Guion , música y dirección Viggo Mortensen Fotografía Marcel Zyskind Intérpretes Lance Henricksen, Viggo Mortensen, Terry Chen, Sverrir Gudnason, Hannah Gross, Laura Linney, David Cronenberg, Bracken Burns, Piers Bijvoet, Grady McKenzie, Ella Jonas Farlinger Estreno en el Festival de Sundance 31 enero 2020; en España 2 octubre 2020
Cuesta entender qué ha podido motivar a Viggo Mortensen para no solo dirigir sino también escribir, producir y hasta componer la banda sonora de este su debut en la dirección de largometrajes, más allá de la voluntad de erigir un vehículo para el lucimiento de su estrella principal, un Lance Henricksen al que estamos acostumbrados a ver en películas de segunda categoría, generalmente de acción o ciencia ficción, tanto en cine como en televisión, pero al que pocas veces ponemos cara y ahora encuentra así la oportunidad de, a la vejez y sin haber parado nunca de trabajar, exhibir unas aptitudes que le pueden llevar a recoger premios en la próxima temporada. Aunque lo cierto es que la cinta de momento solo se puede ver en nuestro país, quizás por el hecho de que Mortensen vive en Madrid junto a su pareja Ariadna Gil, y espera estreno poco a poco en otros países europeos.
Lo cierto es que se trata del típico drama familiar con traumas del pasado en el que el protagonista es un personaje tan execrable y nauseabundo, déspota y desequilibrado, que cuesta entender qué inspira a su hijo homosexual, vilipendiado y censurado por su terrible progenitor, a preocuparse por su vejez, acompañarlo y mostrarle tanta generosidad. Esto es como Precious, todo llevado al límite, al extremo. Es cierto que entre tanto flashback observamos algunas escenas de camaradería y cierta ternura entre padre e hijo, pero insuficientes para marcar positivamente al segundo, y que la insoportable personalidad del primero se pueda entender fundamentalmente como derivada de su senectud y pérdida de capacidades. Incapaz de mostrar algo de simpatía hacia su familia, salvo una nieta adoptiva, y siempre dispuesto a generar tensión a su alrededor, desde joven, interpretado por un también excelente Sverrir Gudnason (Borg McEnroe), resulta incomprensible la voluntad de acercamiento de sus hijos, con una recuperada Laura Linney dando vida a la hermana de Mortensen.
El resto es un ejercicio de cierta contención dramática, pausada pero a buen ritmo, con el que el actor ahora realizador demuestra pericia y buena mano, aunque el libreto acuse ese exceso de mala uva e incomprensible capacidad de reajuste y redención, que solo se salva gracias a su justo final. Entre las curiosidades destaca la broma que supone contar con David Cronenberg, que dirigió a Mortensen en Una historia de violencia y Promesas del este, interpretando a un doctor que en su despacho atesora multitud de utensilios quirúrgicos y cuadros con generosa exposición de anatomía humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario