Italia 2015 114 min.
Dirección Cristina Comencini Guión Cristina Comencini y Giulia Calenda Fotografía Italo Petriccione Música Andrea Farri Intérpretes Virna Lisi, Marisa Paredes, Angela Finocchiaro, Valeria Bruni Tedeschi, Candela Peña, Pihla Viitala, Nadeah Miranda, Francesco Scianna, Neri Narcoré, Jordi Mollá, Lluís Homar, Toni Bertorelli, Claudio Gioé Estreno en Italia 19 marzo 2015
Saverio Crispo es el nombre ficticio de una antigua estrella del cine italiano, un latin lover (más acertado, como es habitual, el título original que el desatinado castellano) que voló de esposa en amante y tuvo hijas con varias de ellas. Una reunión de las dos esposas y las hijas de éstas y las amantes, para honrar al actor fallecido y homenajearlo con unos actos conmemorativos, constituye la base sobre la que se construye esta amable comedia vodevilesca. La dulzura con la que Cristina Comencini, hija de Luigi y realizadora entre otras de Donde el corazón te lleve, El mejor día de tu vida (ambas también con Virna Lisi) y La bestia en el corazón, desarrolla los episodios de descubrimientos, sorpresas y desengaños que caracterizarán el breve encuentro, se convierte en la principal baza para disfrutar de esta película irregular, algo apresurada y desde luego no pulida, pero definitivamente encantadora. Lástima no haber podido disfrutarla en versión original, con gente de distinta nacionalidad, especialmente italianos y españoles hablando todos el mismo idioma pero con dificultad y acento, y que en esta versión doblada resulta ridículo que todas y todos entonen un perfecto castellano, da igual si son suecas, americanas o italianos. Precisamente en el estupendo trabajo coral reside parte de su encanto, con secuencias estupendas en las que hijas y madres desvelan sus secretos e inquietudes, y otras más cómicas generalmente relacionadas con los hombres. Funciona además como homenaje a un cine que ya no existe, y que en el caso de Italia escribió algunas de sus páginas más celebradas, y a un tipo de galán que llenó páginas de revistas y tan felices hizo a millones de mujeres, aunque sólo fuera fachada. El galán y sus mujeres tratados con elegancia, con una estética femenina nunca molesta y bajo una línea de trabajo en la que prima sobre todo el cariño. Siendo además el testamento cinematográfico de la hermosísima Virna Lisi, con una estupenda Marisa Paredes dándole la réplica, que no llegó a verlo estrenado y a cuya memoria va dedicado, merece prestarle una especial atención.
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