lunes, 28 de diciembre de 2020

EL PADRE Un trampantojo senil

Título original: The Father
Reino Unido-Francia 2020 97 min.
Dirección
Florian Zeller Guion Florian Zeller y Christopher Hampton, según la obra del primero Fotografía Ben Smithard Música Ludovico Einaudi Intérpretes Anthony Hopkins, Olivia Colman, Imogen Poots, Rufus Sewell, Olivia Williams, Mark Gatiss Estreno en el Festival de Sundance 27 enero 2020; en España 23 diciembre 2020


Después de pasar por varios prestigiosos certámenes internacionales, cosechando entre otros el Premio del Público en el Festival de San Sebastián y otros galardones de asociaciones de crítica inglesas y norteamericanas, es el público español el primero en poder valorar las supuestas excelencias de un film elaborado con ingredientes de primera categoría. Basado en una de esas obras de teatro que llenan los teatros de personas bien pensantes y moral intachable, se convierten en éxito inmediato y elevan a su autor al olimpo de los mejor valorados intelectualmente, supone el debut en la dirección de cine precisamente de su reputado autor, que con la ayuda de otra figura de prestigio, el guionista Christopher Hampton, para siempre ligado a Las amistades peligrosas, ha convertido en un libreto sobre la demencia senil, la pérdida de la lucidez y, en última instancia, la memoria, o lo que es lo mismo el tan recurrente alzheimer.

Zeller va de ingenioso y nos propone sumergirnos en la enfermedad confundiéndonos y sometiéndonos a continuas trampas, lo que a muchos y muchas nos puede irritar más que interesar, y que en lugar de tomar conciencia del problema nos alejemos de él y nos quedemos solo con su artificiosa dramaturgia y puesta en escena. El resultado es que la impostura acaba devorando el dolor.

Pisos suntuosos en Londres para acentuar más el pasado de alto standing y posible intelectualidad del anciano al que da vida con su solvencia habitual Anthony Hopkins, y un eficiente elenco al servicio de su recital de gestos y cambios de registro, constituyen el ambiente propicio para jugar con nuestra paciencia e inteligencia, de forma que seremos mucha la gente que no nos dejemos embaucar por el festival histriónico que ofrecen sus reputados protagonistas, con una Olivia Colman que desde La favorita y La corona se ha convertido en emblema de la distinción inglesa del momento, un honor seguramente tan efímero como lo fue en su tiempo la carrera de Glenda Jackson. Pero anímense quienes quieran dejarse embaucar por este seudoensayo sobre la temible enfermedad, es mucha la gente que la ha aplaudido, así que quizás seamos nosotros los equivocados.

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