejor papel, dando vida a una Jo March inquieta culturalmente, algo masculina, embebida en su trabajo como escritora y con sus asuntos sentimentales tan claros como su visión de la vida para comérsela y bebérsela. Ni Ryder ni Ronan han logrado superar eso, y tampoco Gerwig ha conseguido por mucho empeño que haya puesto, actualizar lo que May Alcott ya dejó muy claro hace siglo y medio.
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