Reino Unido 2021 112 min.
Dirección Simon Stone Guion Moira Buffini, según la novela de John Preston Fotografía Mike Eley Música Stefan Gregory Intérpretes Ralph Fiennes, Carey Mulligan, Lily James, Johnny Flynn, Monica Dolan, Ken Stott, Ben Chaplin, Archie Barnes, Eamon Farron Estreno en Netflix 29 enero 2021
Apenas un largometraje (The Daughter, protagonizado por Geoffrey Rush) y una película de episodios en colaboración con otros realizadores y realizadoras (The Turning) le han valido a Simon Stone para perfilarse como competente director que en cierta forma pudiera recuperar ese buen hacer de las películas británicas, esas que expiden un perfume de distinción y relajación que sin llegar a ser excepcionales dejen un inconfundible buen sabor de boca. En esta ocasión cuenta la historia real del descubrimiento del tesoro anglosajón de Sutton Hoo, en tierras de la acomodada Edith Pretty y con la inestimable ayuda del excavador Basil Brown, ambos personajes interpretados con oficio e implicación por Carey Mulligan y Ralph Fiennes.
La empresa se convierte por un lado para reivindicar el papel de lo buenos profesionales, quienes con menos estudios pero más experiencia consiguen resultados que universitarios y burócratas logran a duras penas. Por otro lado surgen alrededor de la excavación del título varias historias sentimentales, alguna con la ausencia que marca el devenir del típico niño algo repelente del imaginario angloparlante. Dos historias de respeto y admiración se tejen en sendas partes bien diferenciadas de la película, la que afecta a los dos personajes reseñados, y la que surge más tarde en una segunda parte con mayor protagonismo del joven primo fotógrafo de la protagonista y la insatisfecha esposa de un arqueólogo con tendencias homosexuales. Dos historias de amor, correspondidas o no, que Stone ilumina con colores ocres y difuminados y encuadres que a menudo recuerdan a Terrence Malick.
Le falta al realizador encontrar un estilo propio, pero demuestra de momento habilidad para manejar una buena historia y unos excelentes intérpretes, a la vez que logra transmitir esa situación de incertidumbre y pesimismo justo antes de que fuera a estallar la Segunda Guerra Mundial, esa tragedia mastodóntica que muchos se han empeñado en comparar con la actual pandemia que estamos sufriendo, olvidando que nada hay más trágico que el exterminio del hombre por parte de su semejante, y que a la muerte, el paro y el dolor hay que sumar en el caso de una conflagración la destrucción total de todo lo que amamos y conocemos.
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