USA 2012 97 min.
Guión y dirección Josh Boone Fotografía Tim Orr Música Mike Mogis y Nate Walcott Intérpretes Greg Kinnear, Jennifer Connelly, Lily Collins, Logan Lerman, Kristen Bell, Nat Wolff, Spencer Breslin, Liana Liberato, Rusty Joiner, Patrick Schwarzenegger Estreno en España 14 junio 2013
Debut en el guión y la dirección del joven Josh Boone, enésima aportación al espíritu indie que desde hace ya algunas décadas inunda el cada vez más decepcionante cine americano. Seguramente muy convencido de tener posturas novedosas en torno a más de un aspecto sentimental y sexual de su entorno, nos propone una en principio atractiva familia de literatos, cuya improbabilidad (vástagos tan brillantes como novelistas apenas licenciados de la adolescencia como su padre lo es a los cincuenta) no molesta mientras surgen ideas y personajes por encima de la estricta y mojigata moralidad media norteamericana. Lástima que conforme avanza la aventura sus historias se revelen nulas de interés, consabidas en su resolución y sin esa intriga tan fundamental especialmente cuando de contar historias a través de la literatura se trata. Pero lo peor no es ya eso, pues con ese atractivo reparto, su agilidad narrativa y sus amables postulados el entretenimiento se hace aceptable; sino que ese espejismo moderadamente trasgresor apuntado a su inicio se va diluyendo a favor del conservadurismo más vergonzante y aniquilador, para la final volver al mismo lugar común de siempre, que la felicidad sólo existe en la familia, a la que sólo se puede llegar de forma ordenada y responsable. De nuevo condenados todos los demás, sin posibilidad de felicidad si se opta por la vía alternativa. Lástima porque incluso las relaciones del padre con sus hijos, o los juegos de seducción y conquista a la que se prestan sus personajes hacían presagiar un producto más fresco y original. Al final lo mejor es el acierto de cásting de contratar a Lily Collins (la Blancanieves de Mirror, Mirror) como hija de Jennifer Connelly, posiblemente las dos bellezas de cejas más pobladas de Hollywood. Por cierto, a qué viene el título castellano si ni siquiera transcurre toda ella en esa estación del año, aunque las fiestas de Acción de Gracias y Navidad vuelvan a tener el protagonismo habitual en toda comedia romántica en torno a la familia que se precie. Para contarnos una y otra vez la misma historia, por favor que nos dejen en paz. Y si lo que quieren es una romántica de libros, mejor revisen Amor y letras, estrenada hace unos meses. Por algún motivo sin embargo ésta le debe haber interesado a Stephen King (puede que sea la paga o que en la cinta se hable tan bien de él), porque hasta le presta su voz.
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