USA 2020 108 min.
Dirección Chris Sanders Guion Michael Green, según la novela de Jack London Fotografía Janusz Kaminski Música John Powell Intérpretes Harrison Ford, Omar Sy, Cara Gee, Dan Stevens, Bradley Whitford, Karen Gillan, Colin Woodell, Jean Louisa Kelly, Michael Horse Estreno en Estados Unidos y España 21 febrero 2020

Lo cierto es que bien sea para evitar el duro entrenamiento al que estos perros han de ser sometidos para llegar a transmitir en pantalla el dinamismo y ternura deseados, o para conseguir un mayor número de registros expresivos, en este caso tan exagerados que a menudo humanizan al personaje y lo hacen inverosímil, ya pueden ir firmando la carta del paro los canes que pretendieran saltar al estrellato de aquí en adelante. Esta nueva adaptación del clásico de London redunda en lo que han hecho sus predecesoras, desde la entrañable La llamada de la selva de William A. Wellman hasta la versión televisiva que protagonizó Rutger Hauer en 1997, que es rebajar los aspectos más duros de la novela, dulcificar el conjunto y convertirlo en un producto edificante, moralizante y ejemplar para toda la familia. Y si bien la versión en la que Clark Gable interpretaba al aventurero John Thornton se tomaba tantas licencias que prácticamente dejaba el original irreconocible, pero lograba transmitir ese espíritu de aventura y camaradería, a pesar de dejar al perro en un segundo pero entrañable plano, la versión de Chris Sanders, curtido en la animación con cintas como Lilo & Stitch, Cómo entrenar a tu dragón y Los Croods, aligera también considerablemente la crudeza del original y tampoco es fiel completamente al argumento de la novela, cambiando el sexo de algún personaje, evitando algunos capítulos cruciales y convirtiendo a Thornton en uno de esos personajes atormentados por una tragedia familiar que tanto abundan en el cine americano actual.
El conjunto, sea por su espléndido acabado formal, la siempre estimulante y a ratos emocionante presencia de Harrison Ford, o por ese mensaje de retorno a la esencia y la naturaleza más salvaje, ocupando el lugar que realmente nos corresponde y no el que nos ha venido impuesto, el film se disfruta con interés y comprensión. Lástima que haya quedado reducido a un cuento infantil privado una vez más de todo ese componente salvaje, duro y primitivo que daba mayor razón de ser a la intención original de su afamado autor, y primando esa peligrosa obsesión
por el liderazgo que se sigue inculcando a las nuevas generaciones..
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