Dirección Ridley Scott Guión Hampton Fancher y David Webb Peoples, según la novela de Philip K. Dick “Do Androids Dream of Electric Sheep?” Fotografía Jordan Cronenweth Música Vangelis Intérpretes Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos, M. Emmet Walsh, Daryl Hannah, William Sanderson, Brion James, Joe Turkel, Joanna Cassidy, James Hong, Morgan Paull Estreno en España 21 agosto 1982; reestreno 19 marzo 2015
La nueva reposición de este clásico de la ciencia ficción, retomando la nueva versión que Scott editó de la película en 2007, demuestra que al público le gusta reencontrarse con las cintas que marcaron época y se han convertido en mitos del cine. Sólo así se explica las largas colas que se forman para verla en su versión original, con imagen y sonido restaurados y copia digital brillante y espectacular. Esta reposición, que se une a las recientes de ¡Qué noche la de aquel día! y Alien, coincide con la aproximación del año en el que se desenvuelve la trama, 2019, y la proliferación en pantalla de títulos que analizan el tema de los androides inteligentes. El paso de los años no ha dañado ni un ápice la película, que mantiene toda su frescura y originalidad, continúa siendo inquietante y exhibe toda su parafernalia técnica y artística con desparpajo y naturalidad , casi como si hubiera sido rodada ayer. Las novedades introducidas por el director de Gladiator apenas se reducen a algunos retoques digitales (el zeppelin, los mandos del automóvil), la inclusión de una imagen onírica de un unicornio, que siempre se dijo que la extrajo de Legend, el film que rodó a continuación, y algunas secuencias descartadas que no añaden nada a la trama. Argumento que se sitúa en una asfixiante y lluviosa visión distópica de la ciudad de Los Angeles, con esa recreación de atmósferas que hicieron tan famoso al realizador al comienzo de su carrera, y que recicla las historias detectivescas del cine negro americano de los cuarenta para generar una extraordinaria reflexión sobre la existencia, el instinto de supervivencia y la razón de la vida misma. Excelente sigue siendo la hipnótica música de Vangelis, en la que cabe incluso escuchar la voz del recientemente desaparecido Demis Roussos, como excelentes siguen resultando las interpretaciones del elenco, empezando por un cínico, descreído y desencantado Harrison Ford y un inquietante y arrogante Rutger Hauer, que nos sigue conmoviendo con su monólogo final.
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