LA BELLEZA Y EL DOLOR Emocionante y necesaria lucha por la vida y la dignidad

Título original: All the Beauty and the Bloodshed
USA 2022 122 min.
Dirección Laura Poitras Fotografía Nan Goldin Música Soundwalk Collective Documental Estreno en el Festival de Venecia 3 septiembre 2022; en Estados Unidos 2 diciembre 2022; en España 10 marzo 2023

Habrían hecho bien los académicos y académicas de Hollywood en premiar este documental, poniendo el broche de oro a una lucha justa y meritoria contra una de las familias más poderosas de la industria farmacéutica norteamericana, por encima del trabajo que ensalza la labor opositora de Alexei Navalny contra Putin, menos arriesgado y que cuenta con el beneplácito absoluto de todas las capas sociales y políticas del país. El enemigo está muchas veces dentro, no siempre llega de fuera, y eso lo sabe muy bien la protagonista del último trabajo de Laura Poitras, que saltó a la fama hace unos años a propósito de su documental Citizenfour, otra crítica a la moral americana, en aquella ocasión en la figura de Edward Snowden y su huida de la justicia por denunciar la vigilancia ilegal de los servicios de inteligencia de su país y otros del entorno a la ciudadanía popular.

La fotógrafa y artista conceptual Nan Goldin lidera desde hace años un movimiento de lucha contra la familia Sackler por la comercialización del fármaco Oxycodin, un opiáceo fuertemente adictivo cuyos responsables sabían que podía provocar la muerte por sobredosis, como así ha ocurrido con varios cientos de miles de personas en el país desde hace varias décadas. Una lucha desde el arte y con el arte como objetivo, con el propósito de retirar de los principales museos neoyorquinos y otros repartidos por Londres, París y otras ciudades, el nombre de la mencionada familia como una de las principales benefactoras de estas instituciones. Un dinero manchado de sangre al que alude ese derramamiento de sangre del título original y que proviene de una cita de la hermana de la protagonista, cuyo suicidio es el eje alrededor del cual surge el carácter rebelde y luchador de la homenajeada.

Lucha surgida del dolor, del trauma, de una familia desestructurada y una infancia robada, hasta que se abraza la comunidad underground neoyorquina, la versión americana de la movida, que tanto asociamos a fiesta, droga, alcohol, sexo y rock y pop alternativo. Y sin embargo, de esa misma marginación frecuentemente despreciada y vilipendiada, y de su centro como familia adoptiva surge la lucha responsable y constante de un colectivo que ha sufrido toda la barbarie urdida desde el poder y la llamada clase decente, abusos, sida y pobreza sistemática incluidas. Todo esto, analizado desde la vida de la propia protagonista, da fuerza y carisma a este excepcional trabajo al que solo cabe reprochar su largo metraje, lo que provoca que a veces caiga en falta de tensión y ritmo. Al menos en Venecia supieron apreciar sus virtudes, concediéndole el Oso de Oro.