Dirección Jon Watts Guion Chris McKenna y Erik Sommers, según el cómic de Steve Ditko y Stan Lee Fotografía Mauro Fiore Música Michael Giacchino Intérpretes Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Marisa Tomei, Jacob Batalon, Tony Revolori, Jon Favreau, J.K. Simmons, Angourice Rice, Alfred Molina, Jamie Foxx, Willem Dafoe, Benedict Wong, Paula Newsome, Thomas Hayden Church, Rhys Ifans, Matt Murdock Estreno 16 diciembre 2021
Antes de enfrentarse a la primera película oficial de Marvel de Los cuatro fantásticos, Jon Watts dirige la tercera y aparentemente última película de las que la poderosa empresa dedica al Hombre Araña, después de haber realzado con éxito también las otras dos: Bienvenido a casa y Lejos de casa, a las que ahora se suma esta Sin casa. El Mundo ha descubierto que Peter Parker es Spider-Man y eso le hace la vida imposible, así que con la ayuda del Doctor Strange, en lo que se convierte en un híbrido de película entre Spiderman y el mago superhéroe, intentará recuperar su vida e identidad, pero eso le reportará enormes dificultades y unas sorpresas extraordinarias que se convierten en puro guiño para los incondicionales de la saga.
Tendríamos que añadir que hasta aquí podemos escribir, porque nunca antes habíamos asistido a una proyección cuyo mero análisis apenas pudiera soportar la tentación de caer en el spoiler. Estructurada y edificada como auténtico homenaje a los fans de las criaturas de Marvel, lo más flojo de la cinta radica en ese empeño actual de acabar en tragedia todo lo que empieza como comedia, y esta arranca muy bien para poco a poco irse tomando demasiado en serio a sí misma y agotando a todo espectador o espectadora que no sea un auténtico friki de este universo, si bien ahora deberíamos llamarlo multiverso. Precisamente este término engloba lo más interesante de una cinta desde luego compleja a pesar de su vocación infantiloide, que propone diversas realidades a modo de distopías o mundos paralelos, lo que en sí mismo se convierte en una hábil disquisición sobre el propio cine y su devoción por los remakes y reboots, cada vez más frecuentes.
La posibilidad de caer en el spoiler abarca incluso a su reparto, del que no hay más remedio que prescindir de algunos nombres para no arrojar pistas. Hasta la música de Giacchino hace guiños a Danny Elfman y James Horner, dentro de un espectáculo que a pesar de todo su ingenioso artilugio y sus espectaculares efectos visuales, acaba como todos sus hermanos, cansando. Desde luego toda esta recuperación de personajes y episodios realmente acaba agotando un poco. Cabe no obstante apreciar todo su esfuerzo y talento reunido, y que de su complejo entramado solo se encarguen dos guionistas, algo poco habitual en estos artefactos tan aparatosos.
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