Dirección Elena Trapé Guión Elena Trapé, Miguel Ibáñez Monroy y Josan Hatero Fotografía Julián Elizalde Intérpretes Alexandra Jiménez, Miki Esparbé, Isak Férriz, Bruno Sevilla, María Ribera Estreno en el Festival de Málaga 17 abril 2018; en salas 7 septiembre 2018
Casi una década ha pasado desde que la realizadora catalana Elena Trapé presentara su muy interesante ópera prima Blog, donde analizaba de manera incisiva e inteligente las relaciones entre varias quinceañeras decididas a dar un giro a sus convencionales vidas. Es el turno ahora de los treinteañeros, una generación especialmente castigada en nuestro país, y no precisamente por faltarles de nada sino por verse sumida como consecuencia de ello en una vorágine de desencanto y falta de ilusión. En un punto en el que varios amigos y amigas de la universidad deciden provocar un reencuentro con el que mantener el contacto, aunque sólo sea de vez en cuando, surgen los resultados de una impostura y una situación forzada. La vida no es precisamente un largo río tranquilo, como sostenía Etienne Chátiliez, sino todo lo contrario, un fenómeno que hace que nos aferremos constantemente a palos ardiendos. La familia, la amistad, la pareja... son valores que la sociedad nos ha ido inculcando a lo largo de los siglos, sin los que parezca seamos capaces de sobrevivir. Sin embargo a lo largo de nuestra vida experimentamos continuos cambios que hacen que no seamos los mismos ahora que antes ni después; por lo tanto tampoco podemos pretender que se nos acepte de igual forma. Es lo que sucede en este reducido grupo al que Trapé somete a un somero ejercicio de psicoanálisis tan sutil como pulido, de forma que parece que no intervenga y sea directamente el público el que construya su propia explicación de los hechos. Unas situaciones que escapan a lo convencional, desconciertan y sin embargo son tan verosímiles y lógicas, que provocan choques y rupturas, heridas y quiebros que ponen en tela de juicio el valor ilusorio que hemos otorgado a algo tan sobredimensionado como la amistad, esa que dicen se elige y no te viene impuesta. Película inteligente e inquietante, construida como una intriga sin crimen, pero con mucho suspense y muchas preguntas que responder, que la talentosa realizadora plantea para que nuestro disfrute del espectáculo trascienda considerablemente la pantalla y nos acompañe en tertulias y reflexiones. Cine para pensar, romper y fascinar, que es el que queremos ver en nuestro país en lugar de tanta fórmula exportada del extranjero, la mayoría de las veces con muy poca fortuna. Cine, finalmente, que provoca cierta devastación moral y anímica, bajo el tono inequívocamente triste y melancólico que con tanto acierto adopta. A Trapé le ha valido el reconocimiento unánime en Málaga, con premios a la película, la protagonista (una Alexandra Jiménez que incorpora al personaje que quizás experimenta mayor evolución y cambio de registro), y a nosotros la recuperación de la confianza en un cine español que continúa demasiado anclado en eso de la factura impecable pero el contenido vacuo.
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