Ciento quince años antes de que naciera en Lucca Giacomo Puccini, la ciudad italiana ya había alumbrado a Luigi Boccherini, un orgullo que durante siglos ha compartido con España, donde el compositor vivió y trabajó casi cuarenta de sus sesenta y dos años de vida. Cuando hablamos de él siempre se nos viene a la cabeza primero su famoso minueto del Quinteto para cuerdas Op. 11 nº 5, compuesto ya en nuestro país en el año 1775 y tantas veces popularizado en el cine y en programas y series de televisión. También resuena inmediatamente su Música nocturna de las calles de Madrid, dejando a un lado sus numerosas sinfonías y conciertos para violonchelo, instrumento en el que era un virtuoso, aunque ni sus más de doscientas obras de cámara para cuerda ni su Stabat Mater pasan ni mucho menos desapercibidos. De hecho está considerado el padre del cuarteto de cuerda junto a Haydn, con quien además de Mozart comparte el honor de constituir el triunvirato del más puro clasicismo musical.
Pero en su catálogo hay una serie de obras que prácticamente nadie reseña, entre ellas sus opus 17 y 19, apenas llevados al disco y casi siempre por conjuntos marginales y poco divulgados. Es más, incluso el más reconocido opus 55 conoce más ediciones y grabaciones en su versión para oboe que en el más genuino para flauta. Solo entre los más afamados flautistas encontramos a Jean-Pierre Rampal, que en 1996 grabó para Sony cinco quintetos de dudosa procedencia, aunque su descubrimiento en el Palacio Real de Madrid pudiera indicar que realmente fueron compuestos por el compositor luqués. De cualquier manera nuestro admirado flautista local, Rafael Ruibérriz de Torres, ha excluido convenientemente de esta primera integral de los quintetos para flauta de Boccherini esos seis a él atribuidos. Con esta colección Ruibérriz ve cumplido el sueño de protagonizar un disco, algo que repetirá en breve cuando se edite La siete últimas palabras de Cristo en la cruz de Haydn, en versión de Barbieri, arropado por el conjunto La Spagna que lidera el violonchelista Alejandro Marías.
Un álbum imprescindible
Aun recuerdo cuando en un encuentro con el flautista sevillano conocí a su preciosa perra Telma, una weimaraner que protagoniza la bellísima portada de este triple disco de Brilliant Classics, junto a un elocuente sillón Carlos IV que diseñó Ventura Rodríguez, el arquitecto favorito del infante Luis Antonio de Borbón para quien trabajó Boccherini la mayor parte del tiempo que residió en nuestro país, para el Palacio de Boadilla, residencia del infante, su corte y orquesta. Una portada que llama la atención y sirve de introducción para un magnífico trabajo gestado durante años, presentado en 2018 en Cádiz, la Iglesia de la Caridad de Sevilla y las Noches de los Reales Alcázares, donde ya dimos fe del excelente trabajo desplegado por Ruibérriz y sus compañeros de generación, el Cuarteto Francisco de Goya, también con Marías al violonchelo. Con ellos mismos firma este triple CD que debería haberse presentado el pasado martes 2 de febrero en el espacio Turina, pero que ha tenido que aplazarse por las dificultades de desplazamiento de algunos de los integrantes del cuarteto debido a la pandemia.
En apenas unos meses éste es el segundo trabajo editado por la compañía holandesa, especializada en obras inéditas y grabaciones clásicas recuperadas fundamentalmente del catálogo EMI, que tiene como protagonista a un intérprete de nuestra ciudad. Nos referimos al doble CD que grabó Alejandro Casal con la integral para clave y órgano de Johann Krieger. Ahora es Ruibérriz y el Cuarteto Francisco de Goya quienes recuperan un delicioso catálogo en perfecto estilo galante concebido por Boccherini entre 1773 y 1797, con veinte años separando los opus 17 y 19, para cuya recuperación los músicos han tenido que realizar un arduo trabajo a partir del borrador prestado por el Centro de Estudios Musicales Luigi Boccherini de Lucca, del más tardío y con más arraigo en nuestra cultura opus 55, que concibió para el excelente oboísta y flautista Gaspar Barli al que conoció en Madrid. El propio Ruibérriz desgrana con erudición en el cuadernillo todos los detalles de la composición de estos tres cuadernos de música, su historia y posibles destinatarios, con los virtuosos violinista Philippo Manfredi, violista Francisco Font y flautistas Manuel Cavazza y el andaluz Manuel Espinosa a la cabeza, todos ellos miembros de la legendaria Capilla Real. Un viaje apasionante que los cinco excelentes músicos, siempre a lomos de instrumentos históricos, ilustran con una música exultante de belleza, dulzura y emoción, contando para ello con una estupenda grabación, tan nítida y matizada que resalta todo el color y el brillo de una música irrepetible, realizada en los estudios Sputnik de Sevilla y en la Iglesia San Pedro de Alcántara entre noviembre de 2017 y agosto de 2018, y que ahora ve la luz.
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