CANALLAS Ahoga pero no aprieta

España 2022 96 min.
Guion y dirección Daniel Guzmán Fotografía Ibon Antuñano Música Vicente Ortiz Gimeno Intérpretes Joaquín González, Daniel Guzmán, Luis Tosar, Esther Álvarez, Luis Zahera, Julián Villagrán, Víctor ruiz, Branda González, Antonio Durán, Juan Carlos Vellido, Carlos Olalla, Sebastián Haro, Miguel Herrán, Gerard Torres, Darío Loureiro, Juana Andueza Estreno en el Festival de Málaga 19 marzo 2022; en salas 1 abril 2022

Después de un par de largometrajes y un corto, el actor Daniel Guzmán se consagró definitivamente como cineasta con su ópera prima en formato largometraje de ficción, A cambio de nada, un drama sobre las dificultades de ser adolescente en un barrio marginal y periférico de la gran ciudad, que supuso también la consagración, Goya incluido, de Miguel Herrán. Guzmán, con una breve intervención de Herrán interpretándolo de joven, se pasa ahora a la comedia, pero sin abandonar ese submundo marginal y quinqui que tan bien retrataron en el pasado directores como José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia.

Las influencias de Guzmán son no obstante mucho más ambiciosas, y pasan por Berlanga, Fesser y hasta el cine americano de la mano de títulos tan prestigiosos como El golpe. Se rodea para tan elevada empresa de un elenco que combina intérpretes profesionales y amateurs, destacando de entre los últimos al protagonista, un Joaquín González que se revela como nueva esperanza de la comedia española, tan carismático como ridículo en la mejor tradición del perdedor ibérico, y quien interpreta a su madre, una Esther Álvarez que mata de risa cada vez que abre la boca. Representan así, junto a otro carismático personaje, el de Jacinto, a quien da vida Víctor Cruz, lo mejor de una cinta que divierte y entretiene, pero se ahoga en su propio artificio, plagado de situaciones, ocurrencias y prolegómenos que acaban cansando y atiborrando, para cuando llega la gran estafa final, porque de eso va la trama, nos hemos perdido o, lo que es peor, desenganchando.

Tiene ritmo, energía y recursos, y desde luego su director se lo ha trabajado también mucho a nivel de guion, pero naufraga desde el momento en que acapara tanta ambición, aunque celebremos su enorme y documentada vocación cinéfila. Entretanto observamos como cualquier subrayado crítico de la realidad nacional, entre políticos, empresarios, corruptelas, paraísos fiscales y otras lindezas, se va difuminando a medida que su trama se va enroscando.