lunes, 8 de febrero de 2021

LA MADRE DEL BLUES Las amargas lágrimas de August Wilson

Título original: Ma Rainey’s Black Bottom
USA 2020 94 min.
Dirección
George C. Wolfe Guion Ruben Santiago-Hudson, según la obra de August Wilson Fotografía Tobias A. Schliessler Música Branford Marsalis Intérpretes Viola Davis, Chadwick Boseman, Colman Domingo, Glynn Turman, Michael Potts, Jeremy Shamus, Jonny Coyne, Taylour Paige, Dusan Brown Estreno en Estados Unidos 25 noviembre 2020; en España (Netflix) 18 diciembre 2020

Tercera de las adaptaciones que se han hecho de las amargas crónicas que el difunto August Wilson plasmó en sus obras de teatro. Fences de Denzel Washington, que ahora se reserva el papel de productor, es el referente más claro, mientras La lección de piano se concibió directamente para la televisión. A la dirección encontramos ahora al discreto George C. Wolfe, responsable de títulos tan olvidables como Noches de tormenta con Richard Gere y Diane Lane y Siempre estaré contigo con Hilary Swank. En todo caso pasa con Wilson lo que frecuentemente ocurría en el pasado con las obras de Tennesse Williams, con quien comparte amargura y descrédito, que no pueden disimular ni parecen querer hacerlo su origen teatral, lo que hace que el conjunto llegue a resultar bastante indigesto, no por animadversión al género sino por el desencuentro que habitualmente existe entre ambas disciplinas dramáticas.

En esta ocasión Viola Davis, que con Fences logró su hasta ahora único Oscar, interpreta a una hosca y terrible cantante de blues de los años veinte del pasado siglo, la Ma Rainey del título original, cuya primera aparición recuerda poderosamente a las sesiones bajo carpa de jazz y blues en El color púrpura de Spielberg. Instalada en el éxito y el respeto absoluto, se permite imponer sus criterios y maneras en la sesión de grabación durante la cual transcurre casi toda la trama del film. Junto a ella su paciente manager y su resignado productor, ambos blancos, y la banda con la que toca y graba, entre los cuales se entablan los difíciles y cansinos diálogos, destinados a recordar el trágico pasado de su comunidad y la terrible herencia que les ha dejado, lo que quizás justifique que la tensión esté siempre presente, la rabia explote en más de una ocasión y el mal rollo se instale cómodamente entre todos los contertulios.

Con apenas pequeñas concesiones de exteriores recreados con evidente infografía e ilustradas con breves pinceladas jazzísticas del genial saxofonista Branford Marsalis, el resto es puro teatro interpretado también con la gestualidad y el histrionismo propio del género, mientras lo más sobresaliente se revela la interpretación enérgica y decidida de Chadwick Boseman, que puso así el broche de oro a una carrera truncada por el cáncer que le hizo desaparecer con tan solo 43 años, tras consagrarse como Black Panther y rubricar 2020 con Da 5 Bloods a las órdenes de Spike Lee, 21 Bridges (Manhattan sin salida) y esta película.

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