USA 2021 137 min.
Dirección Stephen Chbosky Guion Steven Levenson, según el musical de Justin Paul y Benj Pasek Fotografía Brandon Trost Música Dan Romer, Justin Paul y Benj Pasek Intérpretes Ben Platt, Kaitlyn Dever, Julianne Moore, Amy Adams, Danny Pino, Nik Dodani, Amandla Stenberg, Colton Ryan Estreno en el Festival de Toronto 9 septiembre 2021; en Estados Unidos 24 septiembre 2021; en España 10 diciembre 2021
Se estrena este musical oportunamente cuando el debate sobre el suicidio está más candente que nunca, con un reciente caso de celebridad ocurrido en nuestro país que lo ha avivado más todavía, y con las noticias alarmando sobre el creciente número de suicidios juveniles como consecuencia del aislamiento producido por la pandemia. Surge además desde un país en el que los trastornos de la juventud, especialmente de estudiantes en institutos, ha crecido tanto que incluso ha provocado nuevos episodios de violencia con armas con resultado de muerte múltiple.
Con estos ingredientes salta de Broadway a la pantalla este musical de los letristas de La La Land y autores de la música y letra de El gran showman, Justin Paul y Benj Pasek, en el que un joven con trastorno de la personalidad, sometido a terapia y con un preocupante déficit para las relaciones sociales, ve cómo su vida da un giro insospechado a raíz de un equívoco tan curioso como original que tiene su raíz precisamente en el suicidio de un compañero de clase. Toda la trama se convierte así en una suerte de terapia mucho más eficiente y constructiva para su protagonista de la que pudiera urdir el mejor de los psicoanalistas. Hay sin embargo dos factores que juegan en contra de la película, su excesivo y una vez más innecesario metraje y el hecho de haber contado con el mismo actor que dio vida al Evan Hansen del título en el teatro, Ben Platt, célebre por la serie El político, cuya edad puede pasar desapercibida en el escenario, pero no en el cine, donde los frecuentes primeros planos no hay maquillaje que los soporte.
De esta manera el conjunto pierde credibilidad. Por lo demás, contar en la dirección con Stephen Chbosky, cuya especial sensibilidad para tratar el tema de los discapacitados sociales ya dio buenos resultados en Las ventajas de ser un marginado y Wonder, aporta un ingrediente conmovedor y conciliador en esta propuesta que juega además hábilmente con la ambigüedad sexual y el espinoso análisis de las relaciones paterno y maternofiliales. Las amables canciones, aunque sin grandes números coreográficos, y las aportaciones de las grandes Julianne Moore y Amy Adams añaden atractivo a esta estimable cinta.
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