Dirección Dani de la Orden Guion Dani de la Orden y Marta Buchaca, según la obra de ésta Fotografía José Luis Bernal Ibáñez Música Iván Ferreiro y Dani Trujillo Intérpretes Álex García, Adrián Lastra, Belén Cuesta, Quim Gutiérrez, Miquel Fernández, Marta Nieto Estreno en el Festival de Málaga 18 marzo 2019; en salas comerciales 13 septiembre 2019
El nuevo largometraje de Dani de la Orden es consecuencia directa de su apuesta por unos planteamientos más serios y ambiciosos tras su paso por la exitosa serie de televisión Élite. Atrás quedaron sus incursiones en la comedia alocada con El pregón y El mejor verano de mi vida. Litus supone su particular reencuentro con el cine generacional, del que tomó buen apunte con su díptico de debut, aquellas Barcelona, noche de verano y Barcelona, noche de invierno. El pretexto ahora es una obra teatral de Marta Buchaca, cuyo formato y estilo apenas disimula aunque su hábil realización aporte al conjunto un indiscutible sabor cinematográfico.
Se nota que el director domina el lenguaje y consigue dar consistencia y valor a un argumento que no renuncia a sus referentes, unos Amigos de Peter con el que Branagh radiografiaba a su generación a principios de la última década del siglo XX, y un menos explícito Reencuentro con el que Kasdan inauguraba el género en 1983. Pero tampoco queda atrás el recuerdo de la mejor película patria sobre la materia, Las razones de mis amigos, quizás lo mejor dirigido por Gerardo Herrero en su dilatada filmografía. Un grupo de amigos en la treintena se reúne tres meses después del suicidio de uno de ellos. Inmediatamente somos conscientes de que se va a producir una situación catártica entre ellos, quizás algo forzada pero comprensible dado el habitual mal rollo con el que los españoles despachamos nuestras relaciones sociales.
Su ajustado metraje servirá para dar más importancia de la debida a una serie de desencuentros entre los y las protagonistas, y para destacar una vez más la dificultad para madurar de una generación de niños mimados y burgueses a quienes las responsabilidades abruman tanto como repelen. Marta Buchaca hace un buen trabajo de adaptación de sus propios diálogos, mientras los intérpretes se esfuerzan en dotar de naturalidad sus momentos de lucimiento, de los que salen especialmente airosos Adrián Lastra poniendo la nota cómica y un premiado en el Festival de Málaga Quim Gutiérrez cargando con la dosis de intensidad necesaria para que el producto se eleve por encima de la mera anécdota.
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