Dirección Melina Matsoukas Guion Lena Waithe y James Frey Fotografía Ted Radcliffe Música Devonté Hynes Intérpretes Daniel Kaluuya, Jodie Turner-Smith, Bokeem Woodbine, Chloé Sevigny, Flea, Sturgill Simpson, Indya Moore, Benito Martínez Estreno en Estados Unidos 27 noviembre 2019; en España 21 febrero 2020
Los cada vez más frecuentes abusos policiales sobre la raza negra, que se han cobrado en los últimos años varios e inexplicables asesinatos sin aparente atisbo de justicia, parecen haber inspirado esta amarga crónica sobre la desesperada huida de una pareja de afroamericanos por las carreteras de varios estados norteamericanos ante la pérdida absoluta de confianza en la justicia del país. La película se revela como un cruce entre aquellos films blaxploitation de los setenta, evidente entre otras cosas en el uso de la banda sonora, y esos otros que también en esa década recorrieron las míticas y desiertas carreteras de Estados Unidos, más cerca del debut definitivo en el cine de Steven Spielberg, Loca evasión, que de ese Bonnie & Clyde de Arthur Penn con el que desde su estreno se ha querido identificar el film de Melina Matsoukas.
La directora, curtida en la televisión, no ha reflejado en el resultado final una mirada femenina más allá que la construcción de un personaje de mujer fuerte y decidido, valiente e ilustrada. Por lo demás el film exhibe formas y estructuras mil veces vistas en un género habitualmente pasto de la cultura violenta y machista. En el reparto sobresalen Daniel Kaluuya, a quien descubrimos como protagonista de la sobrevalorada Déjame salir, y la inquietante y escultural presencia de Jodie Turner-Smith exhibiendo cuerpo de modelo y supuesto cerebro de abogada con conciencia de raza y clase, además de la atribulada Indya Moore repitiendo la imagen que ya explotó en la serie Pose.
Su atractiva propuesta choca con un ritmo desigual, una dilatación innecesaria y una denuncia que aunque necesaria no aporta nada nuevo a la eterna lucha antirracista que subyace, y amenaza con cobrar más fuerza y sentido, en el país de las presuntas libertades. Funciona mejor como entretenimiento y cine de género, con altibajos y atractivos. No obstante, frente a tanto título mediocre celebrado en los premios anuales, sorprende que este título no haya rascado nada en las loterías, lo que evidencia el fuerte racismo imperante, y también denunciado, en las instituciones académicas y cinematográficas del país, y que suscitan las protestas justificadas de militantes como Spike Lee.
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