lunes, 6 de diciembre de 2021

SEIS DÍAS CORRIENTES Crónica social fresca y diferente

Título original: Sis dies corrents
España 2021 85 min.
Dirección
Neus Ballús Guion Neus Ballús y Margarita Melgar Fotografía Anna Molins Música René-Marc Bini Intérpretes Valero Escolar, Mohamed Mellali, Pep Sarrá, Paqui Becerra, Pere Codorniu, Judith Vizcarra Puig, Nuria Revuelta, Alfredo Aloisio, Yuan Jing Estreno en el Festival de Locarno 7 agosto 2021; en salas (no en Sevilla) 3 diciembre 2021

Llevamos repitiéndolo mucho tiempo, algo se está haciendo muy requetemal en la distribución cinematográfica de este país como para dejar escapar tanto talento en favor de lo mismo mil y una veces trillado e industrializado. Sea por el prejuicio que en este país causa todo lo que siendo de aquí no esté hablado en castellano, despreciando lo que no es sino una riqueza cultural extraordinaria, o sea porque lo sencillo y original no tenga lugar en una industria cada vez más globalizada, hay verdaderas joyas que nos son vetadas continuamente a nuestro disfrute y reflexión.
 
Sis deis corrents no es la primera película de una directora catalana de la que apenas o nada sabemos el resto de los españoles y españolas. Ni sus documentales, ni La plaga ni El viaje de María tuvieron distribución fuera de las fronteras catalanas. Mejor suerte ha corrido la que muchos de sus seguidores consideran su mejor trabajo, pero más abajo de Despeñaperros el desprecio ha sido total, y en el resto prácticamente igual salvo en zonas donde se habla catalán o valenciano. Y es una lástima porque la película es una gozada en forma de crónica social diferente y divertida. Reducirla a docudrama sería injusto e insuficiente, pues se trata de un sólido trabajo de ficción en el que sus protagonistas se interpretan a sí mismos para narrar en seis capítulos-días sus experiencias como fontaneros y electricistas en diversos hogares poblados por gente tan singular como un anciano que cuida primorosamente su salud, una fotógrafa de modelos sensuales, un psicoanalista argentino con casa domotizada, o un joven con dos hermanas gemelas muy impertinentes. En el periplo conocemos a tres trabajadores que parecen sintetizar la diversidad social de Cataluña o cualquier otra región española, el autóctono, el inmigrante andaluz (impagable Valero Escolar como antipático jefecillo) y el inmigrante marroquí Moha, que se lleva a todos los clientes de calle aunque él no lo pretenda.
 
Pareciera que reflejara el descontento del catalanismo con el resto del país y su por el contrario aperturismo al extranjero, pero todo apunta a que las intenciones no son tan zafias ni deterministas, y que el sentido de todo esté en la ternura y el humanismo que despiertan sus anécdotas y episodios, cargados de ligereza y emotividad.

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