USA-Canadá 2023 119 min.
Dirección Damián Szifron Guion Damián Szifron y Jonathan Wakeham Fotografía Javier Juliá Música Carter Burwell Intérpretes Shailene Woodley, Ben Mendelssohn, Jovan Adepo, Ralph Ineson, Dusan Dukic, Mark Camacho, Richard Zeman, Jason Cavalier Estreno en Estados Unidos 21 abril 2023; en España 2 febrero 2024
Nada sabíamos del director argentino Damián Szifron desde que acaparara tanta atención y reconocimiento por sus Relatos salvajes. Casi una década en silencio que ahora rompe con su primer trabajo norteamericano, un thriller intenso y sombrío sobre un francotirador que siembra el terror en Baltimore durante las celebraciones de fin de año. Un arranque impactante que deviene en una investigación quizás no todo lo brillante que su prometedor guion merece, pero que encierra suficientes puntos de interés como para suscitar nuestra atención y dejarnos seducir por el inquietante retrato que ofrece no ya de un asesino en serie sino de masas, capaz de aniquilar a decenas de personas gracias a la pericia adquirida en un país donde las armas suponen una de sus mayores industrias.
El desarraigo y la desilusión se convierten en abono para los instintos más maquiavélicos posibles, a los que se enfrentará una mujer policía reclutada por el FBI, una especie de Clarice Starling a la caza de un demonio junto a un agente veterano de la agencia federal de investigación e inteligencia que encuentra en su camino los habituales obstáculos de tipo burocrático y político. A ellos ponen físico la heroína de la saga Divergente y productora del film, Shailene Woodley, a quien también hemos visto en Los descendientes y pronto lo haremos en Ferrari, y el veterano Ben Mendelssohn, que compone un más que convincente y aguerrido agente del FBI.
Quizás Szifrón no haya depositado en el producto todo el interés que su absorbente trama demanda, y le haya quedado un conjunto algo deslavazado aunque nada impersonal. Pero eso no justifica que haya tenido tan poco éxito, hasta el punto de estrenarse en nuestro país casi un año después de hacerlo en el resto del mundo. Por cierto, aquí se ha estrenado aprovechando su muy adecuado título canadiense, y primero que se barajó para su estreno internacional, después sustituido por el más convencional Atrapa a un asesino, tan inadecuado por remitir a la alta comedia de intriga hitchcockiana.
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