USA 2016 88 min.
Dirección Fede Álvarez Guión Fede Álvarez y Rodo Sayagues Fotografía Pedro Luque Música Roque Baños Intérpretes Dylan Minnette, Jane Levy, Stephen Lang, Daniel Zovatto Estreno en Estados Unidos 26 agosto 2016; en España 2 septiembre 2016
Terence Young dirigió en 1967 Sola en la oscuridad. En ella Audrey Hepburn se valía de su ceguera para librarse de unos intrusos que allanaban su hogar. Con una premisa muy parecida pero derroteros diferentes, optando más por el terror que por el mero suspense, el uruguayo Fede Álvarez vuelve a conquistar Norteamérica también de la mano de Sam Raimi, que ya le produjera el remake de su propio clásico Posesión infernal. Recientemente he comparado dos versiones de una misma película, Carretera al infierno. La primera, dirigida por Robert Harmon en 1986, contaba con numerosos disparates en su guión, pero lograba generar una atmósfera malsana y de irrespirable tensión que la llevó a ser hoy considerada una pequeña joya de la serie B. La que David Meyers dirigió veinte años después pule gran parte de los disparates que conformaban el guión de la original, haciéndola más convencional y creíble; sin embargo carece del nervio suficiente y acusa continuas caídas de tensión. Es lo que tiene contar o no con talento; Fede Álvarez ha demostrado que le sobra y que como director es único a la hora de generar situaciones angustiosas y llevar al espectador al límite, aunque de su propuesta argumental podamos hacer un listado interminable de disparates consumados. No es este el lugar para enumerarlos, a riesgo de reventar aspectos fundamentales de su argumento. Baste dejar claro que No respires consigue lo que su título augura, y no dejará indiferentes a los amantes del género. Pero sí que es una lástima que no se hubieran perfeccionado más sus detalles, y sobre todo que no primaran tantos sus aspectos moralizantes y los personajes no fueran a menudo tan arquetípicos. Ahora bien, la pericia y la capacidad de Álvarez para generar auténtico suspense, a veces con recursos frescos y originales, es incontestable.
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