MOMIAS Animación española con vocación mimética

España 2023 88 min.
Dirección Juan Jesús García Galocha Guion Jordi Gasull y Javier Barreira Música Fernando Velázquez Voces Óscar Barberán, Ana Esther Alborg, Luis Pérez Reina, María Luisa Solá, Jaume Solá, José Luis Mediavilla, José Javier Serrano Rodríguez, Aleix Estadella, María Moscardó, Juan Carlos Gustems Yelmo Campanar Valencia (domingo 5)

Diseñada con éxito como vehículo de difusión internacional, y estrenada ya en una cincuentena de países antes de aterrizar en nuestra propias pantallas, la apuesta animada de Atresmedia mimetiza con fortuna las hechuras del cine de animación digital made in USA, curiosamente una de las pocas plazas que se le han resistido, donde solo se ha estrenado de manera limitada, para constatar una vez más la buena salud de la animación española. Pero si esto queda del todo demostrado a nivel técnico y artístico, la cosa no acaba de despegar del todo a nivel narrativo y emocional. Gracias a un montaje frenético y un diseño detallista de personajes y espacios, no cabe duda que gustará a los más pequeños, pero carece de cualquier tipo de elemento educativo, salvo en lo que se refiere a los valores más rancios y arquetípicos, perdiéndose en una trama algo rutinaria donde unas momias vivientes lucharán por mantenerse unidas, finalmente enamoradas, y dedicadas a recuperar una importante sortija pirateada por el villano de turno, que aun sin serlo lo suficiente en el sentido de no cometer asesinato alguno, acabará sometido a un castigo inexplicablemente virulento y desproporcionado.

La cinta traza un particular viaje que nos lleva de una ciudad egipcia colmada de referencias al mejor péplum, con un anacrónico Ben Hur como primer referente, a la moderna Londres donde una función musical de Aida se convierte en una de sus secuencias más singulares y memorables. Sus protagonistas no poseen sin embargo el carisma suficiente, únicamente un obligado margen feminista en la protagonista, malogrado cuando se trata de encontrar medias naranjas, someterse al matrimonio y terminar siendo tan dependiente como se nos ha enseñado a ser. Siguiendo la estela de la producción estadounidense, no falta la mascota simpática y divertida, en esta ocasión un pequeño cocodrilo vendado que queda prendado de un cerdito de peluche. Tampoco el niño exaltado, que para la ocasión busca admirar al hermano mayor que le sirva de referente, aunque sea a fuerza de una sucesión imparable de clichés archivistos.

No es que la empresa merezca desprecio alguno, ni mucho menos. Demuestra sin duda esa fuerza técnica de nuestro cine de animación, pero podría haberse esforzado en insuflar al conjunto de un mayor carácter educativo y más singularidad cultural en vez de conformarse con dejarse arrastrar por ese mainstream que asegure el éxito de taquilla.