CÓMO SOBREVIVIR EN UN MUNDO MATERIAL y a una película como ésta

Título original: Kajillionaire
USA 2020 104 min.
Guion y dirección Miranda July Fotografía Sebastian WinterØ Música Emile Mosseri Intérpretes Evan Rachel Wood, Gina Rodriguez, Richard Jenkins, Debra Winger, Da’Vine Joy Randolph, Rachel Redleaf, Mark Ivanir Estreno en el Festival de Sundance 25 enero 2020; en Estados Unidos 25 septiembre 2020; en España (no en Sevilla) 4 diciembre 2020

Algo mejor y más disfrutable que su anterior largometraje, El futuro, lo que no es decir mucho, la nueva película de Miranda July insiste en explorar un mundo de extravagancia y estética naif a través del cual intentar analizar algunos de los más recurrentes comportamientos humanos. En esta ocasión le toca el turno a la familia, la pérdida de valores y sobre todo la pérdida de un cariño verdadero y una educación basada en el amor y el respeto.

Evan Rachel Wood, felizmente recuperada desde que le perdiéramos de vista tras disfrutar con ella en Si la cosa funciona y Across the Universe, interpreta a una joven de carácter más bien autista, un recurrente en este tipo de propuestas, que se dedica junto a sus padres a estafar y robar como medio de mera supervivencia. Con aspectos muy desmejorados, casi de pordioseros, sobre todo ellas, la mencionada y una irreconocible Debra Winger, cuya recuperación también celebramos aunque hubiéramos preferido verla de mejor planta, la disfuncional familia, otro clásico de la comedia reciente americana, se completa con una recién llegada y desconocida a la que da vida Gina Rodriguez, de lejos lo mejor de la función. Su participación en el negocio familiar y en la vida sentimental de los tres antisistema provocará un terremoto emocional similar a los continuos temblores que sufren los protagonistas en la tradicional California.

Las ocurrencias de July, empezando por el enigmático título original de la cinta, y las extravagantes situaciones a las que somete a sus personajes se convierten en carne de cultivo para una narración irritante y marciana, aunque hay que reconocer que tiene momentos divertidos y su mensaje la redime de su caprichoso engranaje.