Manna y Sánchez en su actuación en el Alcázar |
La sensibilidad de Actidea no deja pasar ninguna efemérides desapercibida. El año pasado celebraron el ciento cincuenta aniversario de Debussy y éste no podía faltar a la cita el bicentenario de Verdi y Wagner. Esta primera propuesta vino marcada por su novedad. Con el dominio técnico y estético de la flauta por parte de Francesco Manna, y el delicado y competente acompañamiento del joven cordobés Juan Antonio Sánchez, viajamos por algunas de las páginas más populares de la ópera verdiana en versiones de salón a cargo de autores contemporáneos al genio de Busetto.
El francés Paul-Agricole Génin y el italiano Giulio Briccialdi fueron afamados y virtuosos flautistas; el primero un Sarasate de la flauta que trabajó fundamentalmente para la escena, y el segundo un teórico del instrumento que destacó construyéndolo. Ambos transcribieron y fantasearon a menudo con las óperas de Verdi, acercándolas aún más al pueblo. En sus variaciones sobre Un ballo in maschera, La Traviata y Rigoletto, pudimos apreciar el delicado y suave fraseo de Manna, con florituras puntuales despachadas con agilidad y solvencia, y con el siempre preciso acompañamiento de Sánchez.
Versiones aseadas que no demandan mucha concentración en un oyente que simplemente ha de dejarse llevar por la riqueza melódica de unas composiciones servidas con profesionalidad y buen gusto. Transcripciones literales del Coro de leñadores y Aria de la Princesa de Éboli de Don Carlo, así como los celebérrimos Va pensiero de Nabucco y el brindis de La Traviata, completaron una oferta en la que no faltó Wagner y el precioso Aria de Wolfram Oh du mein holder abendstern de Tannhäuser.
Crítica publicada en la edición impresa de El Correo de Andalucía el 30 de junio de 2013
Crítica publicada en la edición impresa de El Correo de Andalucía el 30 de junio de 2013
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