sábado, 6 de febrero de 2021

NOMADLAND Duelo en la carretera

USA 2020 108 min.
Dirección
Cholé Zhao Guion Jessica Bruder y Chloé Zhao, según el libro de la primera Fotografía Joshua James Richards Música Ludovico Einaudi Intérpretes Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier, Peter Spears Estreno en el Festival de Toronto 11 septiembre 2020; previsto en Estados Unidos 19 febrero 2021, y en España 2 abril 2021


La realizadora americana de origen chino Chloé Zhao nos dejó muy buen sabor de boca con su película The Rider, después de un prometedor debut con Songs My Brother Taught Me. Unas expectativas definitivamente cumplidas con esta hermosa película, quizás una de las más poéticas jamás realizadas en la meca del cine. Esta tierra de nómadas tiene una doble lectura, por un lado es la crónica de un duelo, el de una mujer corriente y sencilla que lo pierde todo, esposo, trabajo y estabilidad, y con ello el recurrente sueño americano, en pleno siglo XXI; y por el otro se trata de la constatación de que otro estilo de vida es posible y de que nunca podemos estar seguros de dónde reside la felicidad, quizás en comulgar con las cosas más sencillas y naturales de la Tierra. 
En esta sociedad moderna y tecnológicamente avanzada nos hemos rodeado de demasiadas cosas y buscamos la felicidad en acaparar aún más, satisfacer cada vez más necesidades impuestas y artificiales, tantas como la publicidad y los medios de comunicación nos han creado, sin reparar en todo lo maravilloso que existe ahí fuera, tenemos aún a nuestro alcance y despreciamos sistemáticamente.

El planeta está actualmente viviendo uno de sus retos más relevantes de los últimos siglos, se está defendiendo de nuestra continua agresión y menosprecio. Tanta necesidad acumulada lo está destrozando, mientras se ha impuesto un estilo de vida que nos tiene cada vez más esclavizados y engañadas. Solo cuando la adversidad se ha adueñado de su vida, una mujer madura decide emprender un nuevo camino, lanzarse a la carretera en su furgoneta convertida en autocaravana para vivir como lo hacían los antiguos nómadas. La soledad se convierte en su principal aliada, aunque en el camino encuentre sucesivamente a gente que vive como ella y con la que construye una comunidad sincera llena de camaradería y solidaridad. Lazos construidos sobre la más profunda comunión con la naturaleza, la contemplación de la vida y la consideración del trabajo como un fin necesario para conseguir una estabilidad justa y suficiente, discreta y sin hipócritas y artificiales ambiciones, sin que nos esclavice, solo a nuestro servicio y no el de otros.

Tanto Jessica Bruder, autora del libro en el que se basa, como Zhao consiguen plasmar toda esta verdad incontestable con maestría y sencillez, valiéndose de espectaculares paisajes, maravillosas interpretaciones de un elenco en su mayoría amateur, que se interpretan a sí mismos, y la agradable y sentimental música pianística del sobrevalorado Ludovico Einaudi. En su resolución formal y narrativa Zhao opta por una primera mitad prácticamente documental, en la que McDormand parece ser narradora y reportera, pero sin la habitualmente molesta voz en off, de una realidad no por tangible menos sorprendente. El verdadero estilo cinematográfico surge después, en una segunda mitad en la que aparece un material dramático más convencional, con encuentros familiares, irrupción de una posible historia romántica y toma crítica de decisiones.

Sea en esa primera o en la segunda parte, el trabajo de Frances McDormand es sencillamente excepcional, quizás el mejor de su carrera, pues logra desde la discreción y el silencio transmitir todo ese duelo, esa indecisión basada en el recuerdo y el descubrimiento que caracteriza a su personaje, una de tantas víctimas de las sucesivas crisis económicas que está conociendo el nuevo siglo y que no son sino producto de ese capitalismo agresivo y feroz que hemos abrazado todos y todas, desde la derecha hasta la izquierda, y que como no paremos acabará con lo más esencial del ser humano, igual que estamos acabando con ríos, mares y bosques. Por eso esta valiosa y emocionante película lanza una advertencia entre el ecologismo del planeta y el nuestro más íntimo y sentimental.

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