domingo, 2 de marzo de 2025

BLACK BOX DIARIES Investigación en primera persona

Japón-USA-Reino Unido 2024 102 min.
Guion y dirección
Shiori Ito Fotografía Hanna Aqvilin, Yuta Okamura y Keke Shiratama Música Mark De Gli Antoni Documental Estreno en el Festival de Sundance 20 enero 2024; en Movistar Plus+ 7 febrero 2025

Primero fe el trauma, la vergüenza y una denuncia infructuosa traducida en fracaso judicial, después la incomprensión y el linchamiento social, un libro basado en una exhaustiva investigación, y finalmente un triunfo procesal. Es el particular via crucis de una joven periodista japonesa que, tras una cena de trabajo con Noriyuki Yamaguchi, uno de los más influyentes periodistas de Japón y amigo personal del primer ministro Shinzo Abe, terminó siendo víctima de una violación en la habitación de hotel en la que se alojaba el citado depredador y periodista. Este recorrido ha culminado en un documental a las puertas de alzarse con el Oscar en su categoría, mientras la víctima y autora, también del libro en el que se basa, Shiori Ito, se ha convertido en referente e influyente activista de los derechos de igualdad.

Muchas lágrimas vertidas y una determinación admirable dan testimonio del singular sufrimiento de quienes como ella han tenido que pasar por este espinoso camino hasta conseguir que se les escuche y se les comprenda, ya sea aquí, con el caso Nevenka como reciente trabajo fílmico que nos retrotrae a oscuros tiempos pretéritos, como en Hollywood, con el movimiento Me Too surgido de los crímenes de Harvey Weinstein, en Japón o el resto del mundo. Una forma muy especial e imprescindible de cambiar legislaciones y modelos sociales, como el japonés, tan necesitado de una amplia y dificultosa reforma, anclado en modelos de patriarcado rancio y marchito. Lástima que tardemos en conectar con el drama, merced a un montaje farragoso, a menudo confuso, y un sinfín de secuencias que parecen de relleno, aportando poco o nada al argumento principal, algo desdibujado hasta que bien avanzado el metraje, empieza a tener forma y suscitar nuestra empatía.

De cualquier modo, tiene mucho mérito que sea precisamente su principal e involuntaria protagonista quien haya urdido todo este entramado para ayudar a generaciones futuras e impedir definitivamente estos abusos imperdonables. De momento, su avance ha logrado algún que otro cambio, especialmente en la mirada del público, aunque como rezan las últimas imágenes del documental, las consecuencias en el verdugo apenas se dejaron apreciar.

A COMPLETE UNKNOWN Convencional retrato de un músico legendario

USA 2024 141 min.
Dirección
James Mangold Guion James Mangold y Jay Cocks, según el libro de Elijah Wald Fotografía Phedon Papamichael Música Bob Dylan Intérpretes Timothée Chalamet, Edward Norton, Elle Fanning, Monica Barbaro, Joe Tippett, Eriko Hatsune, Scoot McNairy, Dan Fogler, Boyd Holbrook, Will Harrison Estreno en Estados Unidos 25 diciembre 2024; en España 28 febrero 2025

James Mangold
propició a Angelina Jolie su único Oscar hasta el momento, con Inocencia interrumpida, fue artífice de un buen remake, el de El tren de las 3:10, puso a Tom Cruise y Cameron Diaz a recorrer al trote las calles de Sevilla en Noche y día, potenció la presencia de Hugh Jackman en el universo Marvel con Logan y Lobezno inmortal, y tomó el relevo de Spielberg en la saga Indiana Jones con El dial del destino. Pero la película con la que más relación tiene este biopic de Bob Dylan, cuyo título deriva de la letra de la famosa canción Like a Rolling Stone, es En la cuerda floja, un exitoso biopic del cantante folk y country Johnny Cash, un personaje que aquí también tiene una presencia relevante.

A Complete Unknown es la lujosa adaptación de la biografía que de Bob Dylan escribió Elijah Wald, Dylan Goes Electric!, publicada en 2015. Nada que reprochar a su ambiciosa producción, excelente ambientación en el Nueva York de la primera mitad de los sesenta del pasado siglo, ni a las estupendas interpretaciones de su elenco protagonista. Todos además cantan con sus propias voces, imaginamos que con ayuda de la tecnología para asemejar sus timbres a los de los originales Dylan (Chalamet), Joan Baez (Barbaro), Peter Seeger (Norton) y Johnny Cash (Holbrook). Pero, dónde está el tema y la sustancia de esta sucesión de buenas canciones y letras del único compositor ganador del Nobel de Literatura. Prácticamente es lo que le falta, un hilo conductor que vaya más allá de sus aventuras amorosas con una joven activista de los derechos civiles llamada Silvia (Fanning) y su supuestamente atormentada relación con Joan Baez.

Sólo al final se vislumbra algo de intención en este recorrido por la vida profesional y emocional del autor de Blowin’ in the Wind, cuando en el Festival de música folk de Newport, decide dar un cambio radical a su estilo, más eléctrico, de la mano de su amigo y colaborador Bobby Neuwirth. De la controvertida personalidad del artista, que tampoco fue capaz de diseccionar Todd Haynes en la extravagante I’m Not There, poco llegamos a conocer en esta convencional película, a pesar del esfuerzo de Chalamet en dar carácter y personalidad al homenajeado. Rendirse a un buen puñado de canciones, sean o no de nuestro gusto, es prácticaemtne lo único a lo que asirse, gracias al acierto de dejarlas escuchar casi todas enteras, una práctica muy abandonada en el cine musical de las últimas décadas.

MI ÚNICA FAMILIA Una cuestión de catarsis emocional

Título original: Hard Truths
Reino Unido-España 2024 97 min.
Guion y dirección
Mike Leigh Fotografía Dick Pope Música Gary Yershon Intérpretes Marianne Jean-Baptiste, Michele Austin, David Webber, Ani Nelson, Sophia Brown, Tuwaine Barrett, Jonathan Livingstone Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2024; en Reino Unido 31 enero 2025; en España 28 febrero 2025

Hay directores, como Guédiguian, Allen o Loach, que reconcilian a una parte de la población cinéfila, que acude puntualmente a cada uno de sus estrenos buscándose a sí mismos a través de historias sencillas con las que sea fácil identificarse. Mike Leigh pertenece a ese selecto grupo. A sus ochenta años, y con la ayuda en la producción de la española Mediapro, tan atenta a este tipo de cine que no debe desaparecer de nuestra salas y de la experiencia sensorial pública, Leigh vuelve al universo que le hiciera popular en los años noventa del pasado siglo con Secretos y mentiras, y lo hace de la mano de su entonces joven protagonista, una Marianne Jean-Baptiste que borda aquí su cometido de mujer madura, ajada y en permanente disgusto con la vida, que le convierte en persona intratable y antisocial siempre al límite.

La película se debate necesariamente entre la comedia y el drama, pues la acumulación de improperios y exabruptos que lanza la protagonista durante gran parte de su metraje, invitan a la hilaridad, con el beneplácito de un guion lúcido al respecto. Puede parecer sin embargo que la cinta invierte demasiado tiempo en mostrarnos a esa persona cansada y amargada, aunque nada es poco cuando la intención es mostrar una catarsis emocional que cuenta con una antagonista muy concreta y especial, una hermana cuyo ambiente familiar se centra en el respeto, la complicidad y una envidiable tendencia a evitar problemas a quienes les rodea.

La cinta deambula así entre el tono simpático y desenvuelto, más relajado y luminoso que tenso y opresor, a pesar de sus premisas, que permite que el viaje sea placentero, y su reverso áspero y desesperanzado, del que la agria protagonista deberá saber salir casi sin ayuda de quienes observamos cómo es posible sentirse desgraciado a pesar de vivir rodeados de comodidades y cariño. A ese tono distentido contribuye la relajada banda sonora de Gary Yershon, habitual colaborador del director británico, en la mejor tradición del Alex North más intimista y dramáticamente comprometido.

NICKEL BOYS Irriante experimento formal

USA 2024 140 min.
Dirección
RaMell Ross Guion RaMell Ross y Joslyn Barnes, según la novela de Colson Whitehead Fotografía Jomo Fray Música Alex Somers y Scott Alario Intérpretes Ethan Herisse, Brandon Wilson, Aunjaue Ellis-Taylor, Hannish Linklater, Fred Hechinger, Daveed Diggs, Robert Aberdeen, Gralen Bryant Banks Estreno en el Festival de Telluride (USA) 30 agosto 2024; en Amazon Prime 27 febrero 2025


Desconcertante debut en el largometraje de RaMell Ross, convertido así, de la noche a la mañana, en objeto de culto e incomprensible admiración. Se trata de la adaptación de una novela ganadora del Pulitzer (¡qué bien venden los americanos todo lo suyo!), que como Sugarcane, otro trabajo en liza para los Oscar, en este caso en el apartado de mejor documental, indaga sobre la limpieza étnica en uno de esos centros educativos o reformatorios que con el tiempo han arrojado escalofriantes cifras de abusos y fallecidos. Pero la cinta de Ross no se limita a ser una denuncia o un alegato sobre la barbarie de un país considerado civilizado y que quizás se erige como el más racista del mundo occidental, por no decir del mundo en general.

Donde allí eran indios canadienses, aquí son una vez más negros, en concreto dos jóvenes a quienes sólo vemos juntos una vez, gracias a un espejo en el techo que los refleja y sirve como cartel anunciador. Porque el resto del tiempo, la cámara adopta una posición subjetiva y vemos a cada uno de los protagonistas con los ojos del otro, por lo que siempre hay uno que escapa a nuestra perspectiva, en lo que se convierte en caprichoso y a la postre irritante ejercicio de experimentación formal. Todo se reduce entonces a dos horas y veinte minutos tediosos, hundidos en una narrativa caprichosa, que juega constantemente al desafío, por lo que hay que estar muy atento y espabilado para comprender el conjunto de adversidades por el que atraviesan los dos jóvenes en una crónica con tendencia permanente a la impostura y el preciosismo estético, incluido el formato cuadrado y la música vanguardista.

Fuera de este prisma queda la denuncia, la catarsis emocional y el juego dialéctico, que pierden fuerza y efectividad a favor del experimento, para entregarse todo a la videocreación artística y el desapego hacia todo lo grave que se cuenta, las atrocidades perpetradas en el centro al que alude su título, Nickel. Habrá quien quiera ver poesía, pero por mucho que cuente con el beneplácito de industria y crítica, rendida a sus supuestos encantos, a nosotros sólo se nos antoja una película pedante y ridícula.

sábado, 1 de marzo de 2025

UN FANTÁSTICO VIAJE SINFÓNICO-CORAL A LA TIERRA MEDIA

The Lord of the Rings in Concert. Proyección de la película "El señor de los anillos: La comunidad del anillo" en versión original subtitulada al español, con la interpretación en directo de la banda sonora original de Howard Shore. Shih Hung Young, dirección. Grace Davidson, soprano. Coral Ángel de Ucelay (Fermín López, director), Coro Polifónico Orippo (Juan Manuel Barahona, director), Coro del COAS (Ana Alonso, directora), Coro Novaria (Isabel Chía, directora), Escolanía de Los Palacios. Juan Manuel Barahona, director preparador. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Auditorio FIBES, viernes 28 de febrero de 2025


Fibes celebró anoche una de las propuestas más novedosas y lucrativas de la Sinfónica de Sevilla, la proyección de la primera parte de la trilogía de El señor de los anillos con la música de Howard Shore recreada en directo. Una empresa que ha sido todo un éxito artístico y comercial, con casi siete mil personas aficionadas del cine y la música llenando entre la primera función, ayer, y la de hoy el imponente auditorio de Sevilla Este.

Una iniciativa que partió de Jordi Tort, el director gerente de la orquesta, que como buen barcelonés sabe perfectamente lo que significa llenar salas con la música de películas interpretadas de forma sincronizada con la película en cuestión. Algo que se ha hecho en muchas ocasiones en otras plazas, celebrando films míticos como E.T. El extra-terreste, La guerra de las galaxias, Vértigo o Con la muerte en los talones, y que aquí pudimos disfrutarlo hace cinco años, a las puertas de la pandemia.

Fue con Un americano en París en la Cartuja, de la mano precisamente de una orquesta catalana, la Sinfónica Camera Musicae, dirigida por el especialista en la materia Anthony Gabriele, con resultados espléndidos. La ROSS ha hecho algo parecido en varias ocasiones, pero acompañando films mudos como Carmen de Cecil B. de Mille, La revoltosa de Florían Rey y algunos títulos de Chaplin o Keaton, o sin palabras, como fue el caso de la selección de episodios de las dos Fantasías de Disney que pudimos disfrutar en el Maestranza en junio de 2022.

Por todo ello, podemos considerar ésta la primera ocasión en toda regla en la que la Sinfónica de Sevilla se ha atrevido a afrontar tan mastodóntica propuesta, teniendo en cuenta además de que se trata de una película de muy larga duración, tres horas en su versión original estrenada en cines hace veinticuatro años.

Coordinación de fuerzas

Para este reto, la Sinfónica no estuvo sola. Hasta cuatro coros amateurs y los niños y niñas de la Escolanía de Los Palacios le acompañaron, logrando una simbiosis absoluta y un entendimiento que sólo el esfuerzo y un arduo trabajo pueden conseguir. La sincronización precisa con las imágenes estuvo fundamentalmente en manos del director chino de origen taiwanés, aunque nacido en Kuala Lumpur y formado en la prestigiosa Julliard School de Nueva York, Shih Hung Young.


Especializado en la interpretación simultánea de películas con espectáculos que van de El padrino de Nino Rota a Gladiator de Hans Zimmer, y por supuesto la cinta que nos ocupa, el director logró esa coordinación perfecta entre todas las fuerzas convocadas, con resultados tan espléndidos que costó disociar la música de la imagen, creando un efecto confuso sobre si lo que escuchábamos surgía del escenario o de la pista de sonido de la película.

Es cierto que, dadas las dimensiones del auditorio, el sonido tuvo que ser amplificado, lo que quizás hubiera permitido ecualizar y equilibrarlo hasta conseguir que la música no eclipsara tan a menudo como lo hizo los diálogos y efectos de sonido de la película. Claro, que tratándose de un espectáculo donde la música es la verdadera protagonista de la función, cabía darle esa merecida prioridad.

Howard Shore y la Sinfónica de Sevilla

No es la primera vez que la ROSS se enfrenta a la música de Howard Shore. Ya lo hizo anteriormente en dos ocasiones, con el propio compositor a la batuta. En los Encuentros de Música de Cine de 1996, repasaron juntos aquellas partituras que le hicieron notable antes de alcanzar la fama absoluta con las películas de Peter Jackson.


En aquel memorable concierto sonó su música para las películas de David Cronenberg que le dieron a conocer, la de El silencio de los corderos que acrecentó su fama, y otras como Big, La Sra. Doubtfire, Filadelfia y Looking for Richard, un seudocumental de Al Pacino cuya música sinfónico coral podemos considerar como clara precursora de sus bandas sonoras para el universo de Tolkien.

Ocho años después, Shore recaló de nuevo en el Maestranza para presentarnos en jornada doble su sinfonía basada en temas de las tres películas de El señor de los anillos, también con la Sinfónica y con bellísimas ilustraciones de Alan Lee proyectadas en una pantalla. Pero lo de ayer y hoy es algo completamente diferente y sumamente atractivo, con resultados espectaculares que se tradujeron en un trabajo impecable de todas las familias orquestales, con especial protagonismo de la percusión, unos metales refulgentes, maderas  cargadas de ternura y una cuerda afinada, depositaria de altas cargas de tensión y puntuales exhibiciones de lirismo.

En cuanto a los coros, tan coordinados que parecieran sólo uno, atendieron con perfección profesional los pasajes más potentes y acentuados así como los más místicos y relajados, encontrando siempre el tono y la medida justa, sin estridencias ni salidas de tono perceptibles. Magníficos también, como siempre, los y las pequeñas de la Escolanía, mención especial del niño solista, nada que envidiar a Edward Ross, el intérprete original.


Tampoco Grace Davidson nos hizo echar de menos a Enya o a Elizabeth Fraser, la cantante celta y la soprano respectivamente que participan en la banda sonora original, cuyos diferentes cometidos abordó la soprano inglesa con absoluta naturalidad y siempre en perfecto estilo. Un acontecimiento, en general, todo lo satisfactorio que se pueda imaginar y un triunfo absoluto de nuestros músicos en todos los sentidos, arropado por el entusiasmo general de un público entregado.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía