Dirección Shaka King Guion Shaka King, Will Berson, Keith Lucas y Kenneth Lucas Fotografía Sean Bobbitt Música Craig Harris y Mark Isham Intérpretes Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfield, Jesse Plemons, Dominique Fishback, Ashton Sanders, Algee Smith, Darrell Britt-Gibson, Lil Rel Howery, Dominique Thorne, Martin Sheen Estreno en el Festival de Sundance 1 febrero 2021; en Estados Unidos 12 febrero 2021
Resulta irónico que en un año en el que los estrenos en salas cinematográficas se han prodigado tan poco, se hayan estrenado tantas películas que abordan la lucha afroamericana en Estados Unidos, las adaptaciones teatrales Una noche en Miami y La reina del blues entre otras, y el Reino Unido, con la estupenda serie televisiva de cinco películas de Steve McQueen Small Axe, en la que se incluyen la muy singular Lovers Rock y la imprescindible Educación, a la que ahora se añade este pasaje de referencias bíblicas. Judas y el Mesías Negro podría ser una más de las que enaltecen el black power e ilustran la lucha en la calle por los derechos civiles de la comunidad africana, secuestrada a la fuerza para ser esclavizada y sistemáticamente despreciada y machacada desde que recuperó supuestamente su libertad, pasando a engrosar el porcentaje más marginado y empobrecido de la sociedad.
Curtido fundamentalmente en la televisión, Shaka King demuestra una notable capacidad para montar una historia envolvente, manejar con soltura y solidez todos sus recursos, y muy especialmente una muy cuidada dirección de actores, y proponer con talento e inteligencia un discurso en el que una vez más se confrontan la lucha dialéctica y la física o violenta, una cuestión que nos afecta también a nosotros, ahora que tanto se habla de las consecuencias de las manifestaciones violentas en nuestras calles y tan poco o nada de cuál es el caldo de cultivo que las motiva, y que permite a vándalos inmiscuirse en luchas legítimas, más allá de que alguien sea encarcelado por verter comentarios de pésimo gusto. Cuando una comunidad no puede más, el fascismo oprime y la injustica asoma por doquier, las clases más castigadas se echan a la calle, y ningún discurso parlamentario las puede hacer callar. Es la historia de la humanidad, que solo ha sabido dar pasos adelante en reformas sociales y adquisición de derechos a fuerza de palos, de revoluciones sangrientas, para que luego vengamos a darnos golpes en el pecho rechazando radicalmente los procedimientos que lograron que hoy disfrutemos de un mayor bienestar social.
Luther King y Malcolm X, dos formas opuestas para conseguir un mismo fin, dicotomía que podía darse incluso en el seno de una organización tan en principio violenta como las Panteras Negras, en el seno de la cual se desarrolla este drama sólido y serio en el que un infiltrado (el Judas del título) va tomando conciencia de lucha y de clase conforme se va acercando a su Mesías particular, un espléndido Daniel Kaluuya (Déjame salir, Queen & Slim), para en el futuro tener que afrontar las consecuencias y vivir, o no, con ellas. Un film perfectamente estructurado y narrado, con soberbias interpretaciones y un cúmulo de emociones que nos hacen reflexionar sobre nuestras propias vivencias e inquietudes. Atención a la espléndida canción que ilustra sus títulos finales, Fight for You de H.E.R., en perfecto estilo Sonido de Filadelfia.
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