España 2017 115 min.
Dirección Agustí Villaronga Guión Agustín Villaronga y Coral Cruz, según la novela de Joan Sales Fotografía Josep M. Civit Música Marcús Jgr Intérpretes Marcel Borrás, Núria Prims, Oriol Pla, Bruno Cusí, Luisa Gavasa, Terele Pávez, Fernando Esteso, Juan Diego, Bruno Bergonzini, Mario Alberto Díez, David Bagés, Jorge Usón, Roger Casamajor, Rubén Jiménez Sanz Estreno 17 marzo 2017
Desconozco la base literaria de esta película, pero intuyo que debe contener los mismos méritos que esta impecable película, un folletín en toda regla pero con trasfondo social y político que deriva en un retrato claro y contundente del temperamento ibérico, a la vez que un análisis profundo de cómo la violencia pervierte las más mínimas reglas de convivencia entre seres humanos. Se trata de un relato de supervivencia, con lo que de venganza y traición conlleva, llevado a muy buen término por un director que no siempre atina (El rey de La Habana) pero que cuando lo hace es merecedor de los más encendidos elogios (Tras el cristal, El mar, Pan negro). Villaronga regresa al escenario de su película más premiada, pero esta vez lo hace en clave diferente, centrándose en un drama romántico a cuatro bandas en el que la línea que separa nacionalistas y republicanos en una Guerra Civil, a pesar de algunos y algunas no siempre suficientemente tratada, se hace más delgada y difusa, evidenciando el absurdo y la barbarie de una confrontación bélica, sobre todo cuando se produce entre vecinos. Cuatro personajes a los que el guión define de forma concisa, femme fatale incluida al más puro estilo cinematográfico pero con iconografía rural de fondo. Conveniencias e irresponsabilidades son utilizadas en una historia en la que no sobra ni falta nada para provocar la sensación de desolación que persigue. Lo inexplicable es que con estos resultados y un considerable esfuerzo de producción, que debe haber supuesto una holgada inversión, la cinta haya sufrido el mayor de los desprecios por nuestros distribuidores, con una exhibición raquítica precedida de una promoción nula. Una vez más se pone en evidencia la incapacidad de este país para vender lo que hace, que ni siquiera la tortilla, el gazpacho ni el jamón serrano cuentan con la popularidad que merecen fuera de nuestras fronteras. Igual pasa con nuestro cine, permitiéndose que films tan valiosos como éste pasen desapercibidos. Una película tan bien planteada, ambientada e interpretada, con buenas dosis de intriga y pasión, que habla de cuestiones tan interesantes para comprendernos a nosotros mismos, incluso tan de actualidad, merecería una mayor atención, algo que esperemos el tiempo vaya corrigiendo.
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